Una historia de dos gatos Tigresa x Tai Long

Capitulo 6 El Nuevo Visitante

.Narrador: Era una cálida mañana en el Valle de la Paz, Tai Long se encontraba meditando en el Estanque de Lágrimas sagradas, había decidido ir solo ya que esperaba poder tener un momento a solas con el mismo, desde que Shifu se había ido a su viaje 6 Meses atrás, Oogway no se había despegado de él, conocía la intención del maestro puesto que Shifu fue quien le pidió a Oogway que cuidara de él, pero a veces necesitaba un poco de intimidad. Siguió con su meditación y comenzó a recordar la idea que lo habia mantenido ocupado Meses atrás, ¿Por que no había más animales como o siquiera similares a el?, jamas habia visto a otro Leopardo y ni siquiera preguntando a los viajeros así como a los pueblerinos del Valle de la Paz había logrado sacar algo de información, sin embargo recordó una de sus pláticas con Po, ya que desde su visita había empezado una amistad con aquel panda quien compartía un profundo interés en el Kung Fu, Tai Long no se había atrevido a contarle de la visión de Oogway puesto que sabía que al Maestro no le agradaría, en cambio se mostraba complacido de relatarle su diversas hazañas mientras Po también le compartía relatos que el tambien hubiera escuchado y en una de estas pláticas Po le habló de unos tales 5 Furiosos de los cuales Shifu había sido miembro en su juventud, en el cual había un Leopardo, Tai Long había investigado y descubrió que en efectivo lo que decía Po era verídico, pero fuera de aquel maestro no había encontrado nada más.

.Oogway: ¿En que piensas Joven Tai Long?.

.Dijo una voz a su espalda que provocó darle un sobre salto.

.Tai Long: Maestro Oogway, ¿Como supo que estaba aquí?.

.Oogway: Soy la anciana tortuga loca del palacio de Jade, yo se muchas cosas.

.Dijo el Maestro Oogway como si aquellas palabras fueran lo más divertido del mundo.

.Oogway: Eso y por que no eres la persona más sutil a la hora de pasar desapercibido.

.Rio el Maestro dejando a Tai Long perplejo ante aquel comentario. El Maestro se sentó y le dijo con voz solemne.

.Oogway: Se por lo que estás pasando Joven Tai Long, no saber bien quien eres, pero todos llegamos a pasar por eso, Pero la vida es como la semilla de lo que será un árbol: Podrás no saber quien plantó la semilla, pero sabrás en lo que puede convertirse.

.Tailong lo miró con sorpresa, pero el Maestro ya se disponía a levantarse.

.Oogway: Ahora Joven Tai Long quiero que vayas a cambiarte adecuadamente.

.Tai Long: ¿A que se debe Maestro?.

.Oogway sonrió señalando hacia el Valle que se encontraba bajando la montaña y dijo.

.Oogway: Tenemos Visitas.

.Narrador: Tai Long supo a qué se refería el Maestro, intentó divisar algo en la aldea pero a esa altura no consiguió distinguir nada. Bajando de un salto la montaña se dirigió en picada al palacio, sujetándose de una rama se balanceo y con la gracia y agilidad de un cazador aterrizó con total facilidad sobre la hierba, se asomo a la aldea y logró divisar al Maestro Shifu entrando a la aldea en compañía de alguien que no alcanzo a identificar, corrió lo más rápido que pudo a su habitación y con la rapidez de un rayo se cambio con sus mejores galas, se plantó junto al Maestro Oogway en la entrada para poder recibir a los visitantes.

.Narrador: Tigresa acompañó a Shifu todo el camino de regreso al Palacio de Jade, jamas lo habia visto pero había escuchado muchas historias sobre aquel lugar, como no quería llamar la atención había pedido prestada la capa de viaje que Shifu llevaba consigo, claro que como Tigresa era el doble del tamaño de Shifu la capa no la cubría completamente, pero lo había compensado con unos zapatos y guantes que Shifu le había proporcionado. Llegaron al Valle de la Paz a 2 días de camino en los cuales no tuvieron ningún inconveniente más que una ligera tormenta durante el viaje, cuando llegaron a la aldea los habitantes empezaron a saludar y dar gritos de júbilo, Tigresa los miro a los presentes y distinguió a patos, conejos, cerdos, cabras, gansos e incluso un panda grande y gordo sin que ellos logran distinguir su rostro y comprobó un tanto decepcionada que como en otras aldeas no había Tigres o algún otro Animal remotamente similar, pasaron rápidamente por la aldea sin detenerse ya que Tigresa le había dicho a Shifu que por el momento no quería llamar mucho la atención, subieron las escaleras con toda calma y Tigresa logro distinguir a dos personas esperando en la cima.