Capítulo cincuenta y uno

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Cuando por fin me calme un poco, pudimos pasar de la puerta en dirección a la sala, por suerte no había nadie cerca ya que por un momento olvide que los padres de Tim podrían verme así de mal y era algo que no quería.

-¿Qué pasa?- dijo Tim una vez que estuvimos sentado alejando un poco mi rostro de su pecho para poder mirarme directamente a los ojos con una expresión de angustia

-En dos semanas tengo que estar en Nueva York- más lagrimas rodaron por mi rostro-y no sé, Tim, la rabia me invade, no puedo hacer esto...

-Debes, la pequeña criatura no tiene la culpa y sé que lo sabes, pero debes internarlo, porque si no esto te afectara toda la vida

-Lo sé, pero ver a mi madre conteniendo las lágrimas me partió el corazón- abrace a Tim de nuevo, pegando mi rostro a su pecho, las lágrimas volvieron a salir con la misma intensidad del principio y mi novio se limitó a hacerme pequeñas caricias en el pelo para tratar de tranquilizarme, sin decir nada, el único ruido que había en la habitación eras mis sollozos

-Iré contigo- dijo de un momento otro- y no aceptare un no por respuesta

Me separe abruptamente de Tim y clave mi mirada fija en su rostro serio

-¿Qué?- dije sorprendida- después de lo que paso allá ¿Quieres regresar? ¿Conmigo?

-No te dejare sola, además Pauline ya te dijo que puedes quedarte con ella y eso haremos, incluso Erick puede quedarse si así lo desea- sonrío sin mostrar los dientes, una sonrisa que mostraba compasión

Me abalance hacía Tim y lo abracé tan fuerte como pude

-Muchas gracias, en verdad- exclamé un poco más tranquila- Tim se apartó de mí, tomo mi rostro entre sus manos y con su mirada clavada en la mía dijo

-Siempre contigo ¿ok?, Te quiero- al finalizar aquella frase, me besó




Llegue a casa un poco más tranquila después de saber que Tim iría conmigo, la idea de volver a ver a mi padre después de aquel día me estremecía, porque, aunque no había tenido noticias de él o su entorno hasta ahora, el coraje solo se había guardado en el fondo de mi pecho, pero no había desaparecido.

Subí las escaleras y me dirigí al cuarto de mi madre esperando poder encontrar la pero no fue así, la busque en cada habitación del segundo piso, pero no hubo rastros de ella, baje por un vaso de agua a la cocina y fue entonces cuando la vi, arreglando las rosas del jardín.

-Hola- dije saliendo de la cocina en dirección hacia donde ella estaba, con otro vaso de agua para ella

-Hola, amor, muchas gracias- dijo al tomar el vaso de agua y darle un sorbo- el clima esta insoportable, aunque a mis flores les gusta- rio, yo me reí también, pero sin ganas

-Madre, ¿puedo preguntarte algo? - dije seria, mi madre dejo a un lado el vaso de agua y con su mano me hizo una seña para que me sentara a su lado, lo cual hice y enseguida proseguí

-¿Odias a la nueva pareja de mamá?- dije mirándola con miedo ante mi dura pregunta y su posible respuesta

-No- dijo sin pensar, lo cual me sorprendió y ella lo noto- no la odio, porque ella no tiene la culpa de nada...__, debes entender algo, yo me casé con tu padre, yo lo respete y lo amé demasiado y esperaba que eso fuera reciproco, pero no fue así, entiendo que ella se haya prestado a muchas cosas que no estaban bien pero recuerda esto "nadie entra donde no lo dejan pasar", tal vez lo que yo le ofrecía a tu padre no era lo que él buscaba y lo puedo entender, mi coraje hacía él viene desde que me entere que me había mentido, si él me hubiera dicho que no era feliz, que tenía otros sueños y todo eso estaba lejos de nosotros, yo lo hubiera entendido, pero no, sin embargo y aunque aún me duele porque no es algo tan fácil de superar, ya lo he perdonado, ahora solo falta curar mis heridas pero estaré bien- me sonrió

-¿Entonces no esperas que yo me porte de cierta manera con ella?- dije un poco más aliviada

-No, al contrario, ella debe ver que tu entiendes y lo más importante, es que debes aprender a perdonar y no desquitarte con quien tiene menos culpa

Abracé a mi madre y aunque el coraje con mi padre no se había ido como por arte de magia fue un alivio saber que ella lo tomaba de esa forma y que sin duda tenía a la mujer más fuerte del mundo como mi madre.

Sweater WeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora