Días de Verano

V.

[Villa Azucena, 16/7/2021, 21:37]

En menos de una hora el grupo de Villa Azucena estaba listo para dirigirse a Villa Truvi. Todos estaban preparados, menos Adri. El chico de piel morena no dio su brazo a torcer, seguía tumbado en el sofá con el mismo atuendo con el que había llegado de la playa horas antes.

Rafa y Bruno, que habían organizado el plan, habían quedado a las diez menos cuarto en Villa Truvi, iban a cenar y lo que surgiese. Lo que surgiese significaba fiesta, alcohol, música y desfase en casa de los Romera, y quizás también algún baño nocturno. Durante las próximas tres semanas, la mayoría de planes conjuntos que harían ambos grupos serían ideados por las mismas mentes pensantes de esa primera fiesta.

[Villa Truvi, 16/7/2021, 21:45]

Ding dong

Sonó el timbre y todo el grupo fue a recibir a los publicistas, bien todo el grupo no. Hugo se había quedado en el comedor. No quería formar parte de lo que consideraba un acto de traición enorme por parte de su mejor amigo.

Rafa abrió la puerta y saludó a los que se acabarían convirtiendo en algunos de sus mejores amigos.

- Ei qué tal Bruno? - preguntó Rafa de forma retórica - Veo que no os habéis perdido - chinchó el del pelo rizado.

- A ver ricitos, que somos nuevos en la isla, pero un par de calles las podemos andar sin problemas - respondió el uruguayo. - Te presentó a los demás publicistas, Flavio, el lobo solitario, Javy, el que se ha dejado la novia en Barcelona, Mai, mi novia y Anaju, la que se ha dejado el novio en la villa, el mayor, Adri.

- Pues te presento yo a los míos, hierbecitas, Sam, la reina del drama y una sin filtro, Gèrard y Anne van en pack, son los agapornis, Eva, la reina del baile, sirenita le llamamos por los ojos azules y porque hace natación sincronizada - apuntó Rafa a la vez que intentaba imitar los movimientos de ese deporte - y luego está el rei del baile, Hugo, pero que también lo conocemos por enanito gruñón. Se ha quedado abajo en el comedor, está un poco enfadado pero se le pasará rapidito.

Después de besarse, abrazarse y saludarse por decimotercera vez bajaron al salón donde les esperaba Hugo. Sus planes iniciales de no saludar a nadie se truncaron al ver a Anaju bajar por las escaleras. Se quedó pasmado al ver a la alcañizana, realmente había logrado el objetivo de dejarlo sin palabras. Anaju lucía un crop top cruzado en diagonal negro con su buen escote y una mini falda de tubo negra. Pero Hugo no era el único que se había quedado estupefacto, él había logrado el mismo efecto en ella. Por no tener ganas de fiesta si que se ha arreglado pensó la alcañizana al ver los tres botones desabrochados de su camisa blanca recién planchada que combinaba perfectamente con ese tatuaje del cuello que tanta curiosidad le provocaba.

- Hugo, que se te ha comido la lengua el gato? - chinchó Rafa - saluda a los invitados, enano!!

- No me calientes Rafita, no me calientes - dijo Hugo tratando de disimular el trance del que acababa de salir. - Hola a todos, veo que habéis dejado al guiri en casa, así mejor - saludó al grupo con cara de pocos amigos.

Hechos los saludos se sentaron a la mesa a cenar hamburguesas con patatas fritas, alta cocina de estudiantes pre y post universitarios. La cena fue protagonizada por las primeras conversaciones que se tienen cuando conoces a alguien. Ambos grupos explicaron que les había traído a la isla, de donde eran, los publicistas atemorizaban a los recién salidos del instituto sobre su futuro más próximo, los pequeños se reían sobre el poco conocimiento que tenían los mayores de la isla,... Poco a poco iban conociéndose los unos a los otros. Con el primer cubata empezaron a crearse diferentes grupitos alrededor de la mesa. Sam y Eva habían congeniado con Mai y Anaju, Flavio conectó rápidamente con Gèrard y Anne, Bruno y Rafa habían conectado desde el primer minuto y a ese dúo, como no, se les había unido Javy y finalmente estaba Hugo, observando los toros desde la barrera pero con la mirada clavada en Anaju.

Con el segundo cubata en mano decidieron continuar la fiesta en el jardín. Entre todos trasladaron el alcohol, las bebidas carbonatadas, el hielo y los limones a la mesa exterior. Bailaban como si no hubiese un mañana, saltaban, cantaban, parecían sacados de un anuncio de Estrella Damm.

Hugo bailaba con Eva, pero la mirada se le iba todo el rato a Anaju sin entender el porqué. No comprendía que una repipi como ella pudiese tener ese cuerpo perfecto, esa melena larga con unas ondas que parecía recién salida de la peluquería. Pero lo que más le sorprendía de esa chica era esa serenidad que él tanto anhelaba, esa forma por la que se preocupaba por que todos estuvieran bien pero sin llegar a ser cargante.

Eva también bailaba pensando en alguien más, en Rafa. Realmente se había enamorado del mejor amigo de su novio y no sabía como cortar con esa situación sin hacer daño a ninguno de los dos, cada vez que pensaba en eso se acordaba de lo que había vivido con Aurora hacía dos años y no quería que Rafa y Hugo pasaran por lo mismo. Pero por desgracia la situación cada vez se complicaba más para ella y el carácter tanto de Hugo como el suyo no ayudaban para nada.

**********

Anaju se sentó en una de las hamacas a descansar un poco. A los pocos minutos Hugo se sentó a su lado.

- Como se notan los 22 años, estás ya mayor para bailar toda la noche - dijo el del tatuaje en el cuello de forma burlona.

- Como se notan los 18 años, quieres ir a dormir ya niñato? - contratacó la morena.

Se formo un silencio incómodo entre los dos. Cuando Anaju se levantó dispuesta a seguir bailando, Hugo la agarró de la mano. Con ese primer contacto físico saltaron chispas. Un calambre recorrió el cuerpo de ambos, pero los dos disimularon.

- Perdón, siéntate. No te vayas aún - suplico el cordobés.

- Qué quieres Hugo? - preguntó la alcañizana con impaciencia.

- Es que no entiendo qué me pasa contigo - trató de explicar el chico.

- Pues si no lo entiendes tú, mal empezamos - dijo Anaju mientras se sentaba de nuevo en la hamaca.

- No entiendo que una pija como tú sea tan, tan, no sé, tan poco pija - por poco pija, Hugo quería referirse a agradable, amable, atenta, simpática, pero no iba a mencionar todas esas palabras todavía.

- Quizás es que no soy tan pija como crees - argumentó la morena.

- Anaju, Anaju, seguro que es diminutivo de nombre compuesto, es imposible que no seas pija - razonó el rubio con impertinencia.

- Apareció el niñato de nuevo, mira que me voy eh - amenazó Anaju levantándose de la hamaca.

- Lo siento, ya te he explicado que no se controlarme contigo, me sacas de quicio - dijo Hugo sin intención de herir a la chica, aunque Anaju se lo tomó demasiado a pecho.

- Tú también me sacas de quicio y no pierdo el control contigo, imbécil! - espetó Anaju como contestación mientras abandonaba la zona de hamacas.

- Lo siento, joder, lo siento - gritó Hugo mientras trataba de frenarla.

- Última oportunidad - declaró Anaju volviendo a la zona de hamacas.

Sentados otra vez uno al lado del otro, Hugo sacó un cigarro de su paquete y le ofreció otro a Anaju, ella lo negó.

- No fumo - comentó la aragonesa - Por cierto como has adivinado lo del nombre compuesto? - preguntó con curiosidad.

- Me fijo en los pequeños detalles, te haces llamar Anaju, nombre poco común y en el colgante que llevas en el cuello tienes una A y una J mayúscula grabadas, supongo que la A de Ana y la J, no lo sé sorpréndeme.

- Joder! - dijo Anaju sorprendida - Si que te fijas en los pequeños detalles, si - suspiró. Sin saber porqué Anaju pasó una mano por el pelo de Hugo en señal de recompensa, como si de un cachorro y su dueña se tratasen.

- No me has sorprendido - se quejó Hugo.

- Mi nombre compuesto, a parte de mi familia, sólo lo saben las personas que yo elijo. Lo decidí así hace tiempo. Es como una especie de filtro, la gente en quién verdaderamente confío lo sabe y la gente que no se queda con Anaju. Y tú de momento, te quedas con Anaju.

- Y tu novio lo sabe? - preguntó Hugo de forma automática.

- Si, aunque a veces me he arrepentido de habérselo dicho.