Capítulo 10

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Habían pasado tres días ya desde que Kara se había ido de casa, se había llevado a Joshua. Era un sábado. Tom era quien prácticamente me llevaba a la escuela era quien me cuidaba, todos los días solía preguntarme como había ido mis días y le contaba con detalles, ya se mostraba más comunicativo conmigo y me gradaba, aunque eran pequeños avances, podía ver que al menos se interesaba por mí.

Los días se habían pasado volando, los maestros en la escuela comenzaban a dejar trabajos finales para que los fuéramos preparando y ya con eso ocupaba mis tardes, para tenerlos lo más rápido posible por si algo llegara a ocurrir. Los chicos en la escuela eran muy buenos conmigo y me integraban en la conversación, y siempre se aseguraban de hacerme sentir incluida incluso si hablaban sobre anécdotas de años pasados.

Tom pasó a recógeme y al prender la radio de las noticias vespertinas, escuché algo que me dejó con la sangre helada: "El criminal Rocco se le moverá al penal de Máxima seguridad para mayor vigilancia del mismo". En ese lapso podían liberarlo, me preguntaba si Kara sabría o estaría escuchando lo mismo, el problema es que no podía localizarla, había dejado su celular en la casa, y si le preguntaba a Tom; él me decía que tampoco sabía de su paradero, pero me decía que ella podía cuidarse sola.

Mi celular comenzó a sonar, era Luisa, quien me decía que Mía había organizado una fiesta en su casa e iría media escuela a dicha fiesta y unos cuantos extraños más, le dije que iría y ella se emocionó diciendo que tenía que comprar cosas para entrar a las fiesta, le dije que estaría allí a las nueve de la noche que era cuando iniciaba la fiesta. Le dije a Tom que iría a la fiesta a la hora y dirección que le mandé como un mensaje de texto.

El resto del día me dediqué a acabar los trabajos que me dejaban en la escuela mientras hablaba con la señora Leo de sus hijos que estaban al otro lado de la frontera en México, se encontraban con una tía, ella había logrado cruzar y cada mes, sin falta le mandaba lo que ganaba con Kara y ella comía de lo mismo que cocinaba y ella vivía en una de las habitaciones de la gran casa de Kara.

—Ay mi niña, ya te aburrí con el tema de mis niños.— Dijo la señora Leo mientras levantaba los platos de la comida.— Ya no voy a volver a hablar de eso.

—No se preocupe señora, a mí me interesa saber.— Le dije mientras le ayudaba a acomodar los platos de la alacena que estaba desordenada.— Si a usted le hace feliz hablar de eso, está bien.

Ella siguió hablando de sus hijos y que los dos eran unos chicos muy inteligentes, tenía 2 hijos y ambos siempre salían en los cuadros de honores de sus escuelas. Uno tenía catorce y el otro doce, solo se llevaban un año con unos cuantos meses, me platicó de sus aficiones de cada, me platicó también que Kara la lleva en los días de sus cumpleaños y la regresa una semana después de cada cumpleaños.

Trabajar con Kara tenía muchos beneficios, pero posiblemente una sola falta y le decías adiós a todo eso, el error te podía costar muy grave. Me preguntaba si a Joshua le había pasado, ya que parecía estar como en periodo de entrenamiento con ella, se lo llevaba a todos lados, posiblemente algo él le había contado y ella tenía que solucionