- 23 -

1.6K 266 30
                                    

{3/5}
༻Capítulo dedicado a @1SiriS1 & @andreamzs ༺

[...]

Los días avanzan con velocidad espeluznante para la suerte de Taehyung, que a pesar de ver nacer y morir al sol todos los días las tardes no son tan lúgubres como antes.

Pues gracias a los descuidos de su madre, podía invitar a su mejor amigo todos los días que quisiese. Y si la noche le congelaba los huesos, podía pedirle durmiese con él.

Y cuando el rubio no estaba disponible, cierto pelinegro lo acompañaba durante las madrugadas que la luna dormitaba y la marea descansaba.

Aquella noche en especial, Jungkook se encontraba más hablador de lo usual, analizando el agua y el pasar del tiempo. Taehyung lo escuchaba con atención, no planeando interrumpir lo que sea que viniese a la mente del azabache puesto que no todos los días tenía la oportunidad de escucharlo hablar con tanta soltura, como si cada palabra fuese un verso escrito en honor a la vida.

Y si algo había aprendido, era que a Jungkook no le gustaba hablar de sí mismo.

—¿Entonces? —el pelimiel parpadeó confundido, no entendiendo qué se le interrogaba.

Jungkook negó divertido y devolvió su vista al mar.

—Estás algo distraído hoy ojitos de miel —Taehyung iba a corregirlo, diciéndole que había prestado tanta atención a su voz que terminó por ignorar las palabras—. Te pregunté si decidiste ir al psicólogo.

No esperó aquel giro en la conversación.

—Oh, no. Estuve pensando y creo que no lo necesito. Desde que Minnie regresó me he sentido mucho mejor —explicó. Pero oh pobre criatura, nadie le advirtió que dejar su estabilidad emocional en manos de otras personas, por más que éstas lo amasen, estaba destinado al colapso.

Aquel fue su primer error.

—¿Ya le dijiste a Jimin?

—¿Qué cosa? —su mente seguía nublada por la melodía de su voz.

Que te vas —y aquello le estancó la respiración.

—No —habló tragando el nudo en su garganta, ¿Cuántos agujeros negros tenía que pintar para que dejase de doler?—le diré después de su cumpleaños, no quiero arruinárselo.

—Entiendo —y quizá había aprendido a leerlo muy bien, pues luego de decir aquello lo atrajo en un abrazo que terminó por hacerlo romper en llanto.

Una vez más, Taehyung aún no se iba y ya los extrañaba.

Había perdido la cuenta de las veces que el tema lo había hecho llorar, no se sentía listo para dejar atrás todo lo que conocía y empezar una nueva vida lejos de su madre, de su mejor amigo y de Jungkook.

—Tengo tanto miedo, Jungkookie —gimoteó en auxilio. Estaba agotado de ese círculo vicioso de falsa estabilidad.

Eran exhaustivos los cambios emocionales que experimentaba cada día, estaba tan harto. Por otro lado Jungkook, como si hubiese nacido con el poder de tranquilizar al destrozado pelimiel, sobó su espalda y consoló con melodías.

Cantó hasta que los espasmos desaparecieron y la respiración ajena se regularizó. Quería decirle que estaba bien temer, que todo saldría bien al final, pero él no era adivino.

Y por más que deseara prometerle el mundo, no se atrevía a dejar deliberadamente sus esperanzas pendiendo del inexacto futuro.

[...]

Artista » KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora