Capítulo 64

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Eran las once de la noche, en ese momento nos localizábamos en la casa de Eric que compartía con Michael y sus ocho hermanitos que a esa hora ya estaban dormidos aunque fuera el fin de semana, estábamos en la sala con baladas en el fondo mientras veía como Michael y Eric bailaban al ritmo de aquella música lenta y melancólica que nos golpeaba con la melancolía que causaba, yo me encontraba tomando un vaso con licor que Alexis había comprado, el no quiso ir a una fiesta a bailar, ya que se sentía un poco triste y lo que menos deseaba era tomar hasta perder la conciencia en un lugar en donde fácilmente podrían fotografiarlo y causarle problemas a su padre.

Observaba lo decaído que él se veía, la música ayudaba a ese estado, le serví mas licor a Alexis quien me dio una sonrisa momentánea y después volvió a colocar su semblante triste, me ponía tan triste que él no quería salir a divertirse, pero lo entendía, al menos podía sacar sus emociones con nosotros y no hacerlo el día de mañana, un domingo en donde sería la boda con aquella chica que según las fotos que subía, parecía estarse divirtiendo a lo grande.

Alexis quiso hablar, lo vi como se volteó y abrió la boca, pero de ella no salió ninguna palabra y la cerro mientras se frotaba la frente con cierta fuerza para después suspirar, me parecía tan mal que estuviese así, pero cualquier cosa que el necesitara lo iba a apoyar, por que era mi amigo.}

—¿Quieres que cambie la canción?—. Le pregunté a Alexis quien simplemente alzó la vista mirando a Michael y Eric quienes bailaban lentamente y con mucho cariño.

—No, ellos la están bailando—. Dijo Alexis mientras tomaba un sorbo lago a su bebida y después la dejaba delicadamente en una de las mesas a un lado del asiento en donde estábamos— Dime con quien irás a la boda mañana.

—Iré con Kara—. Dije mientras pensaba en aquella castaña que posiblemente estaba dormida en su habitación en donde habíamos pasado las últimas noches—. Ya estamos en una relación.

—Felicidades—. Me dijo para después darme golpecitos en la espalda en celebración con una gran sonrisa—. Me agrada este momento.

Alexis se dejó caer en el respaldo de aquellos sillones color piel que habían comprado tan pronto habían llegado a aquella modesta casa en donde estaban viviendo sus otros dos buenos amigos, que cada día su relación parecía crecer más, las canciones de desamor seguían pasando por aquella bocina que habían traído para escuchar música supuestamente para mejor el ambiente, pero en ese momento solo parecía que nos mantenía en un estado añoranza.

Los chicos después de un rato que estuvieron bailando se acercaron a nosotros para comenzaron a beber de una forma más agresiva a como estábamos, de repente vi como Alexis comenzó a empinarse la botella de licor caro que había mandado a comprar para la ocasión mientras los otros tres integrantes comenzábamos a gritarle para alentarlo a terminársela que en cuanto lo hizo se limpió con su antebrazo y pegar un grito por haber logrado tal hazaña, comenzamos a tratar de igualar lo que acababa de lograr nuestro amigo que pasada la noche sería un casado.

Aunque los chicos me empinaron otra de las botellas de licor recién abiertas, solo pude lograr pasarme el líquido caliente que sentía que me raspaba la garganta y dejé la botella a la mitad mientras tosía por el ardor que sentía, comencé a sentirme mareada al pasar de los minutos pero me sentía con más energía con la que había llegado, observé un mensaje de Kara quien me preguntaba un : ¿Cómo estás?, le respondí que ya me había logrado terminar media botella con un ortografía cuestionable pero suficiente para que el mensaje pudiera ser comprendido.

La música se cambio a una más movida mientras los cuatro jóvenes bailábamos al ritmo de esta con alcohol en nuestro sistemas, pero muy alegres ya que con el alcohol se había inhibido nuestra tristeza que Alexis nos había contagiado tan pronto iniciaron las baladas.

—Los quiero mucho—. Dijo Eric mientras podía observar sus ojos acuosos mientras seguía hablando un poco alto debido al nivel de la música—. Espero que podamos seguir juntos.

—Lo haremos—. El tono de Alexis sonó tan decidido que todos nos abrazamos para después seguir bailando al ritmo de la música sirviendo más alcohol diluido en los vasos que se llenaban y se vaciaban en minutos.

Comencé a sentirme mareada así que me senté en uno de los sillones color piel de la sala mientras observaba mi celular viendo que Kara me estaba marcando así que contesté mientras ella me decía que ya se encontraba fuera de la residencia de donde le había mandado la dirección, me asomé desde la ventana que quedaba en la acera de la calle observando que efectivamente estaba ella recargada en el vehículo deportiva que solía conducir cuando Tom no estaba.

—¡Chicos ya me voy!—. Grité mientras veía como jalaban a Eric quien se había quedado dormido y yo estaban tratando de subir a uno de los muebles para que durmiera plácidamente, los otros dos simplemente me sonrieron mientras le quitaba el seguro de la puerta y comenzaba a caminar a al acalle.

Me sentía mareada en cada paso que daba y creo que Kra lo notó por que corrió al ver que me paraba con cada paso que daba, me sentía mareada y desorientada, así que así era como se sentía tomar mucho alcohol, ella colocó mi brazo alrededor de su cuello y me ayudó a caminar por la solitaria calle en donde estábamos ya que era de madrugada y el único ruido que se escuchaba era el de la casas de Eric. Ella me ayudó a sentarme en el asiento del carro y me cerró la puerta para después verla correr por el cristal del carro y llegar al asiento del piloto y comenzaran a conducir lentamente.

El meneo del carro me hizo dormitar un poco haciéndome pensar que solo unos segundos pasaron cuando escuche como Kara me llamaba y me movía un poco para poder entrara a la casa, ella dejó el vehículo en la entrada de la casa mientras yo me bajaba tambaleante mientras me ayudaba para que no perdiese el equilibrio y cayera al suelo, ella me colocó en el sillón ya que ella tenía cosas que hacer y además el baño estaba cerca si tenía ganas de vomitar, simplemente me quedé recargada mientras ella prendía su ordenador y ella se centraba en trabajar.

El golpeteo de sus dedos en el teclado de la computadora y su mirada fija a la pantalla me permitió acercarme a ella, me encantaba la forma en que se quedaba seria viendo aquella pantalla con varios reportes y documentación que tenía que llenar por que tenía un buen trabajo, comencé a dar besos por su ello mientras Kara trataba de mantenerse seria y a escuchaba suspirar pesadamente.

—Julia—. Dijo con aquel tono que que me hizo comenzara a deslizar mis manos por su cuerpo pero ella simplemente me detuvo—. Estas borracha y tienes que parar.

—Pero yo quiero hacerlo—. Comencé a dejar marcas en su cuello mientras trataba de hacer que aquella mujer que me robaba mis suspiros cambiase de opinión.

—Ya tienes que irte a dormir—. Dijo ella casi suspirando y negándome—. Además no quiero hacerlo esta noche.

—¿Acaso ya no me quieres?—. prácticamente le grité mientras ella se veía tan confundida por lo que acababa de decir.

—Estás borracha Julia—.  Dijo Kara quien se levantaba y me extendía la mano—. Además yo si te quiero, no sé de donde sacas eso, pero tu estado no es el mejor para hacerlo.

—Pero estoy tan caliente—. Le dije mientras le susurraba al oído sintiendo como ardía mi cuerpo—. Quítame la ropa, por favor.

—Si te digo que si, ¿pararás con esto?—. Dijo Kara mientras se revolvía su largo y sedoso cabello con una de sus manos, mientras yo la empujé hacia el mueble y me sentaba a horcadas de ella mientras comenzaba a besarle para .

—Por favor—. Dije mientras le suplicaba a unos cuantos centímetros de su rostro.

—Lo siento pero como alguien sobrio tengo la responsabilidad de frenar esto—. Kara logró levantarme en sus brazos y me dejó en el mueble mientras traía una manta del cuarto de visitas y me la ponía encima mía para darme un beso en la frente—. Y esa es mi decisión final.

Observé como ella tomó su laptop y se fue a trabajar a la cocina mientras maldecía por lo bajo haciéndome reír, el simple aire a condicionada que me pegaba de forma indirecta y el estar acobijada en tan cómodo mueble me hizo comenzar a cerrar mis ojos para dormir plácidamente en mi casa.



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