Seis meses ya han pasado desde que Cris y yo estamos juntas, seis mágicos meses, un verano inolvidable, un cumpleaños perfecto y, actualmente, estamos decidiendo el disfraz para la fiesta de Halloween del viernes.
“Fijo tenemos que hacer algo de parejas, Joana, tiene que ser el mejor de la noche.”
Estamos en su habitación, acostadas en su cama, pensando en ideas para el disfraz sin llegar realmente a nada, todas mis ideas han sido rechazas hasta el momento, al parecer ir de alien o de dinosaurios no es “un look guay”. Nos quedamos debatiendo ideas, (y por “debatiendo ideas” quiero decir que Cris escribió una larga lista de ideas hasta que se cansó), hasta que Cris sacó su móvil y se puso a buscar fotos de disfraces de pareja en su Instagram.
“Vale tía, pero no me dejes buscando solo a mí. Anda abre tu insta y ayúdame a buscar, que ya mañana es lunes y se nos acaba el tiempo.”
“Ehm... Cris…”
Sin despegar la mirada de su móvil hace un movimiento con la cabeza indicándome que esta escuchando lo que digo, y la verdad es un poco adorable verla haciendo como que me puede poner atención mientras está viendo su celular.
“Cris, cariño, si ya sabes que yo no tengo Instagram.”
Cris frunce el ceño y me voltea a ver, por un momento se ve confundida, como si estuviera por contradecirme, hasta que sus ojos doblan su tamaño normal y se empieza a reír.
“Ah, coño, es verdad. A veces olvido que las personas grandes y la tecnología no se llevan bien. Aunque ya deberías irte abriendo el tuyo de nuevo eh.”
“Pues yo creo que s- Espera, ¿Qué? ¿Dijiste de nuevo?”
Se tarda un segundo en responder por estar viendo una foto.
“Pues sí, ¿no me dijiste que habías borrado uno?”
“No, no que yo recuerde.”
Me ve mientras mueve ligeramente su cabeza arriba y abajo.
“Ya. Pues me habré confundido, creo que fue Eva la que había borrado el suyo alguna vez.”
Cris se encoge de hombros y sigue viendo su celular, pero me deja pensando si tal vez en algún momento llegue a tener Instagram, digo, todo es posible en realidad, bien podría haberlo tenido y no recordarlo y que si lo haya borrado, igual lo comentare en mi siguiente sesión de tera-
“¡Cris! ¡Ese! Ese disfraz mola.”
“¿Tú crees?”
“Que sí, que sí. Es original, es visual, ¡está buenísimo!”
“Venga pues, mañana nos vamos a conseguir las cosas después del insti, que ahora ya me tengo que ir.”
“Bua, no. Venga, quédate un ratito más.”
Jalo a Cris de regreso a la cama conmigo donde nos besamos un rato mas hasta que definitivamente tiene que irse antes que, y usando sus palabras, su madre la castigue hasta la universidad; la acompaño hasta la puerta y le pido que me haga saber cuando llegue a su casa. Después voy a la sala donde están mis padres viendo la televisión y les pregunto si creen que esta todo lo suficientemente estable como para que pueda tener redes sociales, o Instagram, aunque sea, ambos se quedan en silencio unos instantes, volteándose a ver un par de veces, hasta que mi madre es la que habla.
“Lo platicas con Laura en tu siguiente terapia, ¿sí?”
“De acuerdo.”
Subo a mi cuarto sintiéndome un poco molesta, la realidad es que ya tengo 18 años y no tendría porque pedirles permiso, así que descargo la aplicación en mi móvil e ingreso mi número y creo una contraseña.
“¿Qué?”
La pantalla manda un aviso que no tiene sentido para mí, ¿Cómo podría ser?
“¿Cómo que esta cuenta ha sido bloqueada?”
Sacudo la cabeza, borro la aplicación y la vuelvo a instalar.
“El usuario no corresponde con la contraseña.”
Lo repito una vez más.
“Esta cuenta ha sido bloqueada.”
No entiendo nada, ¿acaso si habré tenido cuenta antes? De ser así, no me cabe duda de que mis padres saben algo al respecto. Me pongo de pie y voy hacia mi puerta, con toda la intención de confrontarlos, pero me detengo con la mano en la perilla y hago un par de ejercicios de respiración que aprendí en terapia; los repito un par de veces hasta que siento como mi cuerpo deja de vibrar y me puedo calmar un poco. Ya con la cabeza un poco mas tranquila me pongo a pensar en que si mi madre me ha dicho que lo hable en terapia será por algo, no saldrá nada bueno de saltar a conclusiones y pelear sin ninguna razón, y mas estando tan cerca de la fiesta.
Voy al baño, me lavo los dientes y me lavo la cara con agua tibia para calmar lo que queda de residuo de energía negativa, me cambio a ropa para dormir y me acuesto en mi cama.
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Abro la foto que me mando y no puedo evitar sonreír, es que me encanta vernos juntas.
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Le mando un mensaje mas deseándole buenas noches y recordándole que no se despierte tarde para que nos encontremos en el metro, me afirma que no pasará y la amenazo con que si no llega a la hora Amira y yo nos vamos y la dejaremos.
Una vez que dejamos de escribirnos, regreso al instagram, intentando un par de veces más sin éxito, me empieza a doler la cabeza y me froto la nuca con la mano. Creo que es mejor dejarlo así por ahora, así que dejo el teléfono en el mueble y me tomo una de las pastillas para prevenir la migraña, aun así me cuesta un poco de trabajo dormirme, por mas que intento no darle vueltas en mi cabeza no puedo, siento una ansiedad que me llena las manos y me acuesto sobre mi estómago para poder meterlas bajo la almohada.
No se en que momento me quedo dormida, pero mi sueño es agitado, me sueño en un pasillo oscuro lleno de puertas cerradas y todas las llaves que tengo están incompletas.
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