Secretos y Recuerdos

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Av: no, solo tú y yo lo sabemos, no digas nada, aún no, recuerda lo que te dije, eres un hombre leal, por eso confié en ti.

H: Avelina, esto se está poniéndo difícil para mi, son dos cosas muy fuertes las que me pides que le oculte a Victoria, no me lo va a perdonar nunca si se entera.

Av: quiero tenerla a mi lado en estos últmios días que me quedan de vida, no quiero irme de este mundo sabiendo que está enojada conmigo por haber ocultado durante tanto tiempo que soy su verdadera madre, la dejé sufrir en ese internado y no hice nada por sacarla, ¿como crees que se va a sentir?, me odiará con la misma intensidad que odia a la que creyó su madre.

H: me pones en una texitura muy complicada, te adoro pero no quiero perder a mi mujer ni su confianza por ocultarle este tipo de cosas.

Av: haré un carta dónde le explicaré todo, cuándo yo muera se la entregarás, te libraré de toda culpa por ayudarme a ocultar mi oscuro secreto.

H: voy a hacer unas llamadas (le decía pensativo) trataré de hablar con expertos sobre tu estado de salud, voy a tratar de que te atiendan aunque tengamos que salir un tiempo del país y cuándo logres recuperarte, le contarás la verdad a Victoria.

Av: ¿y crees que me voy a recuperar?, yo se que no, no quiero alejarme de mi niña, si me van a hacer más pruebas o a aportarme algún tipo de ayuda, quiero que sea aquí.

H: no se si eso sea posible.

Av: pues entonces no quiero nada, me niego a tratarme lejos, si muero quiero que la última imagén que vean mis ojos sea a mi niña.

Victoria llevó los papeles a la universidad, mientras salía de esta marcaba el núnero de Heriberto, este no contestaba, volvió a mirar la pantalla del celular para marcar rellamar cuándo chocó con alguien haciendo que los libros que llevaba en las manos se le cayeran al suelo.

Vic: lo siento (se agachó para ayudarle a recoger los libros) iba mirándo el celular y no te ví.

X: no hay problema, yo también estaba distraído.

Vic: (se levantó con dos o tres libros y se los dió) ¿estudias aquí?.

X: si, estoy estudiando ingeniería industrial, ¿y tú?.

Vic: Enfermería, por cierto, me llamo Victoria, un placer (estendió su mano para saludarle).

X: Jerónimo, el placer es mío, ¿ya te ibas?.

Vic: si, me voy para el hospital a ver a una persona muy querida que tengo internada allá, ¿tu vas para las clases?.

Je: si, voy a estudiae un poco, aún voy por mi segundo año en ingeniería pero quiero sacarme el título lo más antes posible.

Vic: pues no te molesto más (comenzó a sonar su celular) que te vaya bien en clase, adiós (siguió caminando y tomó la llamada) mi amor, te estaba llamando y no me contestabas.

Llamada telefónica:

H: estaba atendiendo a un paciente, hace un ratito estuve hablando con Avelina, ella está bien (tranquilizándola).

Vic: ¿durmió bien anoche?, ¿no tuvo dolores?.

H: no, mi vida, le están pinchando analgésicos y calmantes para minimizar los dolores que puedan surgirle, ¿ya llevaste tus papeles a la universidad?.

La MalqueridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora