POV: Enzo
———
—Hmm —se quejó tocándose la frente.
Me incliné hacia ella.
—Adara, cariño —sonreí tocando su rostro con ternura y suavidad con una enorme emoción inundándome el pecho.
Parpadeó con los ojos entornados mirando primero el techo. Estaba aturdida, desorientada. Cuando sus ojos se cruzaron con los míos la agonía vivida se esfumó.
—Hola —susurré de pura alegría.
—Hola —su voz sonó más ronca.
—Me has dado un susto de muerte —le reclamé en voz baja aunque sonriendo.
Al verme sonreír apretó los labios con otra sonrisa.
—No era mi intención, perdona.
Era la mujer más loca y temeraria que había conocido en mi vida, pero yo la amaba. Y no cambiaría ni un gramo de ella.
Se incorporó sobre los codos.
—Auu —se tocó la cabeza guiñando los ojos.
—Cuidado —salté alarmado apoyando mis manos sobre sus hombros para que volviera a recostarse.
—¿Dónde está Celeste? —su voz denotaba angustia—. Salió disparada y puede que esté perdida. Tenemos que encontrarla.
Ella se preocupaba antes por una yegua que había conocido de hace unas horas y no por su propia salud.
—Ella está bien —le aseguré para que se tranquilizara—. Volvió al establo.
—Menos mal.
Suspiró tranquila dejando sus manos reposadas sobre sus muslos e hizo una mueca masajeándolos, como si no sintiera movilidad alguna. Tensé cada músculo de mi cuerpo.
—¿Puedes mover las piernas? —le pregunté nervioso.
Ella me dirigió una mirada confusa y volvió hacia sus piernas.
—Pues... —las palpó encerrando su rostro en la más alarmante inquietud. Yo estaba agónico de que tardara en decirme sí o no—. Creo que están listas para nuestro noveno asalto.
Vi como las movía con una sonrisa bribona. Y fue como si me hubiese quitado un peso que me estaba aplastando la respiración.
—Serás... —me giré hacia otro lado mesando mi cabello.
Por un maldito momento había creído que no podía moverlas. Le puse mala cara porque no me había gustado esa broma. Ella me miró con dulzura.
—¿Qué? —soltó una risa tan dulce y melodiosa—. Estoy bien.
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El deseo de Enzo [Deseo Éire #1] © (+18)
RomanceAllí estaba su deseo. Hecho mujer. La mujer de su vida. Un deseo marcado a fuego en su corazón. Él sabe que lo dará todo por ella. Hay deseos por los que vale la pena arriesgarlo todo. ________ Copyright © 2017-2020 El deseo de Enzo. Obra sujeta a d...