Capítulo 30 {2 parte}

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Niall me saca del baño sin despegar sus labios de los míos. Nos besamos con una ciega furia. Es igual a la noche que pasamos juntos a la décima potencia. Me da una vuelta y me empuja contra la pared. De repente, la única foto que tiene, se cae y se hace añicos. Empezamos a reírnos contra los labios del otro. Niall comienza a besarme de nuevo.

— Niall. —Rio—. Necesitamos limpiar los vidrios rotos.

—Uh-huh —responde, antes de besarme de nuevo. Mientras le devuelvo el beso. Muevo un poco mi pie y escucho el vidrio deslizarse. Un instante después estoy en los brazos de Niall —. No puedo dejar que te cortes los pies.

—¿Que estás haciendo? —pregunto, cuando me lleva cargada hasta su habitación.

Pone una gran sonrisa en su rostro. —Nada.

—¿Niall ... donde está tu cita?

Dándome una mirada incrédula, contesta—: ¿Quién dijo que ella era una cita?

Lo miro y respondo—: ¿Ella no era tu cita?

—No —dice Niall, sacudiendo su cabeza—. Su nombre es Rita. Es nuestra recepcionista en donde trabajo. Su novio acaba de terminar con ella. Así que pensé en traerla a casa para pasar el rato.

Con una mirada horrorizada, digo—: ¡Me enfadé porque pensé que era tu cita!

—Sin ofender, pero pienso que ambos estamos contentos de que te enfadaras. Ahora, shhhh —Me calla, poniéndome en el piso. Niall lleva sus labios a los míos y me da el beso más sensual que he experimentado.

Realmente me hace gemir. Me presiono contra él, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello. Estamos así por un minuto, solo besándonos. De repente, siento la mano de Niall bajo mi camisa. El comienza a quítamela y digo—: ¿Que estás haciendo?

Todo lo que él hace es sonreír. —Nada. —Su mano se mueve hacia mi pantalón y desabrocha el botón. Le doy una palmada en la mano—. ¿Quééé? —se queja Niall.

—¿Qué piensas que estás haciendo? —pregunto, abrochándome el pantalón.

Niall tira de ellos de nuevo. —Quitándote tu ropa. —Eso hace que me ponga a reír

—¡No, tú no lo harás!

—¿En serio? —pregunta—. ¿Ni siquiera un poquito?

Dándole una mirada severa, digo—: No hemos siquiera hablado de lo que está pasando. No vamos a quitarnos la ropa.

—Solo estaba haciendo una suposición acerca de nosotros ahora. Me imaginé... tu estas enamorada de mi... yo estoy enamorado de ti. Pensé que el siguiente paso era obvio.

Estoy tratando muy duro de no sonreír. —¿Y cuál sería el siguiente paso?

—Uno de nosotros se muda a la habitación del otro —murmura, empujándome de vuelta en la cama.

—¡Niall Horan, no nos vamos a mudar juntos!

Se detiene y me mira. —Alex, odio tener que decírtelo, pero nosotros ya vivimos juntos. Ahora —dice, empujándome hacia abajo en la cama—. Estamos ocupados. — Niall se sube encima de mí y pone sus labios en mi cuello. Hace que me estremezca.

Me da besos ligeros como plumas. Empiezo a moverme con él, pero de repente se detiene. —Espera, tengo una confesión.

—¿Qué? —suspiro.

Apoyándose sobre mí, Niall mira hacia abajo. —Tengo una confesión. Te he mentido dos veces.

—¿Qué quieres decir? —pregunto vacilantemente.

—De la segunda vez ya sabes, lo de tener una cita la noche de tu baile. La primera de ellas, sin embargo, la primera mentira te la dije la mañana que te conté todo sobre Kaitlin.

Mi mente está en blanco. —¿Inventaste a Kaitlin?

—No. —Ríe—. No quiero que te enojes, solo escucha, ¿de acuerdo? —Asiento con la cabeza. Él toma una respiración profunda—. Lo recuerdo. Lo recuerdo... todo.

Con esas palabras mi mandíbula cae. —Antes de que te enojes, escúchame. Estaba devastado por Kaitlin. Ella era mi mejor amiga y luego se había ido. Cada año en ese día, era solo un recordatorio. Sí, estaba borracho, pero esa noche, en lo único que podía pensar era en ti.

—Trajiste a casa otra chica, Niall —afirmo, sin rastros de diversión.

Niall inclina la cabeza. —No quería reconocer como me sentía. Me había negado a abrirme a alguien de nuevo. Así que, hice lo que mi ego masculino me dictó, pensé que debía traer una chica a casa. Está bien, estaba borracho como una cuba, pero cuando encendiste la luz y vi tu rostro, mi estómago se apretó. No parecías enojada, solo sorprendida y un poco herida. Podrías bien haberme arrancado el corazón. Me sentí muy mal. Le pedí a la chica que se fuera a casa... de muy buena manera. Luego caminé hacia tu puerta. De hecho, me detuve un minuto a deliberar sobre lo que debía hacer, pero déjame decirte, cuando estás borracho, tus inhibiciones salen por la ventana. Y bueno, tú ya conoces el resto.

—¡Conozco el resto! —chasqueo—. ¿Porque me mentiste? Sabes lo mucho que me heriste, ¡idiota!

Con sus ojos muy suplicantes, Niall exclama—: ¡Alex! No quería que pensaras que me aproveché de ti. ¡Nunca pensé ni en un millón de años que tendrías sentimientos por mí!

—¿¡Que!? ¿¡Que no tendría sentimientos por ti!? ¿Te has visto o conocido a ti mismo?

Levantando una ceja, Niall responde—: ¿Cuándo te diste cuenta de que estabas enamorada de mí? —Cierro la boca rápidamente. Él entrecierra sus ojos—. Alex, ¿cuándo te diste cuenta de que estabas enamorada de mí?

—He estado enamorada de ti desde el principio, creo —susurro.

—¿Y porque nunca dijiste nada? —pregunta con una sonrisa.

Haciendo pucheros, contesto—: No lo sé. Ni siquiera me di cuenta hasta ayer por la noche.

—¿Espera...en tu cita?¡WHOA! Necesitas explicármelo detalladamente —exclama Niall, rodando hacia un lado y acostándose a mi lado. Me mira con una sonrisa muy maliciosa—. Necesito escucharlo todo.

—¡Fue horrible! Pobre Eric, ¡él es el que me hizo darme cuenta!

Por supuesto, Niall piensa que es divertido. —¿Fue tan mala la cita?

—No, para nada —contestó.

Con el ceño fruncido, Niall contesta—: Bien, no necesitaba escuchar eso.

—Termino mal, sin embargo. Me detuvo, dijo sabes que estás enamorada de Niall Lo negué, discutimos sobre ello. Entonces, ¿quieres saber cómo me lo probó?

—¿Cómo? —pregunta Niall.

—Me beso y luego me pregunto en quien estaba pensando —digo en voz baja.

Resoplando Niall intenta contener su sonrisa. —Honestamente, pensaste en mí mientras besabas a otro chico.

Lo miro fijamente. —No es gracioso. Lo siento si no soy en lo que piensas cuando besas a otras chicas.

—Tú eres en realidad en lo que pienso cuando beso a otras chicas —susurra Niall —. Especialmente en el club, me desgarro que hayas tenido que ver eso. Por eso baile con ella. Eras tan insistente en que lo hiciera, que pensé que no te importaba en lo absoluto.

—Ese fue probablemente uno de los peores momentos de mi vida —admito.

Niall mueve su dedo y traza pequeños círculos en mi brazo—. Pero yo estaba enamorado de ti, locamente enamorado.

—Entonces, ¿qué significa esto para nosotros? —pregunto en voz baja.

—Me gustaría pensar que la opción más obvia es que estemos juntos, ¿pero si no quieres estar conmigo? 

The Art Of The Life - NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora