[+18] [AU ICHIRUKI] † Dolorosa † [BLEACH]

Capítulo 5: Girl reading a letter at an open window.

Advertencia: Puede contener escenas violentas.

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Los humanos tenemos la maravillosa habilidad de convertir las cosas más simples en las más complejas.

Una simple reacción química entre la dopamina y la serotonina liberada al conocer a una persona con la capacidad suficiente para alterar el tonto corazón, que incluso sume en un estado de letargo al cerebro y otras cosas catastróficas. Momento en los cuales el psique, timo y noss se ven involucrados en conjunto. Aquello tan simple se vuelve enamoramiento y si bien nos va, en amor.

Pasemos a otro ejemplo: el tiempo, la mejor creación del ser humano durante su existencia. Sabemos qué es el tiempo pero si nos pidieran explicarlo no podríamos hacerlo. Volvemos al mismo punto: convertimos algo simple en algo complicado. Absurdo ¿No?.

Ahora, las cartas. Una herramienta literaria poco ocupada actualmente. Hay millones de palabras existentes pero son pocas las que poseemos y cuando las necesitamos para plasmar nuestros sentimientos suelen huir como cobardes. Escribir es un simple ejercicio de conexiones neuronales sin embargo, cuando nos "bloqueamos", estas se ven interrumpidas, algo similar pasa cuando tenemos miedo.

¿Tienes miedo de plasmar tus emociones?

Actualidad

—¿Te encuentras bien? — le preguntó Ichigo preocupado.

—No sí... — Rukia trataba de ser coherente con sus palabras pero todavía no podía recuperar el control de sí misma — Yo creo que debo marcharme. — se levantó de la silla, dispuesta a irse a su edificio pero su acompañante la detuvo de la mano.

—Te acompaño.

Antes de partir, el pelinaranja recogió los tés y le dio uno a la fémina.

Durante todo el trayecto caminaron en silencio, ella no se sentía con los ánimos suficientes para entablar una conversación, ni aunque el tema fuera de lo más trivial del mundo. En cambio, Ichigo no quería hablar sobre el beso, una parte de él sentía pánico al saber lo que la azabache había sentido cuando sus labios se tocaron. Por fin llegaron al edificio de Rukia, se despidieron de manera cortante y cada quien tomó un camino completamente distinto.

La fémina pisaba cada escalón desganada. No entendía como sus piernas funcionaban perfectamente en esos momentos pero cuando tenía que afrontar a Grimmjow se congelaban. Esta sensación provocaba la intervención de distintos pensamientos, siendo este el más impactante para ella: ¿Y si en realidad quería ser atacada por él? Sacudió la cabeza rápidamente para desecharlos.

Entró a su habitación y se encontró a su amiga Orihime charlando por teléfono. Se le notaba entusiasmada pero aquella sensación se esfumó al ver el rostro de Rukia tan apagado como si hubiera perdido el último autobús hacia su destino, en esta caso, el amor. La chica se disculpó con su interlocutor y colgó la llamada para interrogar a su amiga.

—¿Todo bien? ¿Que ha pasado?

—Paso que nos besamos y él no habló al respecto, también paso que apareció Grimmjow, arruinando la escueta atmósfera romántica que había entre nosotros.

Su amiga se levantó de su cama y se acercó a ella para tomarla de las manos. En aquel contacto tan íntimamente cálido, sus frustraciones fluían con rapidez por su cuerpo, transformando aquel peso en lágrimas salinas saliendo por sus ojos violetas. Al ser consciente de su debilidad, se limpió el rostro y se reprendió por llorar, era absurdo.

—Las cosas nunca pasarán como una lo espera, así es la vida: Imprecisamente perfecta. — comunicó Orihime mientras le regalaba una sonrisa a Rukia.