Capítulo 16

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El día escolar había sido lo mismo, y ahora Michael se veía un poco más relajado que ayer, realmente Kara lo había ayudado, lástima que solo sería la primera y única vez que haría un favor así, ya que ella prácticamente me lo prohibió, tenía que tener cuidado también, así de fácil como Michael se enteró de nuestras conexiones con Kara, podía alguien más saber acerca de eso, y podría usarlo incluso para chantaje.

El día de hoy iría con Kara al cine como ella me había prometido antes de irse unos días y desaparecer de mi radar, pensé que no llevaría Tom como solía hacerlo, pero ella estaba manejando un carro deportivo de su propiedad que le gustaba usar cuando ella salía de compras.

— ¿Estás lista? —. Me preguntó Kara mientras entraba al carro y me colocaba el cinturón de seguridad—. ¿Ya sabes qué película iremos a ver?

Había visto en una app del cine acerca de las funciones que estaban a las cuatro del día, qu eran bastantes, por lo que le dije que había una gran gama de películas por ver y que en el cine podíamos escoger la que quisiéramos, ella se veía muy contenta, posiblemente algo bueno había pasado, al igual que ya no la veía pegada a su laptop como otros días, al menos eso me alegraba.

— ¿Ya solucionaste el problema que tenías? —. Le pregunté a Kara rompiendo el cómodo silencio que había en el carro—. Te ves menos estresada que ayer.

— ¿Me veo menos estresada? —- Preguntó sorprendida Kara mientras daba una vuelta para llegar a la plaza— Verás ha habido un problema con unos barcos que usan los inmigrantes de México a los Estados unidos y los han incautado, pero el problema no son los barcos, sino, las personas que los manejaban que posiblemente los estén interrogando.

— ¿Y sabrán que eres tú la que está detrás de todo eso? —. Pregunté asustada.

—Realmente quien se encargaba de eso era otro sujeto a quien voy a tener que mandar a trabajar a otro continente para no tener ningún problema con él, ya que él se dedica al tráfico de inmigrantes, posiblemente lo tenga que mover a Irán o incluso a la frontera coreana con China, realmente no sé, pero hoy se irá del país.

—Es un trabajo muy pesado—. Le dije a Kara quien simplemente asintió e hizo muecas que me hicieron reírme—. ¿No te da miedo que algo malo te llegue a pasar?

—Sé que me puede llegar a pasar algo malo, pero trato de cuidarme y de no pensar en eso—. Dijo Kara mientras se estacionaba en la plaza y apagaba el auto—. Aunque no creo que me lleguen a hacer algo tan pronto, yo realmente me mantengo debajo del radar por la misma razón.

Salimos del carro y fuimos directamente en dirección al cine que estaba a unos cuantos metros de donde al entrar sentí un poco de frío que hizo que tuviese una especie extraña de espasmo y Kara me miró , comenzó a reírse bajo mientras le daba golpecitos en el brazo diciéndolo que no se riera de mí.

Al llegar escogimos la película que queríamos ver ya que según Kara, la película que escogimos era una que llevaba un año esperando a que la sacaran mientras yo iba a comprar las palomitas, observé como una chica se acercó a Kara mientras ella le sonreía y se pasaba sus mechones por detrás de la oreja y después me daba varias miradas a mí, la chica le dio un papelito y ella simplemente se lo metió en la cazadora de cuero que traía en ese momento.

La chica se despidió de ella con un beso que era casi en la comisura de los labios y se me quedó viendo mientras Kara venia en mi dirección. Me sentí incómoda mientras sostenía en mis manos la charola con las palomitas con unos refrescos y Kara fue a ayudarme, tomó la bandeja mientras me preguntaba acerca del número de la sala de la película como si nada hubiese pasado nada hace unos segundos atrás.

Llegamos nuestros asientos a oscuras pues apagaban las luces y la película comenzó, era una especie de película que realmente no entendía, ya que habían gritos y mensajes por doquier, pero veía que Kara estaba muy metida en la película mientras se acababa el bote de palomitas que había comprado, tenía frió, no me di cuenta que en el cine podía hacer tanto frío.

Ella se quitó su cazadora y me la dio mientras ella seguía privada viendo la película, me sorprendió su acción aunque sabía que a ella siempre le gustaba estar abrigada ya que siempre que encendían el aire acondicionado en la casa, ella pedía que no pusieran la temperatura tan baja. Ella seguía viendo la película mientras se devoraba las palomitas, de las que compre supongo que me comí 2 o 3 puñados y el resto se los comió ella.

Aunque la película era un poco aburrida, ya que no entendía absolutamente ya que era una secuela, Kara se veía muy emocionada viendo la película con una sonrisa y una mirada de emoción en su rostro, parecía que ir al cine le agradaba, ya que estaba devorando todo lo que habíamos comprado mientras veíamos la película. Tan pronto terminó, ella tomó las bandejas en donde estaban todas las envolturas de los alimentos que ahora se estaban procesando en nuestros estómagos y nos dirigimos a los baños.

Entré al baño ya que tenía ganas de ver si no me veía como recién levantada por que un punto de la película donde sentía que mis ojos se cerraban ya que realmente no entendía muy bien la película, y con la cazadora de Kara que olía un poquito a ella, comencé a sentir como me estaba quedando dormida pero un pitido de la película me levantó.

Al verme en el espejo, metí las manos en la cazadora de cuero que me gustó mucho y sentí un papel y al sacarlo que acordé que era el de la tipa, por lo que lo abrí y observé que había un teléfono celular y un poco de la labial en el que parecía que le había dado un beso en el papel, simplemente lo volví a meter tal cual lo había sacado de su sitio y salí del baño en donde me esperaba Kara recargada en un poste que estaba cerca de los sanitarios.

—¿Qué harás con esto?—. Le pregunté mientras tomaba el papelito que había en su cazadora con dos de mis dedos y ella lo tomo.

—Nada—. Ella arrugó el papel y lo tiró en un cesto cercano de donde estábamos—. Veo que ya te ha gustado mi cazadora.

—Es muy cómoda—. Le respondí mientras sentía el olor a vainilla impregnado en aquella cazadora de cuero que me había dado por el frío.

Kara simplemente sonrió mientras paseábamos por la plaza, me agradaba el tenerla cerca, ella se mostraba interesada en ver todo como si fuese un a pequeña niña, todo le emocionaba y quería comprarlo, pero después que ya pensaba acerca de la posible utilidad que tenía y ya prefería no comprarlo.

Observaba con mucha emoción todo el lugar ya que era la primera vez que venia un centro comercial tan grande, ya que la otra vez para lo único que entre a otro centro comercial fue para compara mi ropa en cuanto vine a los Ángeles, fuimos a ver muebles también para mi cuarto ya que habían lámparas y mesitas de noche con muchas decoraciones que me gustaron y Kara daba su opinión sobre ellas ya que ella era quien las iba a comparar aunque estuvieren en mi habitación.

Había ciertas reacciones de algunos muebles que me hicieron reírme, ganándome la mirada de diferentes clientes de la tienda en donde estábamos, pero las caras que hacía me hacían reír, y ella simplemente se quedaba confundida, me sorprendía cerca de ese lado que tenía, parecía una mujer tan seria y segura pero en de momento parecía una simple persona disfrutando el momento, sin tener cargas de nada.

—¿Qué haces?—. Me preguntó Kara mientras me daba un golpe en mi hombro de forma lenta mientras rompía la laguna mental en la que me encontraba ya que ella se encontraba pagando los muebles —. ¿No te gustaron los muebles?

—Si me gustaron—. El empleado se veía asustado por el posible regreso o devolución del dinero por los productos—. Solo me encontraba pensando un poco.

—¿Apoco piensas?—. me preguntó ella con una sonrisa de lado mientras yo le daba un golpe en el  abdomen mientras ella se comenzaba a reír de su propia broma y salíamos de la tienda riéndonos.


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