1814
Es un día lluvioso. La nubes, opacas y espesas, inundan el lúgubre paisaje de Londres con sus lágrimas. El aire pide a gritos que sus lamentos cesen y los árboles se inclinan ante la irá de los vientos para poderle rezar al Todopoderoso.
El acto de dar vida cuesta y algunas personas lo aprenden de la forma más cruda. Pudre corazones y asesina almas, sólo para que Dios se pueda divertir por el sufrimiento que infringe en sus hijos y ellos le supliquen, y así pueda enaltecer más su ego al sentirse alabado y proclamado por almas en pena.
-Te lo pido Dios mío. - reza un joven de cabello naranja frente al altar de Dios. Palabras cálidas salen de sus labios, aliento desperdiciado.
Las puertas de la capilla se abren con fuerza a causa del viento, las velas que están alrededor extinguen su luz y entre las violentas gotas de lluvia aparece una figura humana. Él apenas y puedo apreciar esa pequeña y esbelta figura.
Parecía que la naturaleza estaba molesta y nadie sabía porqué.
Una mujer con cabello naranja corre con desesperación por el prado hasta llegar a la capilla donde se encontraba su hijo. Dio gracias al cielo al poder divisar la estructura. Las puertas del recinto se azotaban contra la pared del lugar a causa del clima.
-¡Ichigo! ¡Ichigo! - gritaba la mujer con fuerza mientras se acercaba más al recinto.
El nombrado abandonó sus oraciones inmediatamente y caminó a la salida, encontrándose con su madre empapada. La recorrió con la mirada de arriba hacia abajo, su vestido, que es un principio era azul naval había adquirido un tono más oscuro llegando a confundirse con el negro, el agua aumentó el peso de la tela, por lo tanto, Masaki sostenía la falda con sus manos heladas y pálidas, su cabello se pegaba a su rostro, enmarcando el gesto trastornado y su quijada titiraba por el frío.
Las miradas entre madre e hijo se conectaron, la desesperación y angustia se acentuó. Agradecieron a la lluvia que camuflara sus lágrimas.
-Orihime... - fue lo único que pudo pronunciar sin embargo fue suficiente para que el resto del mensaje fuera recibido. Ambos corrieron lo más rápido que pudieron hacia la habitación donde se encontraba su esposa. El viento le susurraba al oído, las gotas lo golpeaban en el rostro y los gritos de dolor se hacían cada vez más fuertes conforme se acercaban al palacete de la familia.
Llegó a la entrada principal de su casa y abrió las puertas, la servidumbre lo asistió con rapidez, lo despojaron de las prendas más mojadas. Todos los presentes estaban alerta.
Los gritos de su mujer habían cesado minutos antes pero en la mente del varón seguían retumbando. Se dirigió a uno de los pasillos más oscuros de la casa y fue absorbido momentáneamente por la penumbra del lugar. Su corazón estaba agitado. Sintió que su alma regresaba poco a poco hasta que pudo divisar la entrada a la habitación que compartía con su esposa. Al parecer todo había salido perfectamente.
La lluvia no cesaba.
De pronto, la puerta de su alcoba se abrió, saliendo de ella, su padre quien se limpiaba las manos con un paño. Su cuerpo lucía cansado y en su rostro no había ninguna pizca de felicidad a pesar de que había traído al mundo a su nieto. Cuando sintió que sus manos estaban lo suficientemente limpias, se acercó a su hijo, lo tomó de ambos hombros y lo vio directamente a los ojos, tratando de fortalecer el vínculo que existía entre ellos.
-Hijo, yo... - el jefe de la familia no sabía cómo decirle esto. Tomó un poco de aire para poder proseguir. - El cuerpo de Orihime no... - la mirada del pelinaranja se turbó - Ella se ha ido. - fue lo único que dijo. Al no tener contestación alguna de su hijo, lo abrazó como si su cuerpo fuera a desvanecerse de pronto de éste mundo.
Ichigo inhaló fuertemente provocando que el frío del aire le quemara ligeramente los pulmones. Su esposa, su querida y amada esposa había muerto, lo había abandonado en este mundo. ¿Cómo afrontaría los retos venideros de criar a su bebé ahora que no la tenía a su lado? ¿Ahora qué sería lo último que escuchara antes de dormir sino podía escuchar su melodiosa voz?
-Y mi... - él no pudo pronunciar alguna otra palabra.
-Es un varón. -contesto su padre separándose ligeramente de él.
-Mi pequeño Kazui. - susurró con lágrimas en los ojos.
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[+18] [AU ICHIRUKI] † Dolorosa † [BLEACH]
FanfictionRukia es una chica aventurera... de los libros. Una vez que entra a la universidad para estudiar arte se encuentra con un chico llamado Ichigo, ella queda enamorada perdidamente de él sin embargo no tiene el valor suficiente para decirle sus sentimi...