Tengo que admitir que no la estoy pasando tan mal como creí, después del comentario de Nora tuve que salir unos minutos a tomar aire para poder calmarme un poco, procesar la información y prepararme mentalmente para regresar a la fiesta; la verdad es que no tenía ganas de irme porque quería poder acercarme a Cris un poco más tarde, así que tomo aire fresco y me regreso a la fiesta. Apenas termino de bajar las escaleras y Christian grita mi nombre y me hace señas para que vaya a donde esta, lo alcanzo, me recibe con un abrazo y me da su vaso, invitándome a beber.
“Tío, queya no toma.”
Eva le da un golpecito en el brazo y yo intento descifrar si dijo “que ya no toma” o sí dijo “que ella no toma”, se nota que ya están todos bastantes tomados y, por un momento, desearía poder beber, sí solo para no sentirme fuera de lugar. Por suerte la incomodidad pasa rápidamente al cambiar la canción, Eva y Lucas gritan de emoción y empiezan a cantar a todo pulmón, haciéndonos reír a todos los que estamos ahí. Poco a poco se me empieza a quitar la incomodidad, Eva y Lucas ayudan muchísimo, cantando y bailando y haciendo todo para que me una a ellos, Christian pone su brazo alrededor de mis hombros como si fuéramos super cercanos y, extrañamente, se siente bastante familiar… la verdad, es que es de las pocas interacciones que no me han hecho sentir incomoda.
Después de unas siete u ocho canciones, Lucas se excusa para ir al baño, y Eva y Christian se ponen a bailar una canción juntos, los dos se empiezan a meter demasiado en el baile para mi comodidad así que anuncio que iré por algo de beber pero ni me voltean a ver. Voy hacia la barra y alcanzo a ver a (quien yo espero sea) Cris subiendo las escaleras, espero un segundo para asegurarme que no la este siguiendo ninguna de sus amigas y subo detrás de ella. Las escaleras salen directo a una puerta entre la cocina y la sala, decido ir hacia la sala y salgo a una habitación enorme y caigo en cuenta de lo grande que es esta casa, no lo había notado cuando llegue porque Cris me estaba guiando, pero ahora que me encuentro sola puedo darme cuenta de que cualquiera que no conozca la casa se puede perder fácilmente.
“¿Todo bien?”
La voz sale de la nada y me hace brincar del susto, doy un giro a mi izquierda y veo a Alejandro saliendo de la cocina.
“Tío, joder, ¿Qué traen todos hoy que se decidieron a espantarme?”
Se ríe suavemente y mueve la cabeza.
“Lo lamento, pero la verdad es que podríamos decir que es un poco tu culpa.”
Llevo mi mano a la boca fingiendo estar ofendida.
“¿Mi culpa?”
“Claro, pareces un cachorrito perdido y pues esos son fáciles de sorprender.”
Me río fuertemente, en realidad no esta equivocado, todo esto si es un tanto nuevo para mi y supongo que se nota.
“Ya, pero no te enojes eh, lo digo solo de coña.”