—¿¡Qué!? —exclama Niall
—Nada —digo, agitando la mano—. Nada. Un pensamiento al azar me hizo saltar.
Con una sonrisa maliciosa, Niall pregunta.
—¿Cuál era el pensamiento al azar?
—No tengo que contártelo todo —espeto juguetonamente. Comienzo a empujarlo hacia la puerta.
Niall se apoya en el marco de la puerta.
—Quiero saber cuál era el pensamiento.
—¡No! —digo, empujándolo tan fuerte como puedo. Por supuesto, no se mueve—. Tengo que conseguir más fuerza —finalmente jadeo, dándome por vencida.
Se da la vuelta y dice.
—Dime cuál era el pensamiento y saldré del cuarto.
Rápidamente lo empujo y se tambalea hacia atrás.
—¡Ja! —exclamo y cierro la puerta de golpe.Por primera vez desde que sucedió todo, me río. Cuando la bañera finalmente está llena, cierro el agua. Me quito la ropa y me miro en el espejo. Haciendo una mueca, veo que el moretón en el cuello ha empeorado. Lo toco y mi cuerpo se estremece.
Sacudiendo la cabeza, me meto en la bañera. Se siente bien. Me agacho, de modo que mi cabeza apenas está por encima del agua.
Respirando profundamente trato de relajarme, pero no parece funcionar. Todo es simplemente demasiado. ¡Estoy tan cansada de llorar! ¿Es que nunca se detendrá? Ugh, me enjuago las lágrimas.
Entonces, por ninguna razón, o por demasiadas razones, empiezo a sollozar. Me incorporo y entierro el rostro entre las manos. Todo viene de golpe. El miedo, el dolor, la tristeza, todo es demasiado abrumador. Sólo lloro y lloro y lloro.
Hay un golpe en la puerta.
—Alex, nena, ¿estás bien?
—No —gimo—. Lo lamento.
—¿Qué es lo que lamentas?
Me encojo de hombros incluso aunque no puede verme.
—No lo sé. Sólo soy un desastre caliente. No puedo dejar de llorar.
—Cierra la cortina —dice Niall —. Vuelvo enseguida.
Mirando con furia hacia la puerta, grito.
—¡No te atrevas a entrar aquí!
Unos segundos más tarde, escucho.
—O cierras la cortina o lidias conmigo viéndote desnuda.
Con un chasquido, cierro la cortina.
—Siento que estoy en una tumba ahora —digo.
—Sólo espera —dice Niall. Lo oigo cerrar la puerta y una vez más la única luz es la de las velas—. Está bien, respira hondo y cierra los ojos.
—¿Qué vas a hacer? —digo bruscamente—. ¡No te atrevas a abrir esta cortina!
Lo escucho sentarse en el suelo junto a la bañera.
—Sólo cierra los ojos y confía en mí.
—Está bien —susurro recelosamente.Echándome hacia atrás, cierro los ojos y espero. Mi boca se retuerce en una sonrisa cuando lo oigo empezar a tocar. Esta canción es muy sosegada y serena. Es muy hermosa, y no pasa mucho tiempo para que mi mente sea consumida por la música.
Cuando la canción termina, sonrío. Abro la cortina, lo suficiente para sacar la cabeza—. Eso fue hermoso.
—Pensé que te gustaría —responde Niall con una sonrisa suave.
Está sentado contra la pared frente a la bañera—. No es por ser groseramente inadecuado, pero te ves linda. Tu cabello está todo rizado y húmedo.
Riendo, digo.
—Bueno, tu divina apariencia está sentada en un halo de luz de las velas. Es como la vaporosa portada de una novela romántica.
Eso hace que Niall estalle en una risa histérica.
—Cariño, mi vida ahora está completa.
—Gracias por tocar para mí. Me encanta escuchar tu música. Es tranquila y hermosa —digo, mientras descanso mi barbilla en la bañera—. Algún día harás feliz a alguna chica, porque si haces estas cosas por mí, harás cosas increíbles por una mujer que ames. Dices que lo romántico no es lo tuyo, pero eres bueno en eso.
Hay un pequeño parpadeo en los ojos de Niall. Me mira pensativo.
—Sólo hay una persona con la que he sido así antes.
—Aww, ¿era dulce?
Niall sólo se queda mirándome. Puedo ver a través de sus ojos que está luchando contra algo en su cabeza.
—Sí, era muy dulce.
—¿Cuál era su nombre? —pregunto.
Respirando profundamente, Niall dice.
—No iré más lejos en esa conversación.
—Oh, lo siento —murmuro—. No pretendo entrometerme.
—Alex, nena, deja de decir que lo sientes por todo. Está bien que hagas preguntas. Eso no me molesta.
Incorporándome un poco más, digo.
—Pero te molestaba cuando Debbie hacía preguntas.
—Soy más cercano a ti de lo que era con Debbie. Tú eres... bueno... mi mejor amiga. Siento que puedo ser honesto y auténtico delante de ti, y que no me juzgarás.
—No —susurro—. Nunca te juzgaré. Nunca te mentiría tampoco, te prometo eso. —Levanto mis brazos y los doblo sobre la bañera, apoyando la barbilla en ellos—. Me gusta que seas mi mejor amigo. Yo... me preocupo mucho por ti.
Con una sonrisa de suficiencia, Niall responde.
—También me preocupo mucho por ti. Lo suficiente incluso para decirte que, si subes más, vas a darme un espectáculo gratuito.
Rápidamente me muevo hacia abajo.
—¡Oh Dios mío!
—No vi nada. — Niall se ríe—. Aunque creo que te verías muy bien desnuda. Tengo la teoría de que tienes un cuerpo impresionante bajo toda esa ropa holgada que te pones.
—Bueno, ahora tengo ropa nueva. Eso ayudará a mostrar mis partes femeninas. —Mi mente se desvía de la ropa hacia las bolsas de ropa interior—. Cassandra me llevó a la tienda de lencería. Las bolsas estaban colocadas afuera anoche. ¿Crees que tuvo algo que ver con eso? Mi mamá dijo que lo hizo.
—No, ese asqueroso sabía exactamente lo que iba a hacer cuando entró en tu habitación. Eran sujetadores y ropa interior. No es como si estuvieras hablando de lencería sexy y panty medias hasta el muslo.
—¿Cómo sabes que no lo hice? —pregunto con una sonrisita de suficiencia.
—¡Bendito Dios! —exclama Niall —. Quiero que me exhibas eso. Eso puede ser tu alquiler.
Riendo, replico.
—Así que tendré que representar espectáculos pornográficos para vivir aquí.
—Ya quisiera. Un espectáculo pornográfico y una taza de café para comenzar el día. Eso estaría bien. Entonces, ¿estás ofreciendo eso?
—Nunca en tu vida —respondo. Mi mano comienza a jugar con el agua y suspiro—. Me siento desnuda.
Niall resopla.
—Estás desnuda.
Eso me hace reír.
—No quise decirlo literalmente. Quiero decir, siento como que estoy expuesta al mundo. Mi mente sigue yendo a la deriva a lo que podría haber sucedido.
—Yo habría ido a la cárcel por asesinato —susurra Niall —. Te lo prometo. Incluso ahora, si veo a ese hombre, su trasero es mío.
Niego con la cabeza.
—Espero nunca volverlo a ver. No sé lo que haría.
—Vamos a enseñarte a defenderte. Te daré un par de días para recuperarte, pero no te voy a tener por ahí sin protección. No podría hacer frente a esto nuevo.
—Lo siento, no me di cuenta de que fuera semejante carga.
Niall se arrastra hacia el lado más alejado de la cortina. Obviamente, para que no poder ver hacia adentro.
—No es una carga. Literalmente, quiero golpear a alguien en el rostro. No puedo creer que no estuve ahí para protegerte.
Estirándome, jalo una toalla de la pared. Me cubro y abro la cortina, por lo que estamos cara a cara.
—No podrías haber estado ahí para protegerme. Ninguno de nosotros sabía siquiera que iba a estar ahí. Debería haberte enviado un texto, pero estabas fuera haciendo cosas. He estado sobre tu trasero todos los días. No quería molestarte.
Con una mirada de dolor en sus ojos, Niall se inclina aún más hacia mí.
—No quiero nada más que protegerte. —Levanta sus dedos y los pasa por mi cara—. Dijiste antes que ibas a ser mi responsabilidad como si fuera una cosa mala, pero no lo es. Quiero cuidar de ti. Quiero mostrarte el mundo que has estado negándote por tanto tiempo. Tienes una hermosa sonrisa, y me encanta verla.
—Sé que no soy hermosa o preciosa, pero eres la única persona que me ha hecho sentir bonita, por fuera y por dentro.
Durante unos segundos, sólo permanecemos ahí cara a cara, a pocos centímetros de distancia. Siento su suave aliento besar mi piel. Eso envía escalofríos por mi columna mientras lo miro a los ojos.
De repente los pensamientos en mi cabeza son demasiado y los retraigo.
—Gracias —susurro—. Gracias por todo.
Mira hacia abajo y asiente.
—Me alegra que pueda hacerlo.
—Entonces, ¿puedo pedirte un favor? —pregunto vacilante.
—Claro —responde Niall con una sonrisa.
Mordiéndome el labio digo.
—Dime algo sobre ti mismo. Tú sabes demasiado acerca de mí. No tienes que decirme nada sobre tu pasado. Sólo algo, para así poder llegar a conocerte mejor.
Niall levanta la vista y tararea.
—Hmmm, ¿qué es lo que quiero decirte?
Hay silencio mientras obviamente piensa.
—Vamos a ver, estás en preparatoria. ¿Qué puedo decirte? ¡Ya sé! Nunca he ido a un baile escolar.
—¿En serio? ¿Por qué? —pregunto.
Sacudiendo la cabeza, Niall dice.
—Recibirás un hecho. Sin preguntas.
—¡No es justo! —exclamo riendo—. Está bien. Yo nunca he estado en uno y dudo que lo haga.
—¿No tienes ninguno este año? —pregunta Niall.
Asiento.
—El baile de invierno y el baile de Graduación, a ninguno de los cuales voy a asistir.
—¿Por qué? Podemos conseguirte un vestido y ponerte toda bonita.
—Sin ánimo de ofender, pero no quiero ir sola —murmuro—. Todo el mundo va ahí con amigos.
Sólo hay silencio en tanto Niall mira hacia otro lado.
—Bueno, tal vez tendrás amigos para entonces con los cuales ir. ¿Cuándo es el baile de invierno?
—Como en un poco menos de dos meses —respondo—. Es tonto.
Se ríe.
—La mayoría de las cosas lo son en la preparatoria. Bueno, debería dejarte tomar el resto de tu baño. Aunque disfruto verte cubierta con una toalla, con el cabello todo húmedo sobre tu piel.
—¡Pervertido! ¡Dios Niall! —grito.
Riéndose, se pone de pie. Me aseguro de mantenerme muy cubierta. Sólo toma una profunda respiración y se ríe un poco más.
—Sabes, si alguna vez quieres entrar en el baño mientras yo estoy en él, eres más que bienvenida.
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The Art Of The Life - Niall
FanfictionNiall es un chico de 21 años devastadoramente atractivo con un secreto, quien sólo tiene que entrar a una habitación y lanzar su sonrisa ganadora para derretir el corazón de una chica. Alex Nimon, es una artista apenas perceptible, cuya vida en casa...