Capítulo 13{1 parte}

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Siendo de incapaz de no hacerlo, frunzo el ceño.

—Tengo miedo de verlo.

—Escúchame — Niall articula fuertemente—. Si ALGUNA VEZ lo ves, necesitas llamar a la policía. Si estoy contigo, necesitas decirme. ¿Lo prometes?

Mirándolo, asiento.

—Sí, sin embargo, prométeme que no lo matarás.

—Lo prometo —replica—. Ahora, el verdadero reto viene. ¿Estás lista para comer mi comida?

Eso me hace resoplar.

—Sí, ¿qué tan malo es?

—Es espagueti, ¿Qué tanto puedo estropear eso? —pregunta. Levanto una ceja—. De acuerdo, bien, estará comestible, lo prometo.

Sin saber por qué, camino hacia adelante y envuelvo mis brazos a su alrededor. Niall no lo duda en absoluto, y me abraza en respuesta.

—Gracias por todo —susurro.

—No hay problema cariño —responde en voz baja—. Entonces, ¿en qué estabas trabajando? ¿Algo para distraerte?

Sacudo la cabeza.

—Estaba dibujando a Howard.

—Déjame ver —sisea Niall Me deja ir y camina hacia la mesa—. ¿Esto es exacto?

—Todavía tengo trabajo que hacer en él, pero si, ése es él.

—Necesitas terminar esto y así lo puedo llevar mañana a la policía — exige Niall.

Sentándome en la mesa, digo.

—Lo terminaré mientras cocinas.

—Bien —gruñe—. Si alguna vez llego a verlo, ¡que Dios me ayude!

— Niall, hacerle daño no va a resolver nada —susurro suavemente.

Niall me mira.

—Alex, hay ciertas cosas sobre las que te escucharé, ésta no es una de ellas.

—Muy bien —suspiro—. ¿Por qué no vas a cocinar? Estoy hambrienta en realidad.

—Eso es bueno. —Se inclina y me besa en la cabeza—. Iré a preparar la cena entonces.

Y lo hace. Me siento y esbozo a Howard con mayor precisión. Cuando he acabado, frunzo el ceño. Es casi demasiado preciso. Lo arranco de mi cuaderno de bocetos. Quiero arrugarlo y gritarle, pero sé que no ayudará.

Levantándome, camino hacia Niall.

—¿Harías algo con esto? No quiero verlo si no tengo que hacerlo.

—Sí —responde, tomándolo de mí—. De todas maneras, la cena está hecha. ¿Por qué no te sirves un plato? Y yo iré a poner esto en alguna parte.

—De acuerdo, gracias. —Saco dos platos, mientras Niall sale de la cocina. La cena huele bien, así que con suerte no me va a matar. Eso me hace reír.

Niall regresa y pregunta.

—¿De qué te ríes?

—Sólo me preguntaba si íbamos a sobrevivir a esto —replico, con una sonrisa.

—Hey espera, he vivido todo este tiempo por mi cuenta —me regresa la sonrisa—. Soy lo suficientemente sano.

Empujándolo con mi cadera, digo.

—Si, tal vez obtendré un cuerpo de muerte como el tuyo si como igual que tú.

—Eso y tendrás que ir a correr conmigo todas las noches.

Eso me hace resoplar.

—Sí, eso va a suceder.

—Sí, tienes que hacerlo, al menos una vez.

Levanto la ceja.

—Llegaré a cuatro cuadras y moriré.

—¡Dios, necesitas más resistencia que eso! Trabajaremos en ti. Vamos a iniciarte por comer —dice Niall con una sonrisa.

Comemos y hablamos. Acerca de todo menos de lo que sucedió, lo cual honestamente, es bueno. No sé si puedo pensar en ello y no enfermarme. Después de que terminamos de comer, limpio la cocina junto con Niall. Es muy cómico y me hace reír.

Más tarde, me acurruco en el sofá debajo de una manta y veo la televisión junto a él. Agarra mis piernas y las acomoda sobre su regazo. Ese pequeño contacto es muy reconfortante. Vemos dos películas y las noticias, las cuales encuentro muy aburridas, pero Niall dice que es bueno saber lo que está pasando en el mundo. Finalmente, es tarde y bostezo.

—¿Cansada? —pregunta Niall.

—Sabes, no debería estarlo. Dormí demasiado esta tarde —respondo viéndolo.

Frota mi pierna y replica.

—Has pasado por muchas cosas. Debes descansar.

—De acuerdo —suspiro levantándome—. Voy a lavarme los dientes.

—Sí, deberías —dice riendo. Me agacho y le golpeo el brazo. Sólo se ríe—. Ve, alístate para la cama.

Lo hago. Cuando salgo, Niall está poniendo una manta en el sofá.

—Sabes, me siento mal que tengas que dormir en el sofá.

—¡Hey! Éste es un sofá grande. Me puedo recostar completamente. Es como una cama doble. Estoy bien —responde.

—Muy bien, buenas noches entonces —suspiro.

Dándome esa sonrisa asesina suya, Niall dice.

—Buenas noches cariño.

Se siente bien meterme a la cama. No sé por qué estoy tan cansada. Tan pronto como mi cabeza golpea la almohada, estoy fuera.

De repente, siento manos alrededor de mi cuello y trato de apartarlas. Trato de gritar, pero no puedo. Estoy viviendo todo de nuevo. Esta vez es peor. Trato y trato de escapar, trato de gritar, pero fallo. Finalmente, me levanto abruptamente en la cama, agarrando mi garganta.

No hay nada ahí y apenas puedo recuperar el aliento. Volteando veo que es la una de la mañana. Mi corazón va a un millón de kilómetros por hora y estoy aterrada. Llevo mis rodillas a mi pecho y las aprieto ahí. El tiempo pasa, pero el miedo no disminuye.

Me siento ahí por un tiempo, antes de que finalmente me levante. Contra mi mejor juicio, salgo a la sala. Me aseguro de ser realmente silenciosa. Niall está dormido sobre su espalda, con un brazo sobre su cabeza. Se ve tan tranquilo. Me quedo ahí por un rato, viéndolo. Tomando un respiro profundo, sé que no debería despertarlo. Así que me vuelvo para regresar a la habitación.

Antes de que pueda ir a cualquier parte, siento un jalón en mis pantalones. Volteo para ver a Niall entrecerrando los ojos hacia mí.

—¿Qué pasa? —bosteza—. ¿Estás bien?

—Sí —murmuro.

—Eso no es muy convincente.

Envolviendo mis brazos alrededor de mí misma, digo en voz baja.

—No quería despertarte.

—No hay problema. ¿Qué está mal? —pregunta. Me encojo de hombros. Niall rueda sobre su lado—. ¿Pesadillas?

—Sí —susurro.

Para mi sorpresa, se mueve a un lado en el sofá y levanta la sábana.

—Ven, duerme.

—¡¿Qué?! —chasqueo.

—Se llama dormir. Quiero hacerlo, Así que ven.

Sacudiendo mi cabeza vigorosamente digo.

—No puedo dormir a tu lado.

Con un gemido, Niall gruñe.

—Alex, simplemente acuéstate. Te prometo que mantendrá las pesadillas lejos. No te voy a manosear ni nada, es completamente una cosa de consuelo. Vamos.

Muy nerviosa, me siento en el sofá junto a él. Niall envuelve su brazo alrededor y tira de mí hacia abajo. Extendiendo la sábana sobre nosotros, me aprieta contra él. Me acuesto ahí por un rato, con mis ojos bien abiertos.

Unos segundos más tarde, lo siento reír contra mi cabeza.

—Te sientes como si fueras a saltar en cualquier momento.

Me doy la vuelta, así que lo estoy enfrentando.

—Esto realmente es territorio NUEVO para mí.

—¿No soy confortante? —respira contra mí.

Esto pone mis nervios en llamas.

—Sí, lo eres. Eres la única cosa que me hace sentir segura.

Acunándome contra él, Niall dice.


—Entonces, duérmete cariño. Estoy justo aquí si me necesitas.

—Está bien —apenas susurro. Estoy tan cerca de él que respiro su esencia. Eso me hace cerrar los ojos. ¡Huele tan bien! Es entonces cuando me doy cuenta de lo cómodo que es esto. Recuesto mi cabeza cerca de su pecho y caigo dormida.

The Art Of The Life - NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora