Curvas Tangentes

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El camino al insti con Cris y Amira lo hago en silencio, hoy tengo que entregar la lectura de literatura y aun no la termino, pasé todo el domingo leyendo y releyendo lo que escribió Cris y simplemente no logro evocar el mismo sentimiento en lo que trato de escribirle, tenía todo planeado para darle una respuesta épica, pero creo que el gesto romántico ahora no tendría tanta efectividad después del viernes. Ha sido mágico, sí. Pero me jodí.

“¿Está todo bien?”

Me quedo perdida en mis pensamientos y no me percato que ya era nuestra parada.

“Eh, sí, perdona. Es que acabo de recordar que tenía una tarea y no la he hecho. Mi segundo periodo es libre así que iré a la biblioteca.”

Cris no tiene periodos libres los lunes así que tengo la certeza de que no estará allí por ningún motivo, mi plan es irme directo a la sección de poesía y buscar inspiración con alguno de mis favoritos. Llegamos al insti y nos despedimos frente a su casillero, me sorprendió al jalarme de la chamarra y darme un beso ahí mismo en el pasillo con todos pasando, confieso que me deja sin aliento. Se va a su clase y yo doy media vuelta para ir a la mía, pero me detengo a mitad de camino para desviarme e irme directo a la biblioteca.

Camino por los pasillos sin en realidad fijarme en los libros, deambulando en la pequeña biblioteca intentando encontrar inspiración. Llego a la sección de literatura e intento decidirme entre dos diferentes antologías cuando escucho que alguien llama mi nombre.

“Ey, Joana. ¿No tienes clase?”

Volteo hacia atrás y está Viri de pie con un par de libros en la mano.

“Eh… no, tengo periodo libre y aproveché para buscar algunas referencias para una tarea de lite que tengo que entregar hoy.”

“Ya. Vale, pues si quieres puedo ayudarte. Verás, lite se me da bien, eso de recordar las citas y los libros es sencillo. Además, que el profe es super majo. ¿No lo crees?”

Asiento con la cabeza y decido tomar ambos libros, Viri me hace un gesto con la cabeza para que la siga y nos sentamos en la misma mesa.

“Vamos a ver, ¿Qué es lo que tienes que hacer? Algún tipo de redacción supongo.”

Digo que si con la cabeza.

“Algo así, sí. Tengo que hacer un poema y leerlo frente a toda la clase, es tarea de la semana pasada que no estuve algunos días y ahora solo la tendré que presentar yo.”

Viri asiente con la cabeza y después alza los hombros.

“Bueno, pero si lo de escribir y la literatura y eso siempre ha sido lo tuyo. ¿Qué es lo que pasa?”

“¿Lo mío?”

“Que sí, que sí.”

Viri me mira a los ojos y sonríe enormemente.

“Que siempre andabas por todos lados con algún libro, en plan, citándolo y poniendo frases en tu otro Instagram y dejándole notitas a Cris. Era todo bastante mono la verdad.”

Muevo la cabeza arriba y abajo mientras Viri me habla, si me gusta leer, pero no siento que soy así como ella me describe, tal vez era en su momento, pero es de las cosas que he perdido. O tal vez me volví así por Cris en el pasado. No lo sé.

“Ya. Bueno, no creo ser así ahora, que llevo días con esto, buscando y leyendo y no consigo avanzar nada.”

Encojo los hombros y abro una de las antologías, miro de reojo a Viri y veo que se muerde el labio como intentando no decir nada; pero al final lo hace.

“Tal vez simplemente estás buscando por las razones equivocadas.”

“¿Cómo?”

Alzo la mirada para verla directamente y veo una pequeña sonrisa.

“No sé, pero tal vez alguna parte de ti quiere hacer como que aún sientes lo mismo que antes, pero no hace sentido porque ni eres quién eras antes, ni recuerdas lo que sentías y por eso no encuentras ni el cómo ni el que. Cuando lo que sería mejor sería que dijeras lo que sientes ahora.”

Parece un concepto tan sencillo, sin embargo, no es algo que se me hubiera ocurrido; supongo que no era del todo cierto que ya no siento que tengo que demostrar nada. Me quedo en silencio unos minutos en los que Viri aprovecha para iniciar con lo que venía a hacer.

“Es solo que...”

Viri alza la mirada de sus libretas para voltearme a ver.

“No sé.”

Saco aire por la nariz y paso mis manos por mi cabello, me empiezo a sentir frustrada porque no sé cómo explicarme. Viri me toma la mano y la baja, su mirada es amable y su tono de voz igual.

“Joana, no tienes nada de que sentirte mal. No tienes que demostrarle nada a nadie, ni a Cris, ni a nosotras, pero especialmente a ti misma. No te debes nada por no recordar y no tienes que intentar vivir un pasado que ya no es tuyo.”

Sigue sosteniendo mi mano y pasa su dedo pulgar por el dorso de manera rítmica, al ritmo de las manecillas de un reloj, eso ayuda a que pueda escuchar todo lo que me está diciendo y concentrarme en ello. Inhalo profundamente y lo dejo salir lento por la boca.

“Estar fijada en algo que ya pasó te bloquea de poder vivir lo que es.”

Tiene razón. Se que tiene razón. Pero las palabras siguen atoradas en algún lugar dentro de mí y no sé cómo dejarlas salir.

“Yo solo quiero que Cris sepa que… que yo… Que no importa lo que haya pasado-”

“Pero, tía, es que ella lo sabe. Joder, todas lo sabemos. Nadie espera nada más de ti que lo que das y lo que eres.”

Intento respirar profundamente pero el aire no me entra, cierro los ojos y empiezo a morder las uñas de la mano que tengo libre. Siento que alguien se sienta junto a mí y me quita la mano de la boca.

“Cálmate, chica. Te vas a provocar algo.”

Reconozco la voz y abro los ojos volteando a ver a la persona.

“Amira, ¿Qué haces tú acá?”

Se encoje de hombros y señala a Viri con la cabeza.

“Esta y yo habíamos quedado de vernos acá para acabar un proyecto durante el segundo periodo.”

¿Segundo periodo ya? Joder, no tenía idea de cuánto tiempo había pasado ya, el reloj sigue corriendo y eso no me ayuda. Amira pone su mano en mi pierna y me doy cuenta de que no la he dejado de mover.

“A ver, ¿Qué te pasa?”

Agito la cabeza en respuesta, no creo poder explicarlo de nuevo.

“Pues nada, que quiere hacer una demostración romántica para que Cris sepa que la quiere.”

Amira ríe por lo bajo y agita la cabeza.

“O sea, lo normal.”

Frunzo el cejo y la volteo a ver, un poco molesta, a decir verdad.

“¿Como?”

Amira gira los ojos y sacude la cabeza.

“Chica, que esto lo has hecho desde siempre. Te obsesionas por hacer un gran gesto para la rubia y te comes la cabeza, y al final nada te satisface porque nada es lo suficientemente grande en tu rollo y te frustras. Cuando lo único que la chica quiere es que le digas que la quieres y que te vas a quedar.”

Me quedo pensativa con lo que Amira me acaba de decir, igual si que me estoy rayando la cabeza y por eso estoy bloqueada.

“Chica es que no me jodas, en cualquier realidad esta sigue en plan operación Romeo y Julieta.”

“Es un caso perdido, ya te lo digo yo. Se lo dije mil veces antes y se lo tendré que decir mil veces más. La historia de mi vida.”

Amira alza los brazos en rendición y ella y Viri se ríen, aun cuando están hablando de mi estando junto a ellas no me molesta, de hecho, me alivia. Me alivia saber que no he cambiado del todo, que queda en mi algo de lo que me hacía… pues… yo para todos ellos. Puede que sea tonto, y definitivamente es irracional, pero saber que no se ha perdido completamente mi esencia me hace sentir mejor, mas tranquila. Y puedo respirar.

“Bueno, boludas, que no habléis de mi como si no estuviese aquí. ¿O es que además de perder la memoria me he hecho invisible o qué?”

Me sorprende la naturalidad con la que me sale la broma, y la falta total de pesadez que me provoca. Ambas chicas se ríen y Amira me llama drama queen.

“Bueno, nos vamos, que aquí no se puede trabajar.”

Ambas se ponen de pie, toman unos libros de la mesa, salen de la biblioteca y yo me quedo pensando en lo que me acaban de decir. Igual si debería de dejar de rayarme y solo decir lo que en verdad quiero decir. Me pongo los audífonos, pongo mi playlist, cierro los ojos, y respiro.

El timbre suena y eso marca el fin del periodo libre, guardo mis cosas y me voy a la clase de literatura. Me siento junto a Cris y cuando el profesor entra al salón y cierra la puerta me empiezo a sentir un poco nerviosa. Inconscientemente empiezo a morder mis uñas y Cris me quita la mano de la boca, entrelaza nuestros dedos y me da un pequeño beso en el dorso de la mano. Luego, acerca su silla a la mía y recarga su cabeza en mi hombro. Y es esa manera tan casual que tiene de hacerme sentir mejor que me hace sentir que todo estará bien.

“¿Joana? Pasa al frente, por favor.”

Inhalo profundamente por la nariz y lo saco por la boca. Cris aprieta mi mano para hacerme saber que todo estará bien; y yo le creo.

“Curvas Tangentes.

Si hay algo que tengo claro,
es que el universo no se equivoca,
no actúa al azar, no apuesta
si no sabe qué va a ganar.

Es un poco, tal vez, como el mar,
la ola que viene es la misma ola que se va,
pero siempre regresa, es la misma aunque
al inicio no se parezca.

Si una línea recta fue la que me trajo aquí,
a ti,
y una línea recta me alejo también,
no hay que olvidar una cosa esencial.

El universo fluye, no se rompe ni se destruye,
se adapta, se acomoda,
se curvea,
y se da la vuelta dejando las cosas en su lugar.

Una línea recta no será recta siempre,
ni una línea curva dará vueltas sin final,
si la vida me trajo en una recta hacia ti,
en una curva se asegurará de traerme de volverme aquí.

Porque la vida no pasa al azar,
porque el universo no quita sin dar,
porque el destino no se puede evitar,
y tu eres el mío hasta el final.”

No alzo la mirada para nada hasta que termino de leer, y cuando lo hago la miro solo a ella, sus ojos azules brillando de lagrimas contenidas, su sonrisa que cada vez se hace más grande, y no existe nadie mas que ella en este momento. Y todo se vuelve borroso, mas tenue, y mi mente se acuerda de la historia del hilo rojo que une a las personas.

Aunque viendo sus ojos pienso que, tal vez, el mío es color azul.

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AN: Perdón la tardanza, entre trabajo y una infección en el oído pues se me dificultó un poco.

Pero aquí la penúltima parte de esta historia. Espero que haya valido la espera.

No dejen de dejar sus comentarios y estrellitas 😅

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