POV: Enzo
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—No, no, no... es imposible —repetí perdiendo la mirada con un rostro turbado.
—Quién iba a decirlo. Adara Williams —Dan tenía una expresión alucinada—. ¿Estás completamente segura? —le preguntó a Evelyn mirándola directamente a los ojos.
Ella se quedó un instante perdida en su mirada sin poder pronunciar ni una sola palabra. Dan sabía que ella lo estaba pasando mal al estar en sus brazos, pero parecía que a él eso le gustaba, le divertía. Evelyn finalmente logró despertar de su hechizo, sacudió la cabeza y carraspeó para alejar el magnetismo por el que había sido presa por culpa de la atrayente mirada de Dandelion. Ninguna se salvaba de caer presa en esa mirada.
—Para eso hemos venido, para averiguarlo. Un abogado vino a Nueva York, le dio unos papeles a Adara y le dijo que un tal Price la esperaría en el embarcadero de la isla Williams —hizo una pausa frunciendo los labios con pesar—. Y ya sí que no puedo decirte más. No sin autorización de Adara.
¿Un tal Price?
Dan y yo cruzamos nuestras miradas en un inescrutable silencio, haciendo que Evelyn se quedara mirando a ambos con el ceño fruncido. Sé lo que él me estaba diciendo con su mirada, lo que no lograba entender es como no se habían dado cuenta ellas dos.
La maraña de dudas y preguntas me atosigó hasta sentirme perdido. Y ahora que ella había mencionado precisamente el nombre «Price» todo encajaba en mi mente. ¿Cómo había sido tan ciego? ¿Cómo fui tan estúpido de no darme cuenta?
Tenía ahora mismo uno de los mayores cabreos de mi vida. La furia me dominó. Intenté encontrar la calma, pero no logré hallarla. Nadie había logrado trastocar mis emociones de una manera tan chocante y tambaleante como Adara lo había conseguido.
Le dediqué las más serias de las miradas a Evelyn; esa mirada fría, pétrea, intimidante. Ella echó su cabeza hacia atrás asombrada de mi expresión, como si intentara alejarse lo máximo de mi presencia, chocando contra el hombro de Dan.
—Cálmate, Enzo —me pidió él porque me conocía.
—¡¡Por qué diablos no me lo dijo!! —estallé con un gesto de brazos brusco.
—¡Sus motivos habrá tenido! —me dijo cautelosa y también alzando la voz al verme alterado—. Pero como ese Price le haya hecho algo, lo voy a matar con mis propias manos. Maldita sea, tendría que haber ido con ella —expresó con el horror marcado en su rostro, poniendo una mano sobre él.
Torcí una sonrisa nerviosa y sarcástica al ver como se refería a Price de esa forma amenazante. Repasé una mano por mi pelo dejando mi mirada calle arriba. ¡Es una Williams! Mierda, no me había equivocado con el presentimiento de que me estaba mintiendo. Diablos.
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El deseo de Enzo [Deseo Éire #1] © (+18)
RomantizmAllí estaba su deseo. Hecho mujer. La mujer de su vida. Un deseo marcado a fuego en su corazón. Él sabe que lo dará todo por ella. Hay deseos por los que vale la pena arriesgarlo todo. ________ Copyright © 2017-2020 El deseo de Enzo. Obra sujeta a d...