Sábado

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La fiesta está a reventar, la música a todo volumen, todos bailando y cantando y bebiendo, y pasándola genial. Nuestro disfraz si ha sido de los que más han gustado, Amira disfrazada de adivina debería ganar más original, Nora y Eva nos han matado de la risa con su disfraz coordinado, Hugo no ha podido quitarle los ojos de encima a Viri, y Alejandro ha estado cerca de Nora toda la noche.

“Eh, ¿Cuándo creéis que Nora ya vaya a dejar de fingir que no quiere estar con Alejandro?”

Cris y Amira los voltean a ver y ríen alzando los hombros.

“Esa es la pregunta del millón, si se ve a leguas que le quiere.”

“Pues sí, igual creo que no quiere por… ¡Viri!”

Las tres volteamos a donde está Viri justo a tiempo para ver el beso que se da con Hugo.

“Bueno, creo que hoy Viri se liará.”

Se acerca corriendo Eva a donde estamos, con la misma cara sorprendida.

“¿Pero ustedes sabíais de esto?”

Las tres decimos que no, pero al final quedamos de acuerdo que nos alegra por ellos, ya era hora que estuvieran con alguien que sintiera lo mismo.

“¡Chicas! Hagamos una foto. Como en los viejos tiempos, ¿no? Todos juntos.”

Llega Christian con Alejandro y todos posamos para la foto, luego para un boomerang, y luego hacemos un shots todos juntos, luego nos volvemos a separar y quedamos nuevamente Cris, Amira y yo.

“Amy, acompáñame a por otra cubata.”

Cris la toma de la mano y van a la barra, han estado haciendo mucho durante la fiesta, irse juntas de vez en cuando y cuando regresan casi nunca traen lo que supuestamente fueron a buscar, y cada que regresan Cris se siente ansiosa. No puedo decir que no me intriga de que hablan, pero asumo que Cris me contará mañana así que no lo pienso demasiado.

Ya van unos cinco minutos que no regresan y tengo que ir al baño, así que me acerco a Nora para avisarle para que le diga a Cris en caso de que regrese, y Alejandro me dice que use su baño del piso de arriba porque fijo el de abajo estará lleno, así que voy al piso de arriba y ya llegando me doy cuenta que en realidad no se donde sea el baño. Voy a la derecha y hasta la última puerta, entro a la habitación y encuentro el interruptor de la luz, lo enciendo y veo que no es un baño, por el póster gigante que hay de una motocicleta llego a la conclusión que es la habitación de Alejandro.

Me debato entre darme la vuelta o entrar, en verdad quiero ir al baño, pero me gana la curiosidad y entro. Empiezo a caminar por la habitación y me entra una sensación de familiaridad, como la que tenía las primeras veces que fui a casa de Cris, como dejavu. Camino lento y hago lo que puedo para observar todo lo que hay, pero cada vez me es más difícil concentrarme porque la cabeza me empieza a doler, empieza a punzarme y mis oídos empiezan a zumbar. Hago presión con la palma de mi mano izquierda en mi sien y con la derecha me recargo en uno de los muebles, en la orilla de mi ojo veo un espejo con algunas fotos y me acerco a verlas. Christian y Alejandro, Alejandro y Nora, Nora, todas las chicas y Christian, Alejandro en una moto, y Christian y Alejandro posando en la playa.

Me quedo viendo esa foto, hay algo raro en ella, como que… algo le falta, pero no logro descifrar que es. Mi corazón de acelera y mi respiración se vuelve más agitada, la sensación de adormecimiento vuelve a la punta de mis dedos, y estiro el brazo para tocar la foto y veo como mi mano tiembla mientras lo hago. Alcanzo a tocarla y puedo sentir como la orilla de la foto que está en el marco del espejo es más gruesa, como si estuviera doblada, la separo y la tomo con ambas manos, puedo ver claramente el doblez, mi corazón está latiendo en mi pecho, y en mi garganta, y en mi cabeza, y en mi estómago. Cierro los ojos fuertemente y exhalo. Deshago el doblez de la foto aun con los ojos cerrados y después de algunos segundos, abro los ojos.

Inmediatamente se me llenan los ojos de lágrimas y se me va el aire, estoy mirando la foto y no entiendo nada, parpadeo rápidamente como si eso fuera a aclararlo todo. Se que estoy empezando a hiperventilar y necesito calmarme. Necesito mantener la calma un poco más. Inhalo por la nariz y exhalo por la boca varias veces hasta que mi cabeza deja de dar vueltas, me aseguro de limpiar las lágrimas de mi cara y tomo la fuerza y el valor que puedo juntar para salir de la habitación y bajar las escaleras. Al salir de la habitación, unos cuantos pasos antes de las escaleras choco con alguien, me disculpo y al escuchar quien es me detengo en seco.

“Tía, ¿estás bien?”

Volteo a verlo y me acerco, principalmente porque no confío en mi voz, y también porque veo que Christian va pedisimo y no quiero tener que gritar ni repetir lo que le voy a preguntar.

“¿A qué te referías hace rato cuando dijiste “todos juntos como en los viejos tiempos”?”

“¿Cómo?”

Me acerco más, mi corazón sigue acelerado y mis manos están como vibrando.

“Pues eso, hace rato, cuando nos hiciste la foto a todos. Dijiste ‘todos juntos como en los viejos tiempos’, y no entiendo a qué te referís.”

Christian sonríe y se ríe ligeramente.

“Aaaaah, ya te pillo.”

Se ríe nuevamente y se para al lado mío para poner su brazo sobre mis hombros.

“Pues eso, tía, que después de lo que pasó y de que no sabíamos si ibas a estar bien, pues, no se… Te eche de menos. Pero pues ya aquí estas otra vez y esta de puta madre volver a ser amigos.”

Se ríe una vez más y se acaba el trago de cerveza que le quedaba antes de bajar las escaleras. Y yo me quedo ahí, de pie, con la cabeza y el corazón a mil por hora. Siento que me convierto en estática, que estoy ahí pero que no peso absolutamente nada. Con frío. Tengo poco control de mi cuerpo, pero con ese poco control me las arreglo para bajar las escaleras, me faltan unos tres escalones cuando alcanzo a distinguir a Cris y a Amira hablando con Christian, el voltea a donde yo estoy y me señala sonriendo aún. Al ver a Cris mis ojos inmediatamente se llenan de lágrimas y siento el estómago pesado, supongo que lo alcanza a notar porque camina lentamente hasta llegar a las escaleras mientras yo termino de bajarlas.

“¿Joana?”

Sus ojos muestran preocupación y ansiedad, volteo a ver a Amira y sus ojos también se ven alertas.

“Joana, ¿está todo bien?”

Me siento mareada, agito ligeramente la cabeza y empiezo a caminar hacia atrás, en dirección contraria a donde está Cris, pero sin dejar de verla.

“Eh, Joana, ¿qué pasa?”

Volteo a ver a Amira y todo empieza a dar vueltas alrededor de mí. La música. Las luces. La gente. El ruido. El calor. Todo se vuelve insoportable. Asfixiante. Tengo que salir de allí. No sé como, pero logro encontrar la puerta de salida de la casa y me encuentro afuera en el patio jadeando por respirar. Escucho varios pasos detrás de mí y volteo a ver quién es. Cris, Amira y Eva están saliendo de la casa también, pero Cris es la única que se acerca a mí. Logro concentrarme lo suficiente para que todo gire menos ella. Cuando está lo suficientemente cerca de mi empiezo a sentir que la estática que me conformaba, se convierte en una vibración cada vez más intensa, una fuerza que me permite tomar la foto que aun sostengo en mi mano y ponerla fuertemente en la mano de Cris. Ella voltea a ver la foto y enseguida me voltea a ver a mí. Sus ojos azules nublados por las lágrimas y puedo ver que su respiración va a mil como la mía.

“¿Qué significa esto?”

Ella no dice nada, abre y cierra su boca un par de veces, pero sin salir un solo sonido.

“¿Qué es esto, Cris? ¿Qué significa?”

Cris baja las manos y deja caer la foto.

“Joana, yo… yo intenté… yo quería…”

Siento como si me hubieran dado un golpe en el estómago y me quedó sin aire.

“Entonces es verdad, lo que dijo Christian es verdad.”

Me doy media vuelta y alzó la cara, intentando respirar un poco mejor. Todo empieza a dar vueltas en mi cabeza. Todos los momentos. Las miradas los primeros días de clase. Los dejavus. La forma que Cris me miraba. El cómo siempre buscaba algo en mis ojos. La familiaridad. El comentario de Dani. Las miradas de la mamá de Cris. La preocupación de mis padres por nuestra relación. Todo empieza a caer poco a poco y a asentarse. Y entonces me quedo solo con una sensación de enojo. Volteo a ver a Cris y veo que sigue llorando, con una mano en el pecho y otra en el estómago. Me acerco a ella y me mira, pero no puedo entender lo que dicen sus ojos.

“Es verdad.”

Cris asiente con la cabeza en silencio.

“Y vos lo sabias y no me dijiste nada.”

“Yo… yo no sabía co… pensé que te perdería de nuevo y… yo…”

Desvío la mirada de Cris y volteo a ver a las otras dos chicas que están aún en la puerta de casa de Alejandro, detrás de ellas puedo ver a toda la gente dentro, bailando, bebiendo, riendo, ignorantes a lo que pasa a solo unos metros de ellos, a como mi corazón se parte en mil pedazos, a como Cris tiene que taparse la boca para no llorar, a como todos los sonidos se vuelven sordos.

Regreso mi mirada a Cris y mi mente ha perdido toda capacidad de procesar información. Empiezo a dar unos pasos hacia atrás y Cris se mueve hacia adelante.

“Déjame, Cris. Quedate ahí.”

“Joana… solo… por favor escúchame.”

“No. No tengo ganas de seguir escuchando mentiras.”

Cris pierde la batalla contra las lágrimas, Amira y Eva corren hacia ella mientras yo me doy la media vuelta y me voy.

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A/N: No me odien y dejen sus comentarios

Atrapando humoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora