Capítulo 10 {3 parte}

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—Pensé que podríamos ir de compras —dice Cassandra sentada en su pequeño escarabajo convertible.

—No tengo absolutamente nada de dinero conmigo —digo, caminando hacia su carro.

—Me lo puedes pagar después. —Ella solo sonríe.

—No puedo hacer eso Cassandra.

—Bien, Niall me dio el dinero. Él quería que fuéramos juntas. Los chicos y el van hacer cosas de chicos esta noche y quería que nos entretuviéramos —replica con una sonrisa Cassandra.

Gimiendo, me quejo:

—¿Porque sigue gastando dinero?

—Dijo que, si te quejas, quería que supieras que él espera que tú le pagues... algún día. —Eso hace que ruede los ojos. Ella le da palmaditas al asiento—. Ven, entra.

Lanzo mi mochila dentro del auto y entro. ¿Cómo si fuera a perderme esto? ¿En serio? Ella se relaja con algo de música para bailar y nos pone fuera de la acera. Veo a Sonya y sus amigos. Saludo con la mano y luego les enseño el dedo medio. Me doy cuenta de que eso no es muy maduro, pero he soportado toda su basura el tiempo suficiente.

Nos dirigimos al centro comercial una vez más. Esta vez es bueno estar solo con una chica con quien hablar. Nunca he tenido esto. Nosotras hablamos de actores lindos y quien nos hace babear. Nuestras preferencias musicales no son las mismas, pero a mi prácticamente me gusta todo. Bueno, excepto por el country, no me gusta el country. Nosotras compramos algunos suéteres que acaban de ser exhibidos.

—Necesitarás estos para el invierno. Está bien, ahora que estamos aquí tenemos que conseguirte algunos sujetadores de verdad. Iremos a la tienda de lencería.

—Nunca había pensado en siquiera ir allí. Quiero decir, esas cosas son realmente...

—Sexys. —Termina Cassandra—. Si, sé eso, pero eso es para que las chicas se sientan bonitas. Sera mejor que no estés mostrando tus bragas a ningún muchacho. Creo que los chicos le darían una paliza.

—Dudo que Kent o Josh harían eso. Pero Niall, si —resoplo.

—No, en serio, les gustas completamente. Estuvieron hablando el otro día. Es bueno tener a otra chica alrededor, déjame decirte. Estaba rodeada de demasiada testosterona. Definitivamente necesitábamos más estrógeno. Vamos. —Ella me introduce en la tienda de lencería.

Cuando entramos allí, solo me detengo y la miro a ella.

—No tengo ni idea de que hacer aquí.

—Bueno —comienza ella—. ¿Qué te gustaría? ¿Algo femenino? ¿Algo simple? ¿Algo descarado?

—Las tres cosas —replico, sonriendo.

Ella se ríe. —Buena respuesta, vamos.

Encontramos para mí seis sujetadores. Cassandra me tranquiliza acerca de que está bien que tenga sujetadores sexis. Es para mí, no para algún chico.

—Me sentiré incomoda al principio usando estos —digo.

—Una chica tiene que sentirse bonita, y lo siento, me siento bastante bonita usando cosas bonitas. Necesitamos buscarte varias bragas a juego.

—Eso es algo que necesito, bragas diferentes. Realmente nunca he usado nada que no fuera de paquete —suspiro.

Agarrando otro sujetador para mí. Cassandra sonríe. —Te conseguiremos suficientes para que te duren de un día de lavado al otro.

—Bien —contesto.

Cuando terminamos de comprar para mí, Cassandra comienza a buscar para ella, y Oh mi Dios, ella compra algunas cosas descaradas.

—Así que... ¿Estás comprando estas cosas para usarlas para Kent? —pregunto suavemente.

Cassandra me sonríe.

—Realmente no, vengo de una familia religiosa y todavía soy virgen. Tengo la intención de seguir así hasta que me case. Confía en mí, he pasado tiempos difíciles para mantenerme así, pero creo que es mejor esperar. Quiero decir, nos manoseamos como locos, pero nunca nada más que eso.

—Por lo tanto, no es malo que sienta que tengo que esperar.

—¿Con quién estas planeando dormir? —pregunta Cassandra, con los ojos un poco más abiertos.

Agitando mis manos, exclamo:

—¡Nadie! ¡Oh mi Dios, nadie! Nunca he besado a nadie excepto por Niall.

Su mandíbula cae. —¿Besaste a Niall?

—Más bien él me beso —contesto en voz baja—. No es lo que tú piensas. Nunca había besado a nadie y estaba hablando de que no quería andar a tientas en mi primera vez y luego de repente me beso.

—¡Así que, él fue tu primer beso! —chilla Cassandra—. ¡Eso es tan lindo!

Hago una mueca.

—Bueno, no fue realmente mi primer, primer beso. No es que signifique algo. La primera vez ni siquiera se lo devolví.

—¿La primera vez? ¿Hubo una segunda vez?

—Si —murmuro, de repente tímida—. Él quería ver si yo era una buena besando, o algo por el estilo.

Chasqueando la lengua, Cassandra sonríe. —Me quedaré con mi opinión de esto.

—¡No es así! —grito—. Oh por favor, no le digas a Kent o Josh, o incluso dejes que Niall sepa que tú lo sabes.

—No lo haré, no te preocupes. Cuando una chica le dice a una amiga algo, esa amiga no se lo cuenta a nadie más.

Con un suspiro de alivio, digo:

—Oh, Gracias.

—Déjame ir a la caja y ver cuánto es. —Cassandra se ríe—. Luego deberíamos conseguir algo de comer.

—En realidad, tengo un ensayo en el que tengo que trabajar. ¿Te importa si nos saltamos la cena? —pregunto.

Un resoplido sale de Cassandra.

—Hombre, no extraño la escuela secundaria. Si, está bien. Vamos a pagar por estas cosas.

Cuando salimos de la tienda, me sonrojo un poco porque veo algunos chicos de mi escuela. Sé que probablemente no saben quién soy, pero soy una chica caminando fuera de la tienda de lencería. Eso solo me hace querer reír.

Un rato más tarde, nos detenemos en mi casa.

—Gracias —digo—, la he pasado muy bien. Es bueno tener a una chica con quien hacer algo.

—No hay problema —contesta Cassandra—. También tuve un buen rato. Tenemos que ir juntas a comer alguna vez pronto.

—Definitivamente —contesto, con una amplia sonrisa.

Con una mirada pensativa, Cassandra exclama:

—¡Oh! ¡Quiero ver tu arte!

—La próxima vez que mi mamá salga, te invitaré a venir, no dejo que nadie la vea.

—Está bien, no preguntaré —Cassandra ríe—. Bueno, ten una buena noche chica.

Asiento. —Tú también.

Mientras corro hacia mi casa, siento la fuerte brisa rozando delante de mí. Miro hacia arriba para ver las nubes de tormenta que empiezan a formarse. Oh chico, va a ser una noche fría. Afortunadamente estoy en casa ahora. Abro la puerta y escucho a mi madre hablando en la cocina. Genial. Corro escaleras arriba para poner mis cosas en mi habitación. Cuanto menos vea mi mamá mejor.

Me pongo un jersey para protegerme del frio y bajo las escaleras. Me guste o no, tengo que ir a la cocina y comer algo. Doy la vuelta a la esquina para ver a mi mamá y a su "novio" Howard sentados en la mesa. Ellos por supuesto tienen vasos llenos de licor enfrente, vodka para ser exactos.

—Hola mamá —murmuro.

—¿Dónde has estado? —Ella espeta ligeramente.

The Art Of The Life - NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora