Cada mago a su casa

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Al terminar la cena se quedaron al final por un llamado del director, hasta que no hubo nadie salvo ellos y los prefectos de cada casa custodiando la gran puerta de roble.

Los “viajantes” especulaban sobre lo que Dumbledore podría decirles, ¿regresarían a su tiempo? No lo sabían, pero solo podía aclararlo el viejo director.

Hizo su aparición, en la mano izquierda llevaba el sombrero seleccionador y con la mano disponible hizo aparecer un taburete. – Tengo nuevas noticias.

-No creo que entremos en el sombrero señor. – hablo Hugo. – mucho menos ahora que termine de cenar.

El director pareció leer su mente. – Todavía no regresaran a su tiempo, le he llamado porque parece que se quedaran bastante tiempo y por lo tanto deberán actuar como alumnos de aquí, con reglas y privilegios. – cuando iba a continuar, Fred le interrumpió… de nuevo.

-¡Eso es injusto!, no pueden castigarnos. –exclamo Fred enojado.

El director lo miro con seriedad. -¿Quién ha hablado de castigo? No habrá planeado una travesura ¿verdad? –alzo una ceja.

De inmediato él y James se observaron nerviosos. - ¿broma? ¿Yo no he dicho broma? –recibió un codazo del azabache. – Lo siento señor, continúe.

Continuo.- Creo que no todos son integrantes de Gryffindor, es momento en que se unan a su casa correspondiente, por eso está aquí el sombrero seleccionador… solo para confirmar a donde pertenecen. – Señalo a los prefectos que caminaban en la puerta, parecían soldados.

Todos lo miraban perplejo, estarían separados y tendrían que tener los mismos horarios que el resto. –pe-pero señor.  – Rose no encontraba las palabras.

Hizo caso omiso y finalizo. Ustedes pasaran en el orden que deseen.

El primero en pasar les dio ánimo al resto. Era Ted, se sentó. –¡Hufflepuff! – exclamo el sombrero y cuando volvió a colocar el sombrero en el taburete casi se cae.

Detrás del chico se apresuro Victorie sentándose con elegancia. - ¡Slytherin! –Al contrario de otros integrantes de la misma casa el sombrero lo medito más tiempo.

Los siguientes que eran James y Fred peleaban por pasar antes que el otro. –“Yo primero” “Quitare cabeza de zanahoria” “A un lado o hare que tu hermana te vuelva a pegar” “Oh no, yo hare que Luna te pegue” gritos de este tipo se lleno la sala, con los empujones casi tiran al sombrero. Para ambos el sombrero grito. -¡Gryffindor!

Un pelirrojo temblaba de pies a cabeza, se puso el trabajo y empezó a murmurar. –mándame a Gryffindor. – Pedía – Mi padre me desheredará.  El sombrero jugó con el pobre de Hugo. – Te mandare a Raven… - el chico tembló – O quizás Slythe… ¡no, no! Mejor huffle… uhm… me gustan los quafles.

El profesor le dedico una mirada seria, por lo que se vio obligado a dejar el juego y exclamar. - ¡Gryffindor!

A regañadientes Scorpius se acerco, el sombrero no toco por completo su cabeza. Grito. – Slytherin. Detrás del rubio el castaño Potter también fue enviado a esa casa, aunque el sombrero dudaba si lo mandaba a Gryffindor… pero finalmente lo mando a la casa de los ambiciosos.

No fue sorpresa cuando el sombrero mando a Rose a ravenclaw. Y para concluir era Molly, notablemente cansada murmuro. – Dos selecciones en el mismo año. Y como meses atrás el sombrero del futuro había dicho grito. – Hufflepuff.

Molly deseaba pertenecer a Gryffindor, la casa de los osados… no  a la casa de los “amistosos”

Viviendo La Historia de Nuestros PadresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora