Capítulo 50

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Ya habían pasado tres días desde aquel suceso en donde nos habían secuestrado a mi y Eric. Había terminado en una disputa y enojo por parte del padre de Eric quien en este momento se encontraba muy triste en el cuarto de las visitas en donde se estaba quedando, ya que su padre aventó todas sus cosas y las de Michael mientras les dejaba mensajes de odio y rompía las cosas.

Kara simplemente hacia una mueca de asco casa que escuchaba el nombre del padre de Eric que se había vuelto impronunciable para no afectar más a Eric quien se encontraba en un episodio de tristeza. Y estaba en todo su derecho de estarlo, había cortado lazos con un hombre a quien el le había tenido tanto cariño y lo había procurado tanto, me daba tanta tristeza por él, pero quien lo estaba cuidando era Michael que además de estarlo cuidando a él tenía que ver por sus hermanitos.

Había ofrecido la casa mientras Kara no daba ninguna queja e incluso jugaba con los hermanitos de Michael haciéndome entender que ella adoraba a los niños. Los cuidaba mucho ya que los cuidaba y levantaba o jugaba con ellos.

En ese momento me dirigía nerviosa hacia el estudio de Kara ya que las cosas que habían pasado los últimos días me habían hecho pensar un poco más acerca del tema de la familia y quería hablar de eso con Kara, no para pedirle permiso de algo que estaba por hacer , sino para comunicarle que lo haría tan pronto yo le dijera.

-Tenemos que hablar-. Dije mientras abría la puerta de golpe y Kara me miraba asustada desde su escritorio; pero se levantó de allí y se sentó en el sillón.

-¿Qué ocurre?-. Preguntó Kara con una mirada temerosa en sus ojos mientras se removía incómoda ante mi mirada que en todo momento debía de mantenerse seria.

-Con todo esto del problema familiar de Eric he pensado en que yo también tengo que solucionar los míos-. Dije mientras juntaba mis manos y acariciaba los dorsos con mis propias manos tratando de quitar el nerviosismo que por alguna razón se estaba acumulando en mi cuerpo-. Sé que cuando me rescataste de aquel prostíbulo, no habías contactado ni encontrado a mi madre, pero quiero saber si continuaste la búsqueda y si encontraste algún indicio de su paradero o el de mi hermano.

-Ayer me llegó información sobre un lugar en México pero mi informante ha desaparecido y quiero ir a ver que fue lo encontró sobre tu madre para que ocurriera eso-. Dijo Kara mientras levantaba sus brazos y me abrazaba, me acurruqué quedando cerca de su rostro que me quedé admirando tan pronto lo tuve tan cerca-. ¿Qué opinas ir por buscar a tu madre y de paso vamos a vacacionar?

-Me parece excelente-. Le dije mientras le daba un beso corto en los labios haciendo que ella cerrase sus ojos y simplemente sonriera ante mis besos-Además hay más cosas que quisiera hacer.

El simple hecho de tener a Kara me hacía tan feliz, mi felicidad no cabía en mi pecho, con cada caricia, cada detalle que ella me demostraba eran suficientes para hacer mi corazón vibrar, comencé a sentarme en el regazo de Kara mientras repartía besos por su cuello, sentía como algo rascaba en mi ser que me ardía en mi pecho cada vez que me tocaba.

Ella comenzó a suspirar mientras sentía como sus manos bajaban por mi espalda, mientras levantaba lentamente mi camisa, sus dedos comenzaron a recorrer mi espalda desnuda mientras sentía una especie de calor en su manos que se sentían como unas flamas tocando mi espalda.

Ella comenzó a levantar mi camisa mientras yo la ayudaba simplemente alzando mi brazos, la camisa voló a algún sitio de la habitación mientras ella comenzó a besar mi cuello para después dejar unas simples marcas. Comencé a desabrochar el cinturón que ella traía, me sentía en ese momento desesperada por brincar a el mar del placer con ella en donde tenía pensado zambullirme hasta que mi cuerpo se agotara físicamente.

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