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Junto con Joaquín y la curiosa princesa Candy, nos dirigimos rumbo al encuentro de mi regaló, yendo yo en el medio como la líder que soy.

Por suerte, ya estoy completamente bien gracias a los cuidados de Nina.

-Así que... Joaquín, ¿te parece linda Luz?

La princesa metiche, habló y yo voltee mi rostro para verla con enojó, advirtiendole con la mirada que se detenga.

¿Por qué no se consigue una vida propia?

-Bueno... es muy linda, no lo puedo negar.
Conocí a muchas mujeres debido a que viajó constantemente debido a quien soy, pero Luz es la mas linda de todas... omitiendo su carácter, claro.

¡¿Y ése tonto le sigue el juego?!

Di un suspiro profundo y acelere el pasó, oyendo como Candy reía levemente.

A Candy la ignoró por que es así pero a Joaquín, sólo lo perdonare por está vez, únicamente por mi regaló.

Pero que esperé no mas ése tonto, una vez que me dé mi regaló, ¡venganza!

-¿Sí ella te pide un beso, se lo darías?

Y al oír ésa pregunta, mi rostro se sintió caliente y me di media vuelta para mirar a ambos con enojó, advirtiendoles que se detengan, recibiendo una sonrisa burlona de la princesa y Joaquín cerraba la boca, demostrando claramente que iba a responder.

Sí mi cabello no fuese plateado por cierto motivo, ésos dos me sacarían canas.

-Señorita Luz.

Oí mi nombre y voltee para ver a los caballeros que seguían al tonto ex dueño del castillo, acercarse, la mayoría sin camisa.

-Tanta carne y yo con hambre.

Oí a la princesa Candy y sonreí al sentir una presencia acercarse a una velocidad monstruosa.

Una sombra se movió delante de nosotros, deteniendose delante de Candy y apareciendo el conde colmillitos, bloqueando la vista de la princesa y mirando a Joaquín con enojó.

-¡¿Qué tus subordinados no conocen la ropa de la cintura para arriba?!

Gritó, aguantando yo la risa al ver como Candy se paraba de puntillas de pies, intentando contemplar la vista, sin éxito.

Grandioso karma instantáneo, ¿qué haríamos sin ti?

-Estaban entrenando, no seas exagerado.

Y Joaquín parecía ni darle importancia a los celos de su amigo.

Luego de que Deimos obligará a los soldados a vestirse completamente, todos nos dirigimos juntos en busca de mi regaló.

Al estar llegando, Joaquín me pidió que cierre los ojos, me tomó de la mano y me guió, queriendo que sea una sorpresa para mí.

Tanto misterio me estaba dando ansiedad.

¿Qué será mi regaló que quiere mantener el misterio hasta el último momento?

¿Será qué construyó un castillo, no, un palacio digno de mí?

Bien, mi actual castillo es para el señor bigotes, rey de lo abrazable y el nuevo sería para mi.

Nos detuvimos y él soltó mi mano, recién dándome cuenta yo de que tuvo el atrevimiento de tomarla en primer lugar.

Hoy se esta pasando de listo.

-Ya puedes abrir los ojos.

Su calmada voz se oyó fusionada con el suave ruido del viento y abrí mi ojos para contemplar un bella pradera de flores, estando un caballo blanco a un par de metros de mí, listo para explorar el paisaje extenso del territorio perteneciente a Joaquín.

La luz del castilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora