Capítulo 8 {3 parte}

221 17 1
                                    



Entramos y me detengo en seco. Toda el área de servicio está llena con estudiantes de preparatoria, la mayoría de ellos son de último año.

—¡Mierda! —digo.

Niall me jala en un abrazo y murmura en mi oreja: —¿Qué está mal?

—La mayoría de mi clase de último año está aquí —murmuro.

Él me jala fuerte contra él.

—Confía en mí, Alex. Saliste de un auto matador, con un chico caliente que está envuelto a tu alrededor. ESTO no es algo malo.

Mirándolo, me río.

—Tienes un punto.

—Démosle algo más a lo que mirar —dice él, justo antes de que me bese.

Me toma con la guardia baja... de nuevo, pero hombre, se siente tan bien. Después de unos segundos, Niall se aleja—. Ahora tenemos la atención de todos.

—Bien —tartamudeo.

Niall agarra mi mano y me lleva al mostrador.

Jack está parado ahí con la mandíbula caída—. Hola Jack, este es mi amigo Niall.

Jack sacude su cabeza.

—¡No me dijiste que él conducía un genial GTO de 1967!

—Sí —le contesto—. Ese es. No podía recordarlo ayer.

—Tomaré un descanso —le grita Jack a alguien más detrás del mostrador—. Necesito revisar tu auto.

Niall mueve su mano hacia adelante y seguimos a Jack hacia afuera. Jack se agacha y mira por las ventanas laterales.

—Es hermoso. —Eso es todo lo que se me ocurrió decir.

—¡Amigo, este auto es maravilloso! ¿Lo reconstruiste tú mismo? — pregunta Jack.

—Síp —contesta Niall —. Lo tuve por tres años antes de que pudiera reconstruirlo totalmente.

Girándose, Jack pregunta entusiasmado:

—¿Puedo ver debajo el capó?

—Por supuesto. — Niall se acerca y tira del pestillo del capó.

No puedo ayudar, así que sólo doy un paso atrás. Obviamente, él sabe lo que está haciendo. Ahora, algunos otros chicos de la escuela vienen a comprobar lo que está "bajo el capó".

—Eso es hermoso —dice Jack.

—Mi bebé tiene 450 de bloque grande, todo cromado. Tiene doble cámara superior y un ventilador. Les enseña a las personas las bases regulares.

Jack hace unos ruidos extraños que sólo los chicos hacen.

—Tengo que escuchar este motor.

Niall me tira las llaves.

—Ponlo en marcha, cariño.

Cojo las llaves y lo miro. Sólo me hace un guiño. Me subo al auto y piso el embrague. Con un gemido, enciendo el auto. Escucho un montón de "¡Genial!". Niall se acerca a la ventana.

—Está bien, sigue estas instrucciones: Primero pones el freno de seguridad. En segundo lugar, pones el auto en neutro. No puede ser en cualquier marcha. Luego, en tercer lugar, presiona el acelerador. Hará funcionar el motor.

—Está bien —respondo con nerviosismo.

Hago todo lo que dice y, a continuación, presiono el pedal del acelerador. El motor ruge bastante fuerte. Hay un montón de gente chillando y gritando desde el frente del auto. Cuando miro por la ventana, me doy cuenta de que la mayor parte de la cafetería ha venido afuera. Genial, somos un espectáculo. Por último, Niall ondea su mano para que pare. Hago eso y apago el auto. Me alegro de no haber matado a nadie.

Salgo del auto y camino hacia Niall. Él pone su brazo alrededor de mí.

—A ellos les gusta.

—Puedo ver eso —respondo.

Jack se inclina sobre el motor.

—No puedo creer que hayas aprendido a conducir en este auto. Eres genial, Alex.

—Gracias —susurro torpemente.

—Mi chica es genial. — Niall lo interrumpe besándome en la cabeza.

Girándome hacia Niall, digo:

—Quiero conseguir un poco de café. ¿Quieres algo?

—Seguro —responde, con una sonrisa.

—Oh, yo me haré cargo de eso —responde Jack con alegría. Él se acerca y abre la puerta—. Olivia, ¡dales lo que quieran por cuenta de la casa!

Mantiene la puerta abierta mientras camino otra vez hacia allí.

—Gracias —murmuro mientras camino por delante de él. El resto de la gente en la cafetería ahora está mirándome. Esta es mucha más atención de lo que esperaba. Me acerco a la barra y las chicas sonríen. Miro el menú y ordeno—. ¿Puedo tener dos cafés con leche grandes, por favor?

—Definitivamente —responde la chica. Ella me sonríe y dice—: Tu novio es muy caliente.

—Sí —suspiro—, y él lo sabe. —La chica sólo se ríe y se va a hacer nuestros cafés. Me doy vuelta y miro por la ventana. Jack hace gestos con las manos y Niall se está riendo. Los chicos todavía me desconciertan.

Después de unos minutos, la barista trae las bebidas. Digo:

—Gracias. —Y pongo un poco de dinero en el tarro de las propinas.

Cuando llego al exterior, Jack se vuelve hacia mí.

—Él me dijo que no puedo conducir el auto.

—No pensé que te lo permitiría —respondo, entregándole a Niall su café con leche—. Estoy sorprendida de que me deje a MÍ conducirlo.

Niall se ríe.

—Por supuesto que sí. Vas a necesitar algo para conducir cuando obtengas tu licencia. Tengo mi moto, tú te quedas con el auto.

—¡¿QUÉ?! —grito.

—¡De ninguna jodida manera! —exclama Jack aún más fuerte—. Me recogerás de la escuela todos los días, entonces. Te daré a mi primogénito.

Yo solo miro a Niall.

—No voy a llevar tu auto a la escuela.

—¿Por qué no? —replica Niall —. Es un buen auto. —Con un gemido, ruedo los ojos. Riendo, Niall me abraza.

—Bebe tu café con leche. Tenemos que irnos pronto de todos modos.

—Alex. —Jack comienza seriamente—, si llevas esto a la escuela, tienes que prometerme que me darás una vuelta.

Eso me hace sonreír.

—Puedo hacer eso.

—¡Oye! —exclama Jack—. ¡Hay una fiesta esta noche! ¡Deberías venir!

¿Hhhhuuuhhhhhh? ¿Acabo de ser invitada a una fiesta? Antes de que pueda decir algo, Niall dice:

—Nos encantaría, pero ya tenemos una fiesta a la que ir, y ya sabes, tengo 21. Si ustedes hacen algo malo y soy el más viejo allí, tendrán mi trasero.

—Oh —dice Jack—. No lo sabía.

—Sí, de todas formas, las fiestas de secundaria no son lo mío, y tampoco lo de Alex. Ella puede ser la bebé del grupo, pero todavía está en el grupo. Sabes, hacemos las cosas de manera diferente. —Jack asiente como si Niall acabara de decir la cosa más sabia alguna vez.

Resoplo y toso para encubrirlo—. Bueno —dice Niall —. Tenemos que seguir adelante. Cosas que hacer, lugares a los que ir... hacerlo.

Mis ojos se cierran y mi cabeza cuelga.

— Niall ...

—¿Quééé? —replica dramáticamente. Tan sólo lo miro a los ojos—. Bebe tu café. Yo conduciré.

—¡Gracias a Dios! —grito. La última cosa que quiero hacer es tratar de retroceder frente a todos. Niall cierra el capó. Me acerco a Jack—. Gracias por el café.

Él sonríe.

—No hay problema. Sólo tienes que darme un paseo en el GTO.

—Puedo hacer eso —respondo, asintiendo—. Te lo prometo, después de obtener mi licencia y si realmente Niall me deja conducirlo.

Jack menea la cabeza.

—Tienes que darte prisa y conseguir tu licencia.

—Tan pronto como ella se sienta cómoda, vamos a ir para que tome la prueba —dice Niall jovialmente—, pero por ahora, tenemos que irnos. Entra, nena.

Agito una mano hacia Jack y me meto en el auto. Niall entra en el otro lado y le susurro: —Gracias.

—Oh, espera —responde con una sonrisa desviada—. Lo haré babear en unos diez segundos. — Niall alcanza la parte posterior y tira de una toalla de debajo del asiento.

—Pon esto en tu regazo y sujeta muy bien nuestros cafés. Estoy a punto de hacer un lío. Le daremos uso a tu ropa nueva.

—Oh, mierda —me quejo.

Niall retrocede y gira hacia la calle.

—Agárrate fuerte, Alex. Uno de estos días te mostraré cómo hacer esto.

Pone primera y el suelo se eleva. Me estrello contra mi asiento y todo lo que puedo oler es goma quemada. Nos lanza hacia adelante a una velocidad a la que sé que no deberíamos ir. Se mueve con rapidez y ahora estamos a cuatro cuadras de distancia.

—¡Más despacio! —Dejo escapar finalmente cuando puedo volver a respirar. De repente, el auto reduce la velocidad y yo me voy hacia adelante. Mirando hacia abajo, mi regazo está cubierto de café. —Es mejor que estés muy agradecido de que había una toalla en mi regazo. Café caliente sigue siendo café caliente, ¡incluso a través de los pantalones vaqueros!

—Ellos definitivamente no te olvidarán ahora —replica Niall.

Mirándolo, digo:

—Sí, pero ellos también van a oler los neumáticos quemados mientras beben su café. Esto si aún te quedan neumáticos.

—No he hecho eso en mucho tiempo. — Niall ríe—. Increíble, cada vez.

Levanto las tazas de café y las sacudo un poco. Encogiéndome de hombros, bebo el resto de uno de ellos.

—¿Qué se supone que debo hacer? —pregunto finalmente—. Mis brazos y la toalla están completamente cubiertos de café.

—Estamos a sólo unas pocas cuadras de distancia, vamos a ir a mi casa.

—Gracias —replico—. Estoy asquerosa.

Con una sonrisa, Niall dice:

—Vamos, valió la pena ¿no?

Sin ser capaz de evitarlo, sonrío.

—Sí, en cierto modo lo fue.

Cuando finalmente llegamos al apartamento de Niall, abre la puerta para mí, ya que, obviamente, no tengo las manos limpias. Me levanto y Niall agarra la toalla mientras cae. Dándome la vuelta, miro el asiento.

—¡Hey, no hicimos un lío!

—Oye, todo tiene que ensuciarse de vez en cuando. Es sólo un auto después de todo, y lo que hice trajo una sonrisa a tu cara. Por lo tanto, un derrame habría valido la pena.

—Eso es realmente dulce —digo—, pero ¿puedo ir a asearme?

Niall cierra la puerta, y responde:

—Por supuesto, querida.

Tiramos los vasos cuando llegamos arriba. Niall me conduce al cuarto de baño donde me entrega un paño.

—Espero que sepas que nunca voy a hacer eso en tu auto. —Hago resaltar mientras humedezco el paño.

—¿Por qué no? Es TAN divertido —replica Niall con una sonrisa.

Levantando una ceja, digo:

—No.

—Date prisa para que podamos ir a la tienda de teléfonos celulares. O, ¿has tenido suficiente por hoy y quieres ir a casa?

Hago una mueca.

—Prefiero no ir a casa. Mi mamá se fue por el fin de semana y esta es la primera vez que he estado sola. Recorrí la casa anoche con un cuchillo revisando que todo estuviera cerrado. Sé que tengo 18, pero sigue siendo escalofriante estar sola.

—¿¡Por qué demonios no me llamaste!? — Niall dice bruscamente—. Si no estabas cómoda estando sola, habría ido y te habría recogido. 

The Art Of The Life - NiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora