Capítulo 59

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Llegamos a la casa después de varias horas de vuelo y de silencio, Kara simplemente abrió la trasera puerta del carro y sin dirigirme la palabra en lo absoluto, me sentía mal en ese momento por Emma quien se había quedado con la furgoneta y tendría que hacer más horas que las que nosotras habíamos hecho en el avión.

Al llegar a la casa, Kara simplemente se quitó el chaleco que traía en ese momento y lo dejó tirado a la mitad de la sala de estar; yo simplemente suspiré mientras entraba a la cocina y tomaba un vaso con agua para poder relajarme, me puse a pensar en todo lo que acababa de ocurrir horas atrás en aquella joyería, en donde si habíamos salido con más botin que el que se tenía previsto, pero salimos con el rabo entre los pies.

Aunque Leo se encargo de borrar los sistemas de las cámaras que se habían llevado varios disparos; algo estaba ocurriendo y no estábamos percatándonos, alguien sabía acerca de nuestros planes y había intentado frenarlos, sabía que algo estaba pasando, posiblemente la primera vez hubiese estado bien ya que estábamos en otro país y las coincidencias podían suceder, pero dos veces ya parecía un poco extraño y incluso peligroso, por que eso quería decir que alguien estaba recibiendo esa información.

—Kara—. Dije mientras la veía desde el patio tomando una copa de vino tinto recién destapado proveniente de la alacena que se encontraba en el patio, se encontraba sentado en uno de los camastros enfrente de a alberca—. Tenemos que hablar.

—Primero hay tenemos que esclarecer algo, espero que sepas que estuvo mal el que contrataras a Emma incluso cuando te dije que no lo hicieras —. Kara me señalaba con su dedo índice mientras me decía las cosas en una tonalidad seria—. Pero te agradezco que hayas tenido un plan de emergencia por si algo llegase a ocurrir.

—Ya no lo volveré a hacer—. Dije mientras sentía como mi voz se rompía mientras hablaba y mis ojos se llenaban de lágrimas recordando que vi odio en los ojos de Kara cuando miraba a Emma y lo que menos quería era que hiciese lo mismo conmigo—. Estuve mal, lo siento, pero quería saber por que siempre te digo las cosas, y pensé que ya no me tenías confianza.

Kara se acercó a mi mientras sentía como las lágrimas corrían por mis mejillas pero Kara se aseguraba de limpiarlas con su dedo pulgar para después abrazarme.

—Yo te tengo mucha confianza Juls, eso no va a cambiar—. Kara comenzó a acariciar mi cabello mientras me trataba de tranquilizar con sus caricias —. Solo que Emma es una persona que perdió mi respeto y confianza por su acciones en el pasado, por eso estaba molesta, además que sentía que era muy amigable contigo y eso me asustó.

—Me tardo en tomarle cariño a alguien—. Dije mientras limpiaba con el dorso de mi mano mis párpados y reía para darle a Kara una señal de que ya me encontraba un poco mejor anímicamente —.  Además que si no quieres mencionar lo que esa mujer te hizo, está bien, cada quien tiene sus secretos.

—Te diré—. Kara alzó un poco la voz mientras me acomodaba entre sus piernas y yo no podía observarla pero si escucharla—. Por que la plática está aquí y no quiero que te enteres por terceros.

—Te escucho—. Comencé a decirle mientras acariciaba su brazo con mi mano.

—Hace unos años me infiltré en una especie de organización árabe que radicaba en Arabia Saudita; y ya tenía cierto terreno ganado por que me llevaba muy bien con alguno de los más importantes a pesar de sus diversos pensamientos, por que al final del día, negocios son negocios—. La escuché carraspear y soltar un suspiro antes de seguir hablando.— El problema aquí es que a Emma le ofrecieron dinero para que probase de donde venía y cuales eran mis verdaderas intenciones por unos cuantos millones de euros, ambas teníamos una amistad de muchísimos años, por los diferentes trabajos en donde coincidimos, y ella tiró todo por la borda en cuanto vendió esa información.

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