Capítulo 13

237 26 0
                                    

Ya estábamos de regreso en el avión habían pasado 8 largas horas y estaba oscuro afuera, posiblemente eran las tres de la mañana, al salir Kara me dio una nota en donde me explicaba cómo había sido el plan para matar al chico con la caja de regalo, inicialmente él iba a morir de todas formas, ya que él si había traicionado a Carlo, por lo que el mecanismo lo tenía planeado desde varios días atrás, y solo le pidió al final el perdón a Joshua quien prácticamente ahora trabajaría para ella.

Kara era alguien de temer, posiblemente había perdonado entre comillas a Joshua, porque realmente lo seguía probando, también me pidió que quemara la nota en cuanto llegáramos a casa, Tom nos anunció que ya bajaríamos y tomáramos las cosas para salir rápido, si contaba las horas, prácticamente no dormiría más de cinco horas si quería llegar a tiempo, y no había hecho la tarea.

Sabía que la tarea era algo pesada para un fin de semana y tendría que hacerla en menos de cinco horas así que puse todo mi esfuerzo en eso en cuanto llegué a casa, me coloqué una pijama mientras investigaba, pegaba y copiaba la información, con música de cumbias para mantenerme despierta y seguía escribiendo, sentía mis párpados pesados.

Fui a la cocina a prepararme un café, herví el agua y después que estuviera hirviendo la coloqué en una taza y le puse dos cucharadas de café molido. Procedí a esperar a que se enfriase y seguí con el trabajo, observé que ya había amanecido mientras soplaba a mi café y estaba por acabar, simplemente me faltaba imprimir todo y acomodarlo para que se viese un poco más presentable.

Vi que bajó Kara con sueño mientras bostezaba y veía que hacía, se preparó un café mientras me veía desde la cocina, después de colocar todo en una carpeta y con los instrumentos de revisión con los que el maestro iba a revisar el trabajo. Al terminar me subí y me fui a bañar. Me quité todo el maquillaje que traía de la fiesta con toallitas desmaquillaste y después me lavé la cara hasta que quedó sin ningún rastro notable de maquillaje y procedí a bañarme, mi uniforme estaba colgado en mi clóset, fui caminando rápido por el pasillo con mis sandalias mojadas para llegar a cambiarme en mi habitación, lo que menos deseaba era caerme en el piso por las gotas de agua que mi cabello soltaba.

Al terminar de cambiarme me sentía muy cansada, me cambié y vi como ya estaba esperándome Tom en la entrada, Kara me dijo que podía decir que me sentía mal para salir más temprano de la escuela y que ella me iría a buscar, por si quería dormir un poco más por la tarde, pero le dije que si lo pensaba le marcaría, ella se despidió de mi mientras me daba una gran sonrisa y me subí al carro con Tom.

Fueron pocos minutos antes de llegar a la escuela en donde tenía varios proyectos que entregar y tenía varias clases seguidas hasta andes de la hora de descanso en donde desayunaría apropiadamente porque todo lo que había consumido había sido café. En la entrada estaban Alexis quien acababa de bajar y nos fuimos platicando sobre cómo nos había ido el domingo, le dije que fui a una fiesta de un amigo de mi mamá, que en parte no estaba mintiendo porque fui al cumpleaños de Carlo Vitale, en donde me encontré a Eric, quien me recomendó no decirle nada a nadie, al llegar al salón estaban Luisa, Mía y Eric quien tenía una terribles ojeras, que al llegar puso la excusa que estuvo jugando durante toda la noche videojuegos, y que había estado despierto hasta que amaneció, que perdió la noción del tiempo.

—Siéntense chicos.— Dijo un joven que parecía ser nuestro maestros de arte.— Soy su maestro de arte que les dará por todo el año, por lo que espero llevarme bien con ustedes. Les explicaré que a mí no me interesa el examen, me interesan los proyectos finales en donde tienen la decisión de hacer algo con respecto a la temática que yo les pida, en este caso, su primer proyecto será de baile, sé que algunos tienen dos pies izquierdos y tienen nula coordinación pero les pido que den lo mejor de ustedes, serán en grupo de seis personas.

En clase de arte me había sentado con Luisa, Mía con Alexis y Eric con un chico que pertenecía al club de danza de la escuela por lo que le pedimos a el que se uniera a nuestro grupo previo de 5 personas y el accedió, estuvimos platicando por bastante rato en qué presentación y que canción bailaríamos, pero después el maestro nos colocó por grupos una década y nos dejó la década de los noventa.

