Capítulo 13

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POV: Adara

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POV: Adara

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Sus ojos inyectados en ira estaban a punto de convulsionar, todo él estaba a punto. Apreté los labios, acongojada, sin salirme las palabras, estaban atascadas en mi garganta. No sabía cómo explicarle los hematomas de los brazos, porque ni yo misma estaba segura de cómo se produjeron. Solo sé que fue después de despertar en el baño de la mansión.

El pecho de Enzo subía y bajaba como el furor de una bestia. Era tan aterrador verlo en un estado fuera de sí. No me gustaba verlo así.

—¡Qué bastardo te ha puesto la mano encima! —cada palabra salía destilada de pura rabia.

Parpadeé sintiendo las pestañas húmedas. ¿Cómo?

—¿Quién fue, Adara? ¡Dímelo! —su pregunta furiosa me sobresaltó.

Se pasó una mano por su rostro ahogado y mortificado.

—No llegué a tiempo —murmuró.

¡Qué decía! No le entendía. El nudo de la garganta me impedía expresarme para poder aclararle todo.

—¿Fue Jake quien te puso la mano encima?

¿Jake?

—¡Maldita sea! ¡Cómo Dandelion lo permitió! —gruñó rebasado de sus límites—. Te juro que la persona que te ha puesto la mano encima hoy acabará en el hospital —vociferó y se giró con ferocidad, marchándose hacia el pueblo.

¡Dios de mi vida! Enzo creía que fue alguien de Roundstone. Y ellos eran los menos culpables de lo que tenía en mis brazos. ¡¡Reacciona, Adara!! Me gritó mi lado lleno del más puro pánico para que saliera de mi aturdimiento.

—¡Enzo! —grité asustada.

Corrí detrás de él faltándome el aire en los pulmones.

—¡¡Enzo!!

No se detuvo a mi grito agónico.

—No es lo que piensas. No fue nadie del pueblo —le aullé entrando en pánico de que se metiera en un lío por mi culpa.

—¡Entonces quién fue!

Se giró tan bruscamente hacia mí que me tambaleé hacia atrás al no esperarlo. De mis labios se escapó un pequeño grito, y tomé a tiempo mi equilibrio sobreponiéndome antes de caer de culo. Aunque no hubiera caído de todo modos, porque él había hecho el amago de cogerme de las manos.

Su rostro alterado y descompuesto, sombreado por la furia y la impotencia tras verme los hematomas, se suavizó al ver mi rostro surcado de lágrimas silenciosas.

—Adara... —expresó golpeado por la tortura.

—Te juro que no es nadie del pueblo —volví a asegurarle con la voz débil.

El deseo de Enzo [Deseo Éire #1] © (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora