Días de Verano

IX.

[Villa Truvi, 20/7/2021, 01:23]

El día 19 había sido un día tenso en Villa Truvi, repleto de silencios incómodos, ninguno de los adolescentes era capaz de adivinar el porqué pero todos sabían que una tormenta de verano estaba a punto de llegar a la villa. Se dice que una tormenta es el fenómeno que se caracteriza por la coexistencia y el contraste de dos o más masas de aire a diferentes temperaturas que acaban provocando una inestabilidad. Y esto es precisamente lo que sucedía en Villa Truvi, a escondidas de los demás Rafa y Eva compartían todos los momentos de intimidad posible pero cada vez quedaba menos para que acabasen chocando con Hugo creando así una de las mayores tormentas de verano jamás vistas en la isla.

Hugo se desveló pasada la medianoche del 19. Eva no estaba a su lado pero no le quiso dar más importancia, quizás estaba durmiendo en la habitación de Samantha como tantas otras noches, penso él. Podría haber seguido durmiendo y todo hubiese seguido en paz, pero el problema es que se había desvelado por culpa de la sed, así que se levanto de la cama y salió de su habitación en dirección a la cocina. En un primer momento no se dio cuenta de la imagen que se podía ver a través de los ventanales de la cocina/comedor. Abrió la nevera, cogió la botella de agua y dejó que los litros de agua descendieran por su garganta, mientras la puerta de la nevera le impedía ver la escena que estaba teniendo parte en el jardín de la villa.

Como cada noche, Rafa y Eva se habían encontrado en la piscina para disfrutar de un baño nocturno alejados de los demás. Nunca pensaron que esa noche alguien llegaría a destapar su secreto, y mucho menos pensaron que sería Hugo. Después de tres noches seguidas sin dormir prácticamente, el rubio había caído rendido en su cama antes de las once de la noche. Rafa y Eva, desde la piscina no vieron quién estaba hidratándose en la cocina, sino hubiesen hecho todo lo posible para que su pequeño secreto hubiese seguido siendo su pequeño secreto.

Pero Hugo, al cerrar la nevera, si vio que había una pequeña luz encendida en el jardín, era la linterna del móvil de Eva, que había olvidado apagar, aunque Hugo pensó que sería alguna de las luces de exterior. Sin saber que era lo que encontraría en la piscina, Hugo se dirigió hacia la luz con intención de apagarla y seguir durmiendo, pero lo que encontró no le permitió dormir en todo lo que quedaba de noche.

- Sois unos hijos de puta! - Esas palabras fueron las únicas que Hugo fue capaz de pronunciar al ver que su mejor amigo y su novia se estaban enrollando en la piscina.

Rafa y Eva se separaron de golpe al escuchar las palabras del rubio. No sabían que hacer en ese momento. No sólo era el shock, sino que a eso se le sumaba que no había ni un centímetro de tela que cubriese sus cuerpos desnudos bajo el agua.

Hugo apretaba sus puños mientras su mirada seguía fija en la pareja. Contaba hasta diez, controlaba su respiración, todas esas cosas que su psicóloga le había aconsejado hacer cada vez que la ira inundase su cuerpo. Pero nunca era capaz de controlarse, nunca era capaz de evitar que la agresividad se apoderase de él.

Empezó a pegar todo lo que se encontraba en su camino, hamacas, fanales, botellas que habían quedado sin recoger de la fiesta del día 18. Rafa y Eva observaban a Hugo petrificados a la vez que intentaban dar algún tipo de explicación, pero las palabras eran incapaces de hallar un camino para salir de sus bocas. Nunca habían visto al chico tatuado de esa forma, sí conocían la agresividad del chico pero nunca lo habían visto tan incontrolable.

- No vais a decir nada, no? - espetó Hugo cuando ya no le quedaban más objetos que golpear. - Pues ahí os quedáis.- Hugo desapareció del lugar mientras Rafa y Eva seguían en estado de shock dentro de la piscina.

Hugo se fue de la villa, empezó a andar dirección a el único sitio donde sabía que sería capaz de encontrar alguien que le serenase, a el sitio donde estaba esa chica que sin apenas conocerlo fue capaz de evitar que su novio volviese a Barcelona con dos costillas rotas. Tenía razón la puta repipi pensó para sus adentros recordando la conversación que había mantenido con Anaju la noche anterior.

[Villa Azucena, 20/7/2021, 01:54]

En Villa Azucena todos estaban sumidos en el sueño de Morfeo cuando el timbre de la villa sonó. Todos, menos dos personas. Adri y Anaju disfrutaban de una noche de pasión desenfrenada. Desde que la noche anterior, la alcañizana había tomado la decisión de no volver a cruzar palabra con Hugo, la pareja volvía a estar en fase de luna de miel. Pero el timbre y sobre todo la persona que estaba llamando a la puerta, estaban a punto de acabar con esa fase, por segunda vez.

En un principio Adri y Anaju trataron de hacer oídos sordos a ese estridente ruido que provenía de fuera de la villa, esperaban que alguno de sus amigos fuese capaz de levantarse a ver que es lo que estaba sucediendo, pero el timbre no dejaba de sonar y nadie parecía que fuese a interrumpir su sueño, así que finalmente fue Adri, a petición de su pareja, quién interrumpió su noche de placer con intención de mandar a la mierda a el niñato que estuviese gastando esa broma de mal gusto.

- Está Anaju? - inquirió Hugo con la voz suficientemente alta para asegurarse que la aragonesa le escuchase.

- Está durmiendo, así por favor te vuelves a tu casita y dejas de molestar - dijo Adri sin comprender el porqué Hugo se había plantado en su villa a esas horas de la noche.

- Mira estoy muy alterado, y por el poco aprecio que le tengo a tu novia no me gustaría romperte dos costillas ahora mismo, así que por favor déjame hablar con ella - manifestó Hugo intentando controlar su ira.

- Te he dicho que está durmiendo - Adri alzó su volumen de voz encarándose con Hugo.

- No me lo creo! Sería de muy gilipollas pensar que está durmiendo cuando me has abierto tú, en calzoncillos, estabais follando.

- Sí estábamos follando, algún problema?

- No, ninguno siento interrumpirte el polvo, pero necesito hablar con Anaju.

- Anaju no quiere hablar contigo.

- Déjale pasar - se escuchó la voz de Anaju desde el hall de la villa y sin dudar ni un segundo Hugo entró a la villa empujando a Adri por el camino.