Narrado en primera persona
Cursaba mi tercer año de cinco de la carrera de cinematografía, amaba mi carrera y amaba lo
que estudiarla me había dado, viajes increíbles, conocer un poco más acerca del cine y a mi magnifico grupo de amigos.
Alexa fue a la primera persona a la que le hable en este lugar, me la había encontrado en la jefatura mientras entregaba sus últimos papeles de registro, desde ahí somos inseparables, o al menos así era hasta que llego Fernando al grupo, fue amor a primera vista, tanto así que llevan ya 2 años juntos, él es increíble, a la medida para ella.
Después se integró Danielle y Símon, al año y medio para ser exacta, Simón era mi mejor amigo de toda la vida, solo que iba un año atrasado porque eso de combinar la música y la escuela aún no se le daba bien; En cuanto llego a la universidad se lo presente a Alexa y a Fer, este me introdujo a Danielle que era la más pequeña de nosotros, pero eso no le impedía a veces ser la más madura.
Y es así como mi grupo de 4 amigos era lo más valioso que tenía, ya que un año antes de terminar la preparatoria mi padre se divorció de mi madre, y todo había ido en picada a partir de ese día. Tengo un hermano 2 años mayor, que vive enamorado de Danielle, pero este vivía a 3 horas de donde ahora yo y mi madre vivíamos, nos visitaba de vez en cuando, y en una de esas visitas conoció a Danielle, aunque se mantiene a margen por la diferencia de edad, no evita que cada que se encuentran se ilumine su mirada.
Mi papá se había quedado en Nueva York y nosotras habíamos decidido tener un nuevo comienzo en Chicago, bueno en realidad mamá decidió por las dos.
Mi vida siempre había sido algo caótica, pero me enfrente a la realidad de en verdad sentir que pierdes a alguien y quedas vacía no hasta hace unas semanas...
Había estado distraída ya varios días y para variar ese día no había sido la excepción, me estacione en uno de los pocos lugares vacíos que quedaban en el estacionamiento de la Universidad, apague la música, tome aire y después exhalante fuertemente dejando caer mi espalda en el asiento, tome mi mochila y mi celular -7:30 am-, maldije, había llegado 30 minutos tarde a mi primera clase, era inútil tan solo intentar entrar, la profesora de esa materia era muy puntual y estricta, y así fue como vi una inasistencia más en la materia Historia del cine II, salí del auto en busca de un café y pensando en que gastar la hora y media que tenía antes de mi siguiente clase.
Decidí sentarme en una de las gradas del campus de futbol americano que se encontraban justo en la parte trasera del campus, el entrenamiento de los del equipo comenzaba exactamente a las 11 de la mañana, así que tenía un buen rato a solas.
Sin ganas de seguir escuchando mis pensamientos, saqué mi celular y mis audífonos de la mochila, le di play a la primera canción que encontré en mi spotify y subí el volumen a tope, esperando perderme en la melodía, pero el corazón no funciona así y este no se distrae de lo que quiere cuando el amor es muy profundo, así que no me quedo más que aceptar aquellas lagrimas que en automático comenzaron a rodar por mis mejillas.
