Es de madrugada cuando Taehyung sumerge sus pies en el agua, Jungkook a su lado le cuenta sobre su día y vida en general. Y aunque el pelimiel recuerda perfectamente cada detalle que el pelinegro le comparte, se encuentra embelesado con lo armoniosa que es su voz. Casi se siente arrullar por las palabras que abandonan sus rojizos labios y se pierden con el viento de la noche.
Y aunque Taehyung estaría encantado con escucharlo hablar toda la vida, también habla de sí mismo. Le cuenta historias sobre su papá que noches atrás había dejado inconclusas, le comenta lo mucho que extraña a su mejor amigo de mejillas esponjosas y le habla de su madre.
De la de antes y la actual, pues con toda la tristeza de su corazón se niega a aceptar que la mujer que le daba besos de buenas noches en la frente y le contaba cuentos es la misma que ahora a penas y le dirige la palabra y que además, se larga con su amorío a altas horas de la noche.
Aquella no es la primera vez que Taehyung se abre de aquella forma con Jungkook, pero sí la primera en la cual el pelinegro lo consuela entre sus brazos luego de ver sus ojos cristalizarse.
Jungkook lo resguarda en su pecho, conteniendo al pequeño que entre sollozos, ruega por una explicación. Sólo quiere saber por qué ahora su madre es tan distante, qué hizo mal para que ya no lo quiera.
Taehyung pide entre lágrimas, por los cálidos y protectores brazos de su padre, quien siempre juntaba las partes de su joven corazón y las unía con el amor que solo un padre es capaz de brindarle a un hijo.
Y Jungkook quiere protegerlo, ansía poder quitarle aquella pesada carga emocional que opacaba el brillo en su mirada y lo quebraba por las noches cuando no podía conciliar el sueño.
Taehyung no se aparta cuando su llanto cesa, pues la calma que el cuerpo ajeno contra el suyo le da es tanta, que desea fundirse ahí mismo.
Y aún si aquella noche había llorado y se había quebrado, le agradece profundamente a las estrellas por permitir que uno de sus hermanos lo sostuviera en brazos.
...
Aunque ya era rutina, Taehyung admitía que era su parte favorita del día cuando la noche lo engullía y su madre se iba, pues dentro de aquel lapso de decepción, podía ver a Jungkook y olvidar todo por unas horas.
Y justo ese día, estaba decidido.
—Jungkook —llamó cohibido, encantado con ser el centro de atención de sus profundos ojos negros—. ¿Te gustaría ir a mi casa y... pintar?
Los ojos de Jungkook brillaron de emoción.
—Me encantaría.
Taehyung se siente nervioso por llevar por primera vez al pelinegro a su casa, subieron las escaleras en silencio, pues dado que su madre se encontraba de aventura no había problema con entrar por la puerta principal.
Entraron a la habitación completamente oscura y Taehyung se debatió en si encender o no el interruptor de la luz; al final optó por encender la lámpara de su escritorio quedando satisfecho, no demasiada luz que arruinara el ambiente nocturno pero si la necesaria para mirar a su acompañante y las cosas alrededor.
—Bonita habitación —halagó Jungkook sentándose en la cama y mirando el cuarto con curiosidad.
—Gracias.
—¿Tú dibujaste eso? —señaló un pequeño trozo de papel encima de cuadernos y libros del colegio.
—Sí, suelo dibujar durante clase cuando me aburro —respondió tomándolo y extendiéndoselo.
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Artista » KookTae
Fanfiction❝Kim TaeHyung sólo era un niño que quería ser artista y terminó enamorándose del mar.❞ • Capítulos variables; algunos cortos, otros largos • • No copies, sé original • • Prohibidas adaptaciones • ᯾𝐼𝑛𝑖𝑐𝑖𝑜 ⟮07.04.18⟯ ᯾𝐹𝑖𝑛 ⟮30.12.20⟯ ⤷𝐻𝑖𝑠...