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¡Al fín llegue al famoso reino con un rey loco como ningún otro!

Tristemente tuve que meterme de manera no muy legal ya que en la entrada pedían identificación y permiso de entrada, cosas que no tengo.

Ignorando que tuve que escalar un gran muro y noquear a varios guardias, ahora viene la parte en la que intentó pensar cómo llegar al "rey", sin empezar una guerra.

Éste lugar es exageradamente grande y las personas se ven muy asustadas, después de todo en cada esquina hay guardias humanos y monstruos rondando.

Mas que un hermoso reino próspero y poderoso, este lugar parece una inmensa prisión donde los guardias vigilan a las personas las 24 horas.

-¿Luz?

Ésa soy yo, ¿quién me llama?

Voltee a los lados para buscar a quién me llamaba y vi a esa mujer caballero que dijo ser la prometida del tonto, patrullando el lugar de a pie con tres hombres y dos ogros.

¿Cómo es que se llamaba?
Bueno, no importa, quizás ella me ayude a llegar ante el "rey".

En fín, ignorando éso, ahora que veo mas de cerca a dos monstruos de esté reinó, ya entiendo por que obedecen a un falso rey; es por que parecen estar bajo una especie de hechizo que los controla.

Sí tan sólo hubiese una bella chica que con sólo decirlo sería capaz de liberar a los monstruos de su hechizo, esperen, sí hay una bella chica que puede hacer éso.

-¿Qué hace aquí? Este lugar no es donde perteneces.

Me dijo con preocupación ésa caballero mientras yo levantaba una ceja.

¿Y dónde se supone que pertenezco, mujer?

No conocí a mi familia y el pueblo donde vivía fue destruido, así que me sería muy útil conocer el lugar donde supuestamente pertenezco.

-Soldado Catherine, ¿quién es ésa jovencita?

Entre todos ésos, un tipo con una super mirada arrogante, calvo y un gran bigote, se dirigió a ésa mujer que al parecer se llamaba Catherine.

-Capitán... yo... ella es...

Como sí quisise ocultar quien soy, no dijo nada y ése hombre lo miró con enojó.

En mis recuerdos vino aquello que me dijo la reina Mon hace tiempo y di un gran suspiro, no creyendo lo que iba a hacer.

De manera arrogante, di un pasó al frente y apoyé una mano sobre mi pecho.

-Yo soy Luz, la novia del caballero negro, Joaquín, el hombre más idi... fuerte de todos.

Al oír mi mentira, los presentes y los que pasaban alrededor me miraron con sorpresa.

¿Qué? ¿Quieren mi autógrafo?
No es el momento ni lugar, club de fans.

-¿La novia del canalla ése?

La tuya por sí las dudas.

El pelón sonrió de manera malvada y sacó su espada.

-En ése caso, debería matarte aquí mismo, sucia rata de dos patas.

Ignorando el halago de don pelón, saque mi espada y sin dudar me lancé hacía él, intentando darle el primer golpe pero lo esquivo, me agarró del brazo y me lo torció, haciendo que suelte la espada.

-Pero como nuestro gran rey es benevolente, le diremos sobre ti para que decida tu castigo por traicionar a la humanidad y querer a ése monstruo.
Guardias, llevenla a una celda.

Empujandome sin delicadeza donde los otros dos guardias, fui esposada y llevada a prisión, saliendo mi plan a la perfección.
.

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Catherine estaba terminando su turno en ése día, teniendo la mirada perdida.

-¿Qué pasa, Cat?
¿No me digas que la mujer de hierro está preocupada por una traidora?- preguntó un caballero.

La mujer fruncio el ceño, recordando aquella vez que vio a Luz pelear y derrotó a uno de los mejores espadachines del mundo con facilidad, en cambio ahora acababa de perder contra un soldado que era mas de manejar flechas que espadas.

¿Será qué perdió de manera intencional?

-Yo vi a ésa chica de cruce y no me dio buena espina, sentí como... miedo.- dijo otro guardia que era un elfo.

Vivio miles de cosas locas pero sólo ver a ésa chica de lejos, le provocó miedo por primera vez en toda su vida y no sabía por que.

-Vamos, seguro que sólo te dio miedo ya que es quien sale con el caballero negro.-dijo el soldado humano.

Su compañero elfo asintió, intentando no pensar a fondo en éso mientras Catherine se iba, pensativa.

No sólo habló y perdió de manera muy rápida, también le daba miedo a un monstruo.

Definitivamente algo ocultaba ésa chica pero... mejor dejaba que todo transcurra como debe ser.

Seguramente el caballero negro llegará y rogaba que no sea demasiado tarde, por que en el fondo, también tenía un terrible presentimiento.

Mientras que en la celda de Luz.

La chica se sentó en el suelo, mirando a ésa pequeña ventana que había y suspiro profundo mientras cerraba sus ojos.

Era hora de terminar con parte de ésa guerra ahora que tenía el poder para hacerlo.

-Atención a todos los monstruos, les habla Quince, su reina.

En todo el mundo, todos los monstruos en ése momento dieron atención a la voz que oyeron en sus cabezas.

-Ustedes que están en el reino Pradera Celestial, los liberó de la maldición que poseen para obedecer a ése falso rey, pero no ataquen ni hagan dañó a nadie... al menos no hasta que yo lo diga.

Falso rey embriagado de poder, prepárate por que tu trono será usurpado por una de las huérfanas que torturaste cuando era parte de tu loca guardería.
.

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En la base de la orden de los inmortales.

Todos los miembros estaban inconcientes por diferentes partes del destrozado lugar y la mujer demonio estaba suspirando agitada de tanto cansancio, estando a su lado el líder del grupo, sentado, recostado sobre un pedazo de pared, con su brazo derecho sangrando y lleno de heridas mientras mantenía difícilmente la conciencia.

-¿Dónde está Luz?- preguntó el temible caballero negro que se acercaba a los heridos, con un cuervo sobre su hombro.

-En... en mi bolsillo, guapo.- bromeó el derrotado líder de la orden de los inmortales.

Creyó que nunca nada le haría sentir algo, pero en ése momento estaba felíz por que por primera vez en su vida sentía mucho dolor en cada parte de su cuerpo.

Joaquín fruncio el ceño por la broma y por primera vez desenvaino su espada, pero el cuervo que tenía sobre su hombro levantó la mirada de manera rara, haciendo que la vea.

-¿Qué pasa, Esmeralda?- preguntó el hombre.

La bruja con forma de cuervo no dijo nada, como sí no oyese al caballero.

-Joaquín, Esmeralda no es la única que actúa raro.- dijo Herald desde atrás.

El caballero negro volteó a ver a su amigo y vio como Deimos también miraba a un punto en la nada, pareciendo como sí alguien le estuviese dando alguna orden.

-Luz.- susurro Joaquín, entendiendo todo.

Pronto la bruja y el mitad vampiro parecieron volver en sí y miraron a Joaquín.

-Luz esta capturada en el reino Pradera Celestial y tiene planeado una locura muy grande, con monstruos muy grandes.- explicó el mitad vampiro.

El caballero entendió todo y fue donde los caballos, seguido por su mejor amigo y Herald que no entendía nada.

¿Qué estaba pasando y por que de la nada, Luz fue nombrada?

Continuará...

La luz del castilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora