Capítulo 30 {3 parte}

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Dando la vuelta para mirarlo, susurro—: Por supuesto que quiero estar contigo, pero... me preocupa que no estés tan enamorado de mí, como yo de ti. Mírame. Hay muchas chicas más bonitas haya afuera. Es posible que te canses de mi después de un tiempo y entonces ¿que seremos nosotros? No quiero perderte como amigo o... novio.

Niall me gira y se apoya sobre mí. —No hay una chica en este planeta que me haga cambiar de opinión. No me abro a cualquiera, pero a ti, Alex, me abrí completamente. Tú tienes mi corazón entero en las palmas de tus manos. Voy a confiar en que no me lo rompas.

—Nunca lo haría —susurro—, pero espero lo mismo de ti.

—Prometo siempre proteger el tuyo y estar allí para ti. Estoy enamorado de ti y nunca haría nada para herirte. Ahora, que estamos más allá de todo eso y tú eres mi novia, hay algo que he pensado prácticamente todos los días, varias veces al día.

—¿Qué es eso? —pregunto.

Él se inclina por lo que nuestros labios están a unos centímetros de distancia.

—Recuerdo cada caricia y beso de esa noche, me gustaría volver a revivirlo, o mucho mejor superarlo.

Envuelvo mis brazos en su cuello y susurro—: Pienso que podemos hacerlo.

Con una sonrisa, Niall me besa. Es muy suave y delicado al principio, pero luego se vuelve muy ardiente. Tiempo después se detiene y retrocede.

—¿Qué demonios es ese ruido?

De repente, lo empujo. —¡La lasaña! —Me levanto de un salto y corro a la cocina. Cuando me acerco al vidrio, salto. Llego a la cocina, abro la puerta del horno y reviso la lasaña. —Gracias a Dios, está bien.

—Eso luce realmente bueno —afirma Niall, mientras la saco del horno. Cuando pongo la lasaña en el mostrador, se acerca y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura. Su aliento caliente en mi cuello—. Hay algo mucho más apetitoso, sin embargo.

—¡Eres horrible! —Rio, dando la vuelta. Él solo me sonríe. Me empuja a la parte libre del mostrador—. ¿Qué estás haciendo? —pregunto.

Me agarra por los muslos y me levanta, sentándome.

—Estoy disfrutando de tu compañía. —Se inclina y me besa de nuevo. Nos quedamos así, presionándonos desesperadamente el uno contra el otro. No tengo idea de cuánto tiempo pasa, finalmente, me alejo—. Niall, necesitamos parar y comer. Se hace tarde y tengo escuela en la mañana.

—Bien, podemos comer, pero pienso que podríamos reportarnos enfermos mañana —murmura.

Esto me hace estallar a carcajadas. —Debería perder un día de escuela para manosearme contigo.

—No puedo pensar en una mejor razón —contesta, viniendo por otro beso.

— Niall —reprendo—. Por mucho que quiera saltar sobre ti, necesitamos ser serios.

Gruñe. —Quieres saltar sobre mí, ¿huh? —Su mano encuentra la parte superior de mis pantalones de nuevo—. Yo puedo con eso.

Todo en mi grita que lo detenga, pero no lo hago. Niall se inclina y me besa de nuevo. Aunque mientras baja el cierre, lo aparto. —Aun así, no voy a tener sexo contigo.

—Mmmm — Niall tararea contra mis labios—. Apuesto que puedo hacerte cambiar de opinión.

Salto del mostrador. —Oh, apuesto que puedes, pero eso no es lo que quiero. Te amo. Desesperadamente. Pero quiero esperar.

—Lo sé —suspira Niall —. Lo siento, soy un chico y han pasado años, y no lo he querido con nadie, pero tengo esta necesidad contigo ahora. Tendré que mantenerme bajo control.

Tomando una respiración profunda, digo—: Necesitamos enfriarnos un poco. Creo que nuestras mentes están algo nubladas en este momento. Quiero decir, solo he experimentado este sentimiento una vez. Es como un subidón de adrenalina.

—Es un buen subidón de adrenalina —contesta Niall, volviendo de nuevo por mí—. Yo digo que nos saltemos la cena. —Me agarra y me jala hacia él—. Creo que es hora de dormir.

—¡Oh no! —exclamo—. No vamos a dormir en la misma cama hoy. No confío en mí misma lo suficiente.

Con el ceño fruncido, Niall gime—: Bien, entonces vamos a comer.

Sonrió, lo beso y luego corto la lasaña. Mientras preparo la cena, Niall va a limpiar los vidrios rotos. Unos minutos más tarde comemos y hablamos como si nada fuera diferente, tal vez ese es el punto, que no hay nada diferente. Hemos estado actuando de esta manera todo el tiempo porque nos amamos. Ahora, ahora, todo esto tiene sentido.

La tenemos difícil limpiando y preparándonos para la cama. Bueno, debo decir que tengo un momento difícil, porque Niall está sobre mí todo el tiempo. No me malinterpreten yo estoy sobre el también. Se siente muy bien, pero la voz de la razón en la parte de atrás de mi cabeza se está volviendo más y más distante.

Un poco después, nos encontramos en el pasillo diciendo buenas noches. Me pongo de puntillas y lo beso. —Te veo en la mañana.

—Mmm —tararea—. Voy a tener muy buenos sueños, creo.

—Pervertido —Rio—. Ahora, vete a dormir.

Niall se inclina y me besa en la frente. —Duerme bien mi amor.

Retrocediendo, le sonrío. Se da la vuelta con esa cálida expresión. Mi corazón late a dos mil kilómetros por hora mientras entro en mi habitación.

Apago la luz y me acuesto. Mi cabeza es un hervidero de ideas, por lo que me doy vuelta y tiro la cobija sobre mi cabeza. Unos minutos pasan, cuando de repente siento que las mantas se retiran. Me doy la vuelta y rio.

—Te dije que durmieras en tu propia cama.

—¿Desde cuándo escucho? —contesta Niall. Se desliza bajo la sabana y nos cubre con ella—. No puedo dormir otra noche sin ti. Lo siento.

—No creo estar siendo realista. Probablemente hubiera ido a tu cama en algunos minutos —replico—. Realmente necesitamos ser serios. Tú tienes trabajo y yo escuela.

El me jala de nuevo junto a él. —Mmmhmmm —contesta Niall —. Solo bésame. —Así que, lo hago.

The Art Of The Life - NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora