Capítulo 62

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Sentía como entraba luz por el espacio que las cortinas no cubrían aquella ventana de mi habitación, me levanté para cerrar la ventana, pero un brazo que taba encima me lo impidió, moví lentamente el brazo hacia su cuerpo y me levanté para cerrar la  cortina y volví a tirarme a la cama en donde Kara me jaló hacia ella mientras me abrazaba por atrás, simplemente tenía ganas de quedarme allí, pero me di una vuelta para poderla ver de frente, podía observar sus largas pestañas ,pasaba mi dedo por su rostro y ella soltaba una encantadora sonrisa, pasé  mis dedos mientras observaba sus carnosos labios que me había encargado de besar en múltiples ocasiones la noche anterior.

—Tenemos que ir a buscar un vestido para la boda de Alexis —. Dije mientras veía que Kara simplemente se quejaba y me pegaba más a ella—. Además hoy tenemos que ir a la cena que nos invitó Tom.

Tom había estado ausente en Londres por varios días buscando a ciertas personas que Kara le había encargado que buscara, él me comentó que normalmente ella lo acompañaba a buscar ese tipo de mandados especiales que tenía, pero que había decidido no ir en esta ocasión, que dijo que tenía cosas que hacer conmigo, simplemente tomé uno de los mechones que cayeron en su rostro por el movimiento que hizo de repente y lo pasé por detrás de su oreja mientras sentía como mis mejillas dolían de tanto sonreír.

Jan me comentó que su padre regresaría en la mañana y querían hacer una cena por que las cosas fueron bien, además que tenía que decirle sobre su relación con Joshua a quien veía frecuentemente con  ella, así que lo que me había dicho Kara era cierto, ella parecía encantada con la idea de que sus dos más cercanos amigos empezaran a salir.

Escuché como la señora Leo nos llamaba a desayunar, me sentí en el borde de la cama mientras me estiraba y bostezaba para despertarme bien, observé que Kra se quedó acostada de lado mientras la escuchaba quejarse e incluso comenzó a hablar con su voz quejumbrosa pero ronca.

—¿Por qué tenemos que levantarnos?—. Dijo mientras se colocaba una almohada en su cabeza pero se la quité y la tiré al suelo mientras ella se quejaba—. No me quiero levantar, estoy cansada.

—Tenemos cosas que hacer—. Le dije mientras le di un beso en la mejilla haciendo que ella sonriera, pero después frunció su ceño por la pequeña rabieta que estaba haciendo —. Además la señora Leo le molesta que el desayuno se enfrié, si no vas a bajar te vas a quedar sin desayuno, ya me voy.

Me levanté mientras me dirigía a lavarme los dientes para que la comida no me supiese extraña, bajé mientras me cepillaba los dientes y abrazaba emocionada a la señora Leo a quien había extrañado, le pregunté por su hijo que estaba enfermo y me dijo que ya se recuperó, por eso regresó bien, me ofreció huevos revueltos con jugo natural de naranja y se lo agradecía, la cocina de esa mujer era tan buena que podía darme un pan tieso y me sabría a gloria.

La señora Leo me preguntó sobre alguna novedad y simplemente le platiqué que uno de mis amigos se casaría pronto, ella estaba emocionada sobre eso pero nos dijo que estábamos muy jóvenes para casarnos, le expliqué la razón y ella pareció entenderlo, mientras seguíamos hablando sobre eso, y me comentó acerca de su historia de como su esposo murió unos años después que se casaron, pero que aunque había sido duro en el pasado, ahora lo recordaba como un recuerdo distante y prefería mantener las buenas vivencias de eso.

Estuve platicando con ella por bastante rato mientras  comía pero recordaba que tenía algo que hacer ese sábado en la mañana y no era comprar ropa para la boda o ver a Tom, algo se me estaba deslizando de mi lista de pendientes y no podía recordar que era, observé como mi celular comenzó a sonar dejando mi plato de huevos a la mitad y me levanté de la mesa para responder la llamada, ya que prefería caminar mientras tomaba una llamada.

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