Meses han pasado y estoy como nueva gracias a la ayuda de Nina, la sirvienta que me cuidó.
En todo éste tiempo la verdad no sé que hago aquí pero nunca pregunté, sólo me dediqué a recuperar fuerzas y a explorar el castillo.
Es un lugar enorme y no hay ni una sola foto, hasta los adornos son pocos.
Es un gran castillo pero esta muy vacío, éso sí, armas hay de sobra.
-¡No me mientas! ¡Seguro ésa rata se oculta de mi por miedo!
¡Sal y hazme frente, cobarde!Oí los gritos de alguien en la entrada y fui corriendo a ver quién era.
Al llegar, me oculte tras una gran armadura y me asomé.
Los sirvientes estaban lidiando con un hombre bien parecido, cuerpo ejercitado, ojos azules, piel ligeramente bronceada y cabello rubio.
No lo voy a negar, es un poco guapo.
-¡¿Quién se oculta?!
Gritó mirando en mi dirección y me asusté, ocultándome.
No importa lo atractivo que era, ése tipo estaba enojado y yo andaba de curiosa así que tengo que huir.
Lista para marcharme, moví mis pies pero al instante me agarraron de la mano y me pegaron a la pared.
Un tipo con sonrisa siniestra, cabello negro, ojos rojos y también bien parecido, me aprisiono.
¿Es el día de hombres guapos pero sin cerebro?
¿Por qué no me lo dijeron de ante mano?
-Vaya, vaya, ése tipo se hizo de una sirvienta muy buena.
El siniestro hombre acercó más su rostro a mí y yo choque mi cabeza contra la pared.
¿De quién están hablando que le quieren dar una lección?
El otro tipo se acercó y al verme sonrió con malicia.
-Tienes razón, ¿y sí le damos una lección manchando a su linda sirvienta?
¡No! ¡No te atrevas!
-No es mala idea, ¿qué opinas, linda?
Me preguntó el de ojos rojos.
Yo lo miré con enojó y negué.
¿De quién rayos están hablando? ¿Del dueño del castillo?
-Vaya, ¿qué la linda sirvienta se quedó sin voz por nuestra belleza?
Dijo el de ojos azules mientras acariciaba su cabello y sonreía de manera presumida.
Patán.
-P-por favor, dejen a la señorita, se lo suplico.
Nina llegó a mi rescate y ésos dos tipos la miraron de manera fría, algo aterradora.
-No te metas donde no te llaman, además se lo busco por andar de curiosa.
Dijo el de cabello negro.
Sí, soy curiosa pero qué persona no lo es.
-Ella no está acostumbrada a estás cosas, dejenla ir por está vez.
El rubio sacó una espada pero Nina no retrocedió y yo asenti.
¡Bien Nina!
Tu te encargas de ése y yo de éste.-¿Por qué sonríes?- me preguntó mi pronta víctima que aun no me soltaba.
-La señorita no puede hablar, ella es muda y no es una sirvienta.
Con decir Nina éso, ésos dos tipos parecieron palidecer y el de ojos rojos me soltó como sí quemase.
¡Éso es perro, a la próxima no sales vivo!
-¿Qué estará pensando ése tipo ahora?
Dijo el rubio, enfundando su espada.
¿Por qué rayos no dicen el nombre de ése tipo y ya?
Me gustaría tanto saber quien es la persona que no será esclavizada cuando domine al mundo.
-Siendo él, nada bueno.
Con su permiso, nos retiramos.El de ojos rojos me hizo una reverencia y se fue junto al otro tipo.
¡Éso, mejor se van ahora que estoy sintiéndome piadosa!
A la próxima no la cuentan.
-Mi señorita, estaba tan preocupada por usted.
Nina me abrazo por sorpresa y yo correspondí con una sonrisa.
No te preocupes Nina, tenía a ésos tipos bajo control y cuando yo quisiese los podía poner de rodillas.
No sé quienes hayan sido ésos tipos o quién es el dueño de éste castillo del cual planeó apoderarme, pero ya lo sabré...
Me gustaría tanto saber leer y escribir para decirle a Nina lo que quiero.
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La luz del castillo
Short StoryEl llamado caballero negro, el hombre mas fuerte de todos, decide salvar a una chica que estaba al borde de la muerte. ¿Por qué la salvó entre tantas personas? ¿Cuál es la verdadera historia detrás de ellos dos?