La despedida a un amigo

74 6 0
                                    

La noticia de que Albus Dumbledore había muerto se hizo pública alrededor del país a primera hora en la primera plana del Profeta, esta muerte consterno a toda la comunidad mágica, ya que sin un líder se creía difícil que la estabilidad de las familias continuara sin él. Otros tantos creían que el nuevo líder contra Voldemort y los mortifagos seria Harry, pero ¿Cómo iban a poner la seguridad de sus hijos en mano de un niño de dieciséis años? Y para unos pocos, la propuesta que les ofrecieron los mortifagos de unirse a su lado, se volvió tentadora.

Sin embargo, en Hogwarts para cuando el ministro se paseó acompañado de sus dos secretarios – entre ellos Percy – y otros tres trabajadores más, la profesora Minerva se plantó al ministro, quien cuando la vio su rostro adopto un porte serio.

–Mi más sentido pésame, profesora. – Hablo el ministro. – Personal del ministerio trasladara el cuerpo del fallecido al ministerio donde se le rendirá homenaje. Por supuesto, si usted lo desea dejaremos que se presente en el funeral. – Le dio a la profesora una pequeña sonrisa.

Sin embargo la actitud de Minerva Mcgonagall hizo los acompañantes del ministro se alejaran unos pasos. El contorno rojizo alrededor de sus ojos se enfocó en él ministro, lo apunto con el dedo anular temblando –¿¡Usted dejara que me presente!? ¡POR MERLIN! ¡FUE MI AMIGO POR MAS DE CUARENTA AÑOS Y USTED SE ATREVE A HABLARME COMO SI HUBIERA SIDO UNA DESCONOCIDA EN LA VIDA DE ALBUS! – Su enojo creció al ver a los otros tres trabajadores de ministerio acercarse a donde se hallaba el cuerpo del director – ¡Nadie del ministerio le pondrá una mano encima a mi amigo!

Y pese a lo intimidante que lucía la profesora en ese momento el ministro dio un paso hacia ella. – Usted no va a evitar que nos llevemos el cuerpo, honestamente mujer ¿Qué clase de funeral le va a dar usted? – Una carcajada salió de su boca, enfureciendo más a la profesora.

Minerva dio otro paso adelante, la punta de su nariz y la del ministro casi se tocaban. – El que se merece, en el colegio, rodeado de gente que lo quiere y respeta.

El ministro retrocedió y su rostro se llenó rápidamente de color escarlata. – ¿¡En el colegio!? ¿¡Con un montón de adolescentes!? ¡Los padres se volverán locos si se enteran de que sus hijos vieron un cadáver!

–¡Si, con adolescentes! Niños a los que Albus vio crecer... – La profesora no pudo evitar que su voz temblara – ¿¡Que funeral le dará usted!? Con personas que no creyeron en él hace dos años, cuando afirmo que Quien-Usted-Sabe regreso... Y que hace un año creyeron en las patrañas de una reportera. – Se aclaró la garganta, luchando por no lanzarle un hechizo al hombre que estaba delante de ella – Hágame y hágase un favor... Váyase de Hogwarts ahora... O le aseguro que no dejare que pase al colegio ni en unas horas para la ceremonia, ni nunca.

–¡Usted no puede prohibirme el paso! – Le espeto el ministro – ¡El colegio ha necesitado de mi ayuda y la necesitara para que los proteja!

Minerva negó con la cabeza lentamente. – El que protegió Hogwarts y quien inspiro confianza a las familias, fue Dumbledore. No lo olvide. – Con la mano libre se limpió un par de lágrimas que resbalaban por sus mejillas – Y le aseguro que dentro de poco la arrogancia y cinismo que tiene se derrumbaran y no sabrá que hacer con él caos que habrá afuera... pero como decía Albus, en Hogwarts siempre se prestara ayuda a quien la pida... – El hombre delante de ella estuvo a punto de interrumpirla pero ni siquiera él podía recobrar el habla – Y usted ministro, pronto la necesitara.

Los acompañantes del ministro corrieron detrás de su jefe una vez que se dio la vuelta y se fue de allí hecho una furia. Cuando no hubo rastro de polvo de ellos, la profesora se tambaleo hacia atrás buscando donde apoyarse. Para su buena suerte la profesora Pomona, gran amiga suya la ayudo a sentarse, donde ahí Minerva le conto rápidamente su discusión con el ministro.

Viviendo La Historia de Nuestros PadresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora