Tuvo que esperar alrededor de cinco minutos.....Vic: (era la hora de ver el resultado, resopló con fuerza y miró la pantallita).......
En la tarde, Heriberto estaba apunto de terminar su jornada laboral pero como aún Victoria no llegaba se fue con María a esperarla.
En una tiendita cerca de el hospital se encontraba Victoria, terminó de comprar lo que quería y fue en su búsqueda.
H: (la vío aparecer por la puerta) llegas un poquito tarde, ¿no crees? (Bromeó).
Vic: si, lo siento, pasé a comprar unas cosas, hola, mi vida, ¿como estás? (Mirando a María).
Ma: ¿puedes convencer tú a papá (al escuchar como le llamó Victoria esbozó una pequeña sonrisa) de que me deje salir ya del hospital?, por favor (haciendo súplicas con sus manitas).
Vic: le convenceré en casa de que te deje salir cuánto antes de este horroroso lugar, lo prometo (levantó una de sus manos para sellar la promesa que acababa de hacer).
H: ya le hice hoy un chequeo rutinario y si sale todo bien, podrá irse, pero solo si sale TODO bien, ¿ok? (Mirando a la pequeña).
Ma: (se cruzó de brazos).....
Vic: hagamos una cosa, ¿sale? (Se acercó a la pequeña y le susurró al oído muy bajito) si Heriberto no te deja marchar en un mes, yo vengo, te rapto y te llevo para la hacienda, ¿te parece?.
Ma: (sonrió) me parece una gran idea (chocaron las palmas).
H: ¿estaís conspirando en mi contra? (Divertido).
Ma: Si (fue sincera).
Vic: (largo una risita) hermosa, ya nos vamos pero mañana temprano regresamos.
Ma: bueno, si no hay de otra, ¿me puedes alcanzar ese osito de ahí? (Señaló uno que había en la caja de juguetes que compartía con otros niños).
Vic: si (fue a por él y se lo dió) portate bien, te queremos (le dio un besito en la frente).
H: adiós, princesita (le dio un beso y la tapó bien con la sábana antes de salir) oye, espera (agarró de la mano a Victoria fuera de la habitación) a mi no me has saludado todavía.
Vic: tienes razón (rodeó su cuello con los brazos) hola, mi amor (le besó).
H: mmh, ¿estas especialmente cariñosa hoy o es mi impreción?.
Vic: ¿por que lo dices?.
H: por la ternura con la que le hablaste a María, digo, se te ve divina en ese rol pero me sorprende (mirándo directamente sus ojos).
Vic: estoy como siempre, cariño, son imaginaciones tuyas, ¿nos vamos?, debes estar agotado.
H: no lo sabes tu bien, trabajar en un hospital no es nada fácil, cuándo seas enfermera lo podrás comprobar en tu propia piel.
Vic: ¿tienes hambre?, espero que no te moleste pero me tomé la libertad de tomar las llaves de la cabaña, quisiera que fueramos allí.
H: ¿a la cabaña? (extrañado).
Vic: si, compré unas cosas para preparar la cena, yo no sé cocinar pero con tu ayuda puede que hagamos algo comestible (bromeó).
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La Malquerida
Fiksi PenggemarPara descubrir la historia tienes que leerla. Heriberto&Victoria.