Me despierto de golpe, el mismo sueño que he tenido durante los últimos seis meses, sueño que causo que tuviera que empezar a ver un terapeuta porque despertaba espantada, llorando y sin saber dónde estaba, el terapeuta me recomendó poner ciertos objetos en puntos clave en mi habitación para poder reconocerlos rápidamente y recordar que estaba en un lugar seguro. Me siento en mi cama y tomo un poco de agua, me tomo unos momentos para respirar y reconocer mi entorno, ubico los objetos (un poster, un peluche, una foto, mi computadora), y me tranquilizo.
Se supone que debo de anotar siempre el sueño cuando despierto, pero lo deje de hacer hace un mes pues siempre es el mismo, sin embargo, esta vez sí lo anoto, aun cuando tiene el mismo inicio y el mismo final, solo que, justo en el último instante, esta vez vi la cara de Cris en lugar de una luz brillante.
Una vez que me calmo por completo, tomo mi celular y abro el WhatsApp, después de pensarlo un minuto abro un chat con Cris, en realidad no tengo pensado escribirle nada seguro está dormida y solo quiero ver su foto, así que me sorprendo al ver que esta en línea, me fijo en la hora y son casi las tres de la mañana. Vuelvo a fijarme en el chat y me aparece que esta escribiendo, me entra una sensación en el estómago que no recuerdo haber sentido jamás.
Pareciera que Cris ha escrito durante una eternidad y cuando llega el mensaje son solo dos palabras.
- ¿Estas despierta?
Me imagino que ya le habrá aparecido que leí el mensaje, así que se que tengo que contestarle… además, quiero hacerlo.
- Sí, tu?
En cuanto mando el mensaje me dan ganas de azotarme contra la pared, “y tú?”, que torpe, es obvio que está despierta.
- Bueno, es obvio que estás despierta. Jejeje.
- Sí, no podía dormir.
- Yo tampoco… bueno, no me podía volver a dormir, me desperté por un sueño que tuve.
- Pesadilla?
- No, no realmente. Solo un sueño recurrente.
- Ya.
- Y tú? Pesadilla también? O vienes regresando de la fiesta? Jejeje
- No, que va! Si las fiestas ya no son lo mío, solo no podía dormir por alguna razón.
Dejamos de escribir después de eso, pero seguimos las dos en línea, tengo muchísimas ganas de preguntarle porque todos se comportan tan extraño cerca de mí, porque siempre parece que quisiera decirme algo, pero no lo hace… pero no se como hacerlo. Así que solo me quedo con el chat abierto viendo el “en línea” junto a su nombre. Después de unos tres minutos desaparece el en línea, pero a los 30 segundos aparece “escribiendo”, así que espero antes de cerrar el chat.
- Joana, he estado comiéndome la cabeza desde el lunes y, pues, solo quería mmm... disculparme supongo, si, no sé, te has sentido incomoda o algo por mi culpa, de verdad que no es mi intención, es solo que, pues…
Hasta ahí llega el mensaje, y no aparece que siga escribiendo. No se si espera que le conteste algo, o no, pero no tengo idea de que decirle. Empiezo a escribir, pero veo que ella también así que me detengo y espero.
- Es solo que el año pasado perdí a alguien que era muy especial para mí, fue repentino y yo… bueno, no importa. Es solo que me recuerdas mucho a esa persona y es un poco difícil a veces.
Me quedo congelada y leo sus mensajes unas 3 veces más, de todas las cosas que me podría haber imaginado esta definitivamente no estaba en la lista. ¿Qué se dice cuando alguien confiesa algo así? Mis dedos pasan por encima de las letras esperando que mágicamente se me ocurra algo que decir, se que Cris esta esperando que le diga algo así que digo lo más cliché del mundo.
- Lo siento mucho, Cris. De verdad.
Giro los ojos de lo pésimo que es mi mensaje, me gustaría poder decir más, pero en realidad que no se me ocurre nada más. Se que ha sido incomodo para mí, pero no imagino lo difícil que habrá sido para Cris.
- Gracias.
- Me gustaría poder decir más, pero la verdad es que no se me da. Si todo ha sido un poco incomodo para mí, solo puedo imaginar lo difícil que han sido estos días para ti. De verdad, lo siento.
No se porque, pero me siento bastante triste, como si pudiera sentir esa perdida como mía también; Cris genera muchas sensaciones confusas en mí.
- Ya. Si, ha sido difícil, fue todo muy inesperado y, pues ya.
- Lo siento.
- No es tu culpa, y por eso es que quise disculparme. No quiero que tu estadía en la escuela sea incomoda por culpa mía.
- No lo es, de verdad. No te preocupes. 😊
Dejamos la platica nuevamente por unos minutos y siento como me empieza a dar sueño de nuevo, estoy a punto de quedarme dormida cuando suena mi celular.
- Buenas noches, Joana.
- Nos vemos mañana.
Bloqueo mi celular, lo pongo en mi mueble y me acuesto. Después de eso logro dormir el resto de la noche sin despertarme.
** créditos de la imagen para @rvller-costher