—Debemos de bailar Vogue de Madonna.— Dijo Luisa emocionad mientras nos explicaba cómo eran las cosas.- Iremos con vestidos al estilo de María Antonieta y vamos a bailar.

—Me parece una buena idea.— Dijo Eric mientras buscaba en su celular acerca del vestuario en cuestión.- Tenemos que ir a casa de alguien para que practiquemos los pasos que Michael nos va a enseñar, porque sé que sabe esta coreografía.

Michael solo se reía, desde el primer momento que entre, podía observar que su piel era un tono oscuro claro y que tenía los dientes blancos, además que era guapo, y por pertenecer al club de danza tenía un buen cuerpo, pero él dijo que le dijeran a donde debían de ir para practicar y que él nos explicaría la coreografía que era para dentro de unas semanas.

Las clases siguieron su ritmo normal, hasta que salimos, le mandé mensaje a Tom que iría con mis amigos a comer y después iríamos a la casa de Luisa en donde practicaríamos la coreografía, al llegar al restaurante, Luisa se quedó helada en la entrada del restaurante, con la mirada perdida hacia un sitio, me fije en esa dirección tratando de ver que era lo que había visto, y logré observar como su padre se estaba besando con una mujer lo bastante joven para suponer que fuese hermana de Luisa.

—Vámonos.— Abracé a Luisa quien comenzó a llorar en cuanto la abracé, tan pronto como teníamos la intención de entrar nos fuimos.- No te preocupes todo va a estar bien.

Al entrar al carro no sabíamos a donde ir, inicialmente entraríamos a comer al restaurante y luego a casa de Luisa pero ella comenzó a llorar con más intensidad mientras balbuceaba acerca no poderle ver la cara a su madre sin decirle sobre como encontró a su padre engañándola con otra mujer.

—Ninguna de las decisiones que haga tu padre en su vida amorosa las tienes que cargar tu Luisa.— Le dijo Michael desde la parte trasera de la camioneta de 8 plazas en las que nos habíamos venido todos desde la escuela.- Yo sé de algo que va a mantener tu mente ocupada.

Michael se bajó de la camioneta y le explicó al conductor de Luisa que los llevaría a su casa, pero que él tenía que manejar, el chico simplemente se movió hacia el asiento del copiloto y Michael tomó el volante y nos llevó a su casa. Conforme avanzábamos estábamos llegando a barrios que tenían pinta de ser peligrosos, pero Michael saludaba a cada persona que pasara por las aceras pegadas a la camioneta hasta que llegamos a su casa que era una casa sencilla de dos pisos, en cuanto entramos nos arrolló una avalancha de niños muy parecidos a Michael, quienes eran sus hermanito pero estos no pasaban los nueve años, eran ocho niños en total, que traían su uniforme de escuela todavía.

—Ellos son todos mis hermanos.— Dijo Michael mientras cargaba a uno y todos nos extendían sus manos para que los cargásemos.— Ayudándome con estos pequeños no vas a pensar en nada, te lo aseguro.

Luisa ni siquiera pudo pelear, porque podría ser una buena forma de ocupar y el tiempo, y vaya que lo fue, nos ayudamos a hacer la comida para todos los hermanos y también para nosotros que teníamos hambre, los chicos eran tranquilos y en cuanto terminaron de comer, se sentaron en la mesa a hacer sus tareas del colegio y dejaron que Michael nos explicase la coreografía, por votación unánime Luisa sería Madonna, yo sería una de las chicas de un lado al igual que Mía, por su parte todos los chicos estarían en la parte trasera siendo bailarines.

Eric y Michael ya eran amigos, se conocían un poco así que no tuvimos ningún problema de incomodidad, además que prácticamente nos llevó a la casa con todos sus hermanitos y fue hasta en la noche que terminamos y Michael nos dijo que el nos dejaría a cada uno en nuestras casas, me dejó al final a mi ya que la residencia en donde vivía con Kara, era un poco más lejos que la casa de los demás.

Al entrar a casa, el recibió Kara preguntándome por mi día y si ya había terminado la tarea, le dije que me había ido bien y no tenía tareas para entregar, me comentó que iríamos al otro día al cine y a pasear, también que tenía varias cosas de que hablarme. Al decir esto ella se despidió y fue a su habitación, a mí me ganó el sueño al quedarme recargada en el sillón de la sala.

NegociosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora