Estoy lista desde las siete, pero aún no me animo a salir de mi casa, la verdad es que si me gustaría llegar desde las 7:30, es solo que no se si podría lidiar con la incomodidad de estar ahí sola con las chicas… pero, al mismo tiempo, quiero llegar temprano para ver a Cris y ni siquiera entiendo porque, solo se que eso es lo que quiero en estos momentos.
He dado vueltas en mi habitación durante los últimos 20 minutos, me paro y me siento en la cama, me amarro el cabello, lo suelto, me cambio la sudadera, me estoy empezando a sentir un tanto ansiosa y tampoco entiendo porque, es una simple fiesta, y tampoco es a la primera a la que voy… creo, a veces hay cosas que son un poco confusas cuando intento recordarlas y es a causa de las migrañas que me dan de vez en cuando. Puede llegar a ser frustrante pero no es algo que afecte mi día a día así que simplemente dejo ir las cosas que no llego a recordar siempre. Pero bueno, las manos me empiezan a temblar un poco, veo el reloj y ya son 7:25, así que tomo la decisión de irme en ese momento, sin pensarlo mas.
Una vez que llego a la estación mas cercana a la dirección le escribo a Cris para pedirle que me mande su ubicación exacta, aunque la zona me es vagamente familiar en realidad no me puedo ubicar muy bien y no quiero pasarme de la casa. Llego a la casa y me quedo afuera unos momentos, es una casa enorme, por lo menos de unos dos pisos, pienso en el tamaño de la fiesta y en cuanta gente habrá y me empiezo a sentir ansiosa de nuevo, considero irme y disculparme con Cris, pero un segundo antes de que tome la decisión se abre la puerta y sale Cris.
“¡Hola! Que bien que has llegado, vamos mas atrasadas de lo que creíamos y necesitamos toda la ayuda posible, ven, pásate.”
Me toma de la mano y me jala para adentro de la casa, cruzamos por el recibidor, la sala, luego un pasillo, luego bajamos unas escaleras hasta llegar al piso de abajo, durante todo el trayecto no soltó mi mano ni un momento, hasta que entramos al sótano. Justo en la entrada estaban Amira y Nora, y noto como sus miradas bajan inmediatamente a nuestras manos y como Cris me suelta inmediatamente.
“Chicas, ella es Joana.”
Las dos me voltean a ver a los ojos, Nora alza la mano y se presenta con su nombre, y Amira simplemente dice su nombre, voltea a ver a Cris y se va al otro lado de la habitación donde se encuentra Viri colgando algunas decoraciones. Cris me toca el hombro y me hace una seña para que la siga, así que camino detrás de ella hasta un gran sofa donde está la quinta chica sentada con un vaso en la mano.
“Ey, Eva.”
La chica voltea hacia arriba y casi escupe lo que estaba bebiendo cuando me ve.
“Eva, ella es Joana. Joana. Eva.”
Eva se acerca, me saluda de doble beso y me da un abrazo rápido.
“Joana, un gusto.”
“Igualmente.”
Nos quedamos en silencio unos segundos, los cuales aprovechan para compartir una mirada que no entiendo.
“Y, bueno, ¿en qué les puedo ayudar?”
Eva está por decir algo cuando Amira grita desde el otro lado que necesitan ayuda allá para colgar unas cosas y que yo soy la más alta. Volteo a ver a Cris, quien se ve un poco decepcionada, subo los hombros y ella hace un gesto con la cabeza, ambas un tanto resignadas a separarnos. Llego hasta donde Amira y Viri y les pregunto dónde me necesitan.
“Acá, estos deben de ir justo en esta parte de la pared.”
Viri es quien me esta dando las indicaciones y yo las sigo sin problema, me alegra que hable tanto porque así puedo ignorar el hecho de que Amira no ha hecho más que observarme.
“Chicas, ahora vuelvo. Necesito más cinta.”
Viri se va dejándome sola con Amira, justo lo que me faltaba. Nos quedamos en un silencio incómodo donde pretendo estar viendo mi celular y ella finge que no me está observando. Esta situación continúa hasta que yo ya no puedo más.
