2

392 57 2
                                    

Abrí mis ojos con dificultad y vi a una señora algo rellenita pero con una sonrisa dulce, extendiendo una cuchara.

Mi nariz percibió ése exquisito aroma y sacando fuerzas de no sé donde, abrí mi boca para morder ésa cuchara de manera desesperada.

-Calma, puedes comer todo lo que quieras.

Me dijo la mujer, apartando la cuchara de mí para darme más.

Juró que sí no estuviese tan deshidratada en este momento, lloraria de alegría.

Comi y luego bebí como hace tanto tiempo no lo hacía.

No sé como pero ésa olvidada y muerta esperanza volvió a la vida.

Fui liberada y ahora estoy siendo alimentada.
En verdad quería volver a ver a mi familia pero sí aun se me permite vivir, viviré y buscaré justicia por mi gente a como dé lugar.

La comida es lo mejor y el agua es tan deliciosa a pesar de no tener gustó.

Espero que pronto mis fuerzas vuelvan a mi sin presentar ningún problema en mi salud.

Me preguntó, ¿por qué ahora estoy aquí?

Por ahora, no me sirve de nada pensar en éso, es mejor comer, beber y dormir hasta volver a ser yo misma.

La luz del castilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora