Son las tres de la tarde cuando bajo del autobús para caminar a mi casa, hoy no tomé el metro para evitar encontrarme con Cris y con Amira, aunque no sirvió de mucho porque nos encontramos en la entrada del instituto, nos quedamos viendo unos segundos y cuando vi que Cris iba a acercarse me di la media vuelta y me fui, ni siquiera entiendo exactamente porque, fue simplemente un impulso. Pero no estoy enojada, ni siquiera un poco molesta, ver a Cris no me hizo sentir ninguna de esas emociones y me quedo con eso como algo bueno, simplemente algo dentro de mi necesitaba salir de allí, y eso hice.
Mi teléfono sonó una vez durante un par de segundos, alcance a ver el nombre de Cris en la pantalla por medio segundo y terminó la llamada. Eso fue como dos horas después de que me fuera de la escuela y desde ese momento no ha sonado mi teléfono. Ahora camino hacia mi casa y me encuentro con una escena familiar al ver a Amira de pie esperándome.
“Hola.”
“Hola.”
Nos quedamos en silencio tantito y luego decidimos ir a sentarnos a un parque que está cerca de mi casa.
“¿Cómo has estado?”
Me alzo de hombros, pero no respondo nada más.
“Honestamente no esperaba verte hoy en el insti, y tampoco esperaba que te fueras al vernos. Aunque, es entendible supongo.”
“Yo tampoco lo esperaba, de verdad. Creo que quede igual de sorprendida que vos.”
Amira me voltea a ver y puedo ver en su expresión que está pensando en decirme algo, tal vez en cómo decirlo, o tal vez en si decírmelo o no. pero definitivamente algo está pensando.
“Dale, Amira. ¿Qué es?”
“No quiero que pienses que no quiero decirte, es solo que no sé exactamente que te habrán dicho ya y no quisiera hablar de más.”
Pongo los ojos en blanco y exhalo fuertemente.
“Mira, que qué cansado que tengan que estar fijándose en que decir o no. Dale, tu di lo que tengas y ya está. Veremos qué pasa después.”
“Vale. Se que este fin de ha sido intenso y tal. Para ti, digo. Fijo has tenido una sobrecarga de información impresionante, y no quisiera agobiarte, pero hay otra cosa que debéis saber.”
Toma aire y me voltea a ver.
“Que, bueno, que, aunque entiendo que estas pasando por mucho pues, que esta semana va a ser una semana complicada para todos. Pero…”
Desvía la mirada un instante para tomar aire, y me mira de nuevo.
“Pero en especial para Cris. Se que no habéis hablado aún, y ya lo haréis cuando te sientas lista, pero Cris carga aun con algún secreto que solo ella sabe y que aún no puede decirte.”
Sacudo la cabeza en confusión, ¿más secretos?
“¿Qué secretos?”
Amira sonríe suavemente y pone su mano en mi mano.
“Eso ya te lo dirá cuando ambas estéis listas.”
Aprieta mi mano con más fuerza y suspira.
“Joana, lo que te voy a pedir es completamente injusto y en realidad no es mi lugar, pero lo haré de todas formas porque todos hemos pasado por un año estresante y de muchas emociones, en especial Cris y tú. Y digo año porque esta semana es un año de lo que pasó, y se que Cris la va a pasar fatal.
Se que no es justo que lo diga, pero por lo menos tienes una ventaja sobre ella para estos días de no poder revivirlo todo, pero sé que Cris estará dándole vueltas, aún mas de lo que lo hace en cualquier otro día. El tiempo que no estuviste la pasó fatal y pensé que nunca sería la Cris de antes…”
Toma una pausa y continua.
“Cuando tu regresaste, algo dentro de Cris volvió también, y esta semana va a ser dura, mucho, además de que la siguiente semana es su cumpleaños y va sin necesidad decirte que el del año pasado fue nada agradable y tenia esperanzas de que ahora…”
Creo que se da cuenta que esta dando vueltas en lo que está diciendo y se detiene para respirar un momento.
“Lo que te quiero pedir, Joana es que, aunque no le hables, que vayas al insti. Solo con que estés ahí, con que Cris te pueda ver.”
La miro sin decir nada, siento una presión en el pecho que no esta relacionada a ansiedad mía sino a una añoranza por Cris, por lo que ella pueda estar pasando y sintiendo, y es diferente a como lo pasaba antes, antes cuando pensaba en lo que Cris pudiera estar pasando era siempre relacionado a algo mío, que estaría pensando de mi o sintiendo por mí, por mi culpa, por algo mío. Pero ahora, lo siento solo por ella, no está esa inseguridad ni esa duda dentro de mí, es simplemente que pienso en ella pasándola mal y me duele.
“Piénsatelo, ¿vale? Me tengo que ir ya.”
Se pone de pie y pone su mano en mi hombro.
“Joana, perdona si estoy poniendo mucha presión.”
Me pongo de pie también.
“No te preocupes, Amira. No te puedo prometer nada, pero lo pensaré.”
“Vale. Chao.”
Me quedo en mi cuarto el resto del día, acostada viendo hacia el techo, de vez en cuando abro mi galería de fotos del celular y veo las fotos con Cris, abro WhatsApp y veo su foto, me alivia ver que no la ha cambiado y sigue teniéndonos a las dos. Cierro WhatsApp y abro Instagram, aun no he abierto mi cuenta porque estábamos esperando que les respondiesen a mis padres sobre si se podría recuperar o no, pero ya no tengo paciencia, así que me creo otro correo y me abro una cuenta. Selecciono una foto, le pongo mi nombre y me voy a buscar el de Cris enseguida.
No puedo evitar la sonrisa inmensa al ver sus fotos, fotos con las chicas, en una manifestación, en fiestas, con su hermano, selfies. Bajo unas cuantas filas de fotos antes de llegar a las fotos en las que aparezco yo, la primera estoy yo acostada en su hombro creo que estoy dormida, ella con un suéter rosa y yo con una chamarra de mezclilla (que al parecer usaba muchísimo), una foto de nuestras manos, la foto de la fiesta que Nora tiene en su habitación. Me siento y recargo la espalda en la pared.
Me meto a las fotos etiquetadas y veo más fotos, con Amira, con Nora, con Viri. Viendo las fotos me siento un poco triste, se ven todas tan contentas, sonrientes, felices… bueno, nos vemos porque también estoy ahí. Estoy en las fotos y no puedo recordarlo, y experimento una sensación de pérdida. Regreso al Instagram de Cris y abro una foto en la que estamos tomando una cerveza juntas, es un momento bastante casual, nos vemos relajadas y sin presiones, me concentro en la foto intentando recordar algo, lo que sea, pero no hay nada. Y pienso en Cris y en como será para ella saber que no puedo recordar nada de lo que vivimos, de lo que crecimos juntas.
Si yo tengo esta sensación de pérdida, no imagino como lo vivirá Cris, y aunque aún necesito respuestas, ahora sé que ella debió tener una paciencia increíble conmigo, una gran fuerza para poder lidiar con tanto, y puedo darme cuenta de como dejo sus sentimientos de lado por asegurarse constantemente de que yo estuviera bien. Y en ese momento me doy cuenta de que la decisión está tomada.
Mañana que vaya al insti, no volveré a huir. Es mi turno de estar para ella, de la manera que pueda.