Perdoname (La Cita Parte 1)

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Llego al punto que me marca la ubicación de Cris, un pequeño bar, de esos que te encuentras sin querer, escondido en un rincón de la ciudad, pero uno de los mas bonitos que he visto. La música no es muy fuerte, hay para elegir zona adentro o afuera, no tiene muchísima gente y el ruido es mínimo y el lugar acogedor.





Le mando mensaje a Cris para avisarle que ya llegue y me responde que vaya a la parte de atrás a una de las mesas de afuera, sigo sus instrucciones y la veo sentada en una mesa en la esquina del patio del bar sentada mirando en mi dirección, veo su sonrisa cuando me ve entrar, veo como se sienta un poco más erguida y me saluda con la mano. Es una imagen como de película, las estrellas en el cielo, la luna, las hileras de lamparitas de papel que iluminan la parte de atrás del bar, Cris sonriéndome, la música de fondo es como si mientras camino todo se vuelve cámara lenta y no vuelve a la normalidad hasta que me siento frente a ella.





"Hola, guapa."





Me voltea a ver y sus ojos hacen un gesto de breve sorpresa.





"Por un momento pensé que no llegabas, estaba dispuesta a esperarte solo una o dos horas más, pero no más."





Me río y hago señas al mesero para que venga.





"Disculpa, es que me perdí un poco."



El mesero llega y, para mí sorpresa, ya trae dos botellas de cerveza en la mano, pone una frente a mi y otra frente a Cris, nos deja el menú y se va con una sonrisa.



"Espero que no te moleste, tardaba así que decidí ordenar."



"No, pero... ahm..."



"¿Qué pasa? ¿Ha pasado algo?"



Cris me ve y luego voltea a ver las botellas, y luego me voltea a ver a mi de nuevo.



"Eh, Cris... Es que, ahm..."



Poco a poco si expresión cambia de completa seriedad hasta llegar a una enorme sonrisa, y después comienza a reír.



"Jo, no te rayes, estoy jugando. Claro que me acuerdo que no tomas, es cerveza sin alcohol."



Entre cierro los ojos para fingir molestia, pero solo por medio segundo.



"La verdad es que nunca la he probado, espero que este buena porque si no entonces se me habrá volteado la broma."



Toma su botella y la gira un poco como si al hacer círculos pudiera probarla, es ridículo en realidad como una acción tan simple puede ser tan hipnotizante, cuando deja de darle vueltas y me voltea a ver se sonroja y me pregunto cómo la estaré viendo para obtener esa reacción.



"Pues, ¿salud?"



Alzo mi botella y ella la suya, y las chocamos al centro.



"Salud."



Ambas le tomamos al mismo tiempo y en cuanto el líquido entra a mi boca me doy cuenta que el sabor es terrible, no lo quiero ni tragar, pero antes de reaccionar esperare a ver que hace Cris porque no hay manera que si a ella le gusta yo no me vaya a tomar la mía. La volteo a ver y veo como trata con dificultad.



"Esta... buena, ¿no?"



La volteo a ver y levanto la ceja, ni siquiera me esta volteando a ver, sigue observando su botella con una expresión de profundo desagrado y no puedo aguantar la risa.



"¡No! Es terrible."



"Ostia, que bueno que tampoco te gustó, tía, me iba a dar a algo si me hacías tomarme esto."

Atrapando humoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora