Capítulo 18 {3 parte}

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—No digas que lo sientes. Es tu vida Alex, no estoy aquí para decir lo que puedes y no puedes hacer. Es simplemente difícil para mí confiar en la gente, y quiero confiar en ti.

—No fui a decirle a Sonya. Le dije a Eric y él es un buen tipo.

—Alex, parece un buen tipo, pero no lo sabemos a ciencia cierta. — Niall hace una pausa—. Soy súper protector contigo, tal vez demasiado protector. Sólo quiero mantenerte a salvo del mundo y no tengo ningún control sobre otras personas. Por lo tanto, me preocupa.

Caminando, envuelvo mis brazos alrededor de él.

—Gracias por ser protector conmigo. No pienso decírselo a nadie más.

—Creo que es lo mejor por ahora —responde Niall, abrazándome.

Él besa la parte superior de mi cabeza—. No quiero que te lastimen.

—Yo tampoco —susurro.

Estamos allí parados por un tiempo, sólo abrazándonos el uno al otro.

Finalmente, Niall me deja ir.

—Tengo que ir a tomar una ducha.

—Está bien —digo—. Voy a hacer mi tarea. Por suerte, sólo tengo una asignación. Me mantuve al día con el resto.

—Bueno, bien, voy a ir a limpiarme.

Niall va hacia el baño y yo voy a mi cuarto. Me siento y hago mi tarea. No me toma mucho tiempo terminar. Cuando la estoy guardando, Niall entra a mi habitación. Está metiendo una camisa en un par de pantalones de vestir negros. Lo miro.

—¿Vas a alguna parte?

Él abotona su bonita camisa hasta arriba y se baja los puños.

—Sí, tengo una cita. Vamos a este muy buen restaurante de carnes. Es un poco exclusivo.

—Oh —digo en tono agudo. Mi corazón cae un poco, lo cual es una estupidez—. Bueno, que se diviertan.

Niall suspira y dice:

—Estoy preocupado de que no vaya a conseguir llegar a tiempo para la reservación.

—¿Por qué? —pregunto.

—Debido a que mi cita ni siquiera ha entrado al cuarto de baño todavía.

Inclinando la cabeza, sigo.

—¿Eh?

Dándome esa gran sonrisa, Niall explica.

—Estoy ESPERANDO a que mi cita esté lista, pero justo ahora, me está dando una mirada realmente estupefacta, lo que no está ayudando.

—¿Yo? —Jadeo.

—Sí. —Se ríe Niall —. Anda, prepárate.

Desconcertada, pregunto:

—¿Por qué me estás llevando? Quiero decir, ¿no quieres llevar a una cita de verdad a ese agradable restaurante?

—Tú eres mi cita para la noche. Ahora, ve a alistarte —dice, mientras toma mi mano y me pone de pie—. Voy a elegir un vestido, ve a hacer las cosas femeninas que tengas que hacer.

Con un ligero tartamudeo, susurro:

—Um, está bien. — Niall va a mi armario y yo me voy al baño.

No tengo que hacer mucho. Vuelvo a alisar mi cabello rebelde y me pongo un poco de maquillaje. Cuando camino de vuelta a mi habitación, Niall está sosteniendo un vestido... y un sujetador.

—¡Niall! ―grito.

—Oh, no, si estoy llevándote a una cita, vas a usar esto. Te hará sonrojar toda la noche.

Caminando, lo arranco de él.

—Eres un idiota.

—Un idiota que te quiere. —Bromea en respuesta.

—Bueno, entonces, hay una braga a juego, si eso dispara tu motivación.

Eso envía a Niall a rugir.

—¡Eso es impresionante! Oh, Dios mío, eres genial. Ahora, vístete. —Sale de la habitación, y cierro la puerta de golpe detrás de él. Incluso con sus comentarios, sonrío. Me pongo el sujetador y la braga. ¿Por qué?, no lo sé.

Cuando entro en la sala de estar, Niall sonríe.

—Te ves muy bonita jovencita.

—Todavía no sé por qué me estás llevando y no a una cita verdadera. Quiero decir... ¿no quieres a una chica de verdad?

Niall se detiene y me mira.

—Te he visto con apenas ropa puesta. No recuerdo que luzcas como un chico.

—Eso no es lo que quise decir. —Me río, caminando hacia él. Arreglo su camisa un poco—. Nunca he ido a un restaurante bonito, como siempre. Probablemente sólo te avergonzaré.

—Alex, no vas a avergonzarme, deja de ser tan tonta. Nosotros vamos a disfrutar de una buena comida y una buena conversación, como una cita debe ser —replica Niall.

Mis mejillas se sonrojan.

—Deja de llamarlo una cita. Me estás sacando para cenar. Eso es todo. Decir que es una cita es hacerlo que suene como que algo está pasando.

—Tonterías —murmura—. Estoy llevándote a una cita, aunque sea una de práctica. ¿No quieres ser asociada con ser mi cita? ¿Es algo malo?

—Dios no. —Suspiro—. Por favor, ¿en serio? Ir a una cita contigo, eh está bien, me presiona.

Las cejas de Niall suben.

—Vaya, no sabía que fuera una mercancía tan ardiente. ¿No soy especial?

—Eres un chico caliente, que tiene un gran sentido del humor y una personalidad estelar. ¿A qué chica no le gustaría salir contigo?

—Bueno, la que está parada delante de mí de seguro está poniendo un infierno de dificultades. No dije que iba a tocarte por debajo de la mesa. Sólo quiero llevarte a una cita —afirma Niall con una sonrisa.

Ahora, mis mejillas están ardiendo.

—Apuñalaría tu mano con un cuchillo para carne.

—No, no lo harías —susurra Niall, acercándose a mí—. Sabes que te encantaría el toque de mi mano en tu piel.

Jugando con su botón, le respondo:

—¿Sabes el toque de que realmente me gustaría?

—¿Qué es eso?

Lo golpeo en la frente.

—¡Me encantaría la sensación de mi rodilla entre tus piernas! ¿Tocarme? ¡Voy a romper tu mano!

Riendo a carcajadas, Niall me besa en la frente.

—Eso es lo que quiero que tu reacción sea hacia otros chicos.

—Sí, bueno, será un largo tiempo antes de que un hombre trate de tocarme. No veo a Eric siendo de ese tipo —articulo con aire de suficiencia.

—Lo partiría en dos si lo hiciera —dice Niall, yendo a buscar mi chaqueta.

Con una ceja levantada, me doy la vuelta y lo miro.

—Algún día, voy a querer que un tipo me toque. Tienes que darte cuenta de eso. ¿Y si fuera Eric?

Niall agarra mi abrigo y lo mantiene abierto.

—Bien entonces, no soy tu guardián. No puedo esperar a que permanezcas virgen para siempre. Si fuera mi decisión lo serías.

Eso me hace reír.

—No pienso tener relaciones sexuales con nadie en el corto PLAZO. Creo que quiero esperar. Me refiero a realmente esperar, hasta que encuentre a la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. Sé que los chicos piensan que es tonto, y tal vez esto me hace anticuada, pero realmente siento que sólo quiero estar con una persona.

—Recuerdas cuando dijiste que no hablarías de sexo conmigo. —Se ríe Niall.

Deslizando mis brazos en mi chaqueta, respondo:

—En realidad, no estamos hablando de ESO, como en detalle.

—Alguien debería probablemente hablarlo contigo. —Suspira Niall —. No creo que tengas los mejores ejemplos de tu madre.

— Niall, ¿de qué hay que hablar? Sé lo que pasa. Está cubierto en la clase de salud. ¿Alguien tuvo que hablar contigo? —pregunto con vehemencia.

Él resopla.

—Bueno, no, así que buen punto. Sólo te quiero preparada.

Dejo caer mi cabeza. — Niall, no tengo planes de tener relaciones sexuales en algún momento pronto. NO soy mercancía caliente, así que no es que tengamos que preocuparnos por eso de todos modos.

Sus brazos me envuelven y susurra:

—Eres hermosa y el chico para el que te guardas va a ser muy afortunado. Guardarte no te hace anticuada y los chicos no te van a mirar como si fueras tonta. Te van a tener respeto.

—Es bueno escuchar eso. —Exhalo—. Tal vez, cuando llegue ese día voy a hablar contigo, pero te juro que, si lo vuelves sucio y tratas de darme consejos, te voy a lastimar.

Niall se inclina.

—Nunca lo haría. Alex, oh Dios mío, ¿por quién me tomas?

—Por un hombre —respondo, tratando de no sonreír—. Vamos a irnos antes de que lleguemos tarde.

Nos dirigimos al restaurante sólo riendo. Niall hace su esfuerzo más duro para avergonzarme. Solo me decido a ignorarlo. Eso lo hace tratar aún más. Cuando llegamos al restaurante, hay un servicio de valet real. Eso me pone nerviosa. Un chico, no mucho mayor que yo, viene y me abre la puerta. Torpemente salgo. Volviéndome, me quedo parada ahí esperando por Niall.

Una ráfaga de viento pasa y me hace temblar. Jalo mi abrigo más apretado a mí alrededor. Niall se acerca.

—¿Tienes frío cariño?

—Sí, esta no es la mejor chaqueta de invierno —respondo. Una mujer nos pasa en un chaquetón de lana—. Ahora, esa es una linda chaqueta para tenerla. Lástima que son muy caras.

—Lista para una gran noche —dice Niall, abriendo la puerta para mí.

Sonrío mientras camino por delante de él.

—Sí.

Toma mi mano y caminamos hasta el puesto de la anfitriona. Puedes decir que hay un aire de sofisticación aquí. La anfitriona nos mira y pregunta:

—Su nombre por favor.

—Horan —responde Niall —. Reserva para dos.

Ella asiente y dice:

—Por aquí. 

The Art Of The Life - NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora