[+18] [AU ICHIRUKI] † Dolorosa † [BLEACH]

Capítulo 21: A letter from America

Estando frente a frente, Renji e Ichigo se tomaron de la mano como dos aristócratas educados y sin diferencias.

—Espero su camino hacia acá haya sido grato —comentó el pelirrojo ignorando las cortas miradas que su invitado le dirigía a su esposa —. Por lo visto ha venido solo usted. Es una lástima, se perderán del espectáculo.

El pelinaranja deseaba saber el porqué del estado de la chica, aunque podía intuirlo necesitaba más especificaciones ¿y si se la llevaba en ese momento y mandaba todo el plan a la mierda? No, no podía hacer eso. Después de todo, sí era un plan arriesgado pero no lo volvería suicida para ella por su desesperación.

—Al parecer mis padres llegarán en la noche, ellos tienen más pendientes que yo —respondió Ichigo cortésmente.

—Ya veo, pensé que al tener un hijo y criarlo solamente usted, se encontraría más ocupado.

Las piernas de Rukia comenzaron a temblar, a penas y podía sostenerse por sí misma, si no fuera porque Renji la tenía agarrada de la cintura, ahora se encontraría en el piso. Él se dio cuenta de la debilidad de la chica, debía de reconocer que tenerla bajo el sol después del altercado en la mañana no fue la mejor decisión. Solo debía de resistir unos minutos más para que Ichigo se grabara en su mente la perfecta pareja que eran. Solo unos minutos más.

—La servidumbre llevará su equipaje a su habitación y las mucamas lo dirigirán a su habitación —anunció Renji. Hicieron una corta de reverencia y se despidieron. Al ya no divisar la cabellera naranja del sujeto, Renji le pidió a una mucama y a un sirviente que la llevaran a su alcoba, segundos después Byakuya también se marchó. Ahora solo quedaba Renji para recibir a los invitados.

Al estar solo se sintió más tranquilo. ¿Por qué si lo tenía todo, se sintió tan presionado por aparentar? Con movimientos mecánicos acomodó el dobladillo de su camisa. Le preguntó al mayordomo sobre la lista de invitados. Por lo visto, el joven Kurosaki había sido el último en llegar en la primera ronda. Se debatió en ir con Rukia o verificar que todo estuviera en orden.

—Llama a la señorita Ana —mandó el pelirrojo cuando cruzó por la puerta principal —. Llévala a mi oficina —sin decir más palabras ni esperar respuesta, se marchó.

Le encantaba tener el control de todo lo que lo rodeaba pero en ese momento su corazón brincaba desesperado en su pecho, amenazándolo con salir por la ansiedad acumulada.

—Maldita sea, maldita sea.

Necesitaba retomar las riendas de sus deseos y posesiones. Conociéndose a sí mismo, cuatro paredes no lo ayudarían a recobrar la sensación de control: la caza sería perfecta. El mayordomo caminaba unos cuantos metros detrás de él por si necesitaba algo y así fue:

—Que los invitados se preparen para una caza y la servidumbre alisten sus cuchillos para despellejar —al imaginarse las acciones sanguinarias, la sangre de su cuerpo disminuía a presión por estrés, ahora era la impaciencia y el éxtasis quien lo dominaba.

Sin poderlo evitar recordó las primeras ocasiones que empezó a cazar. Era un simple novato pero ahora era distinto, su maestría en aquella área lo hacía sentirse orgulloso. Al llegar a su oficina caminó de un lado a otro mentalizándose sobre los posibles escenarios que darían lugar aquella noche, hasta que, de pronto tocaron la puerta.

—Adelante —indicó mientras se colocaba detrás de su escritorio y adquiría una postura más tranquila pero al mismo tiempo imponente. Era Soi-Fong, quién al verlo, hizo una reverencia —. Saldremos de cacería, prepara a Rukia para el viaje.

—Señor, no creo que la señora resista ver la sangre de los animales, además...

La estridente risa del varón la interrumpió. A veces ella trataba de hacerse una idea sobre lo que Renji tenía en su cabeza, formular el diagrama que descifrara las acciones-reacciones del pelirrojo pero seguía sin obtener éxito. La situación la estaba desesperando. Si fuera por ella, acabaría con su vida en ese instante, donde estaban ellos dos pero no sería una estrategia inteligente. Debía de acoplarse al plan diseñado con anterioridad, aunque, se supone que todo plan es flexible y se debe de buscar la forma de adaptarlo a los deseos de y necesidades de los involucrados así que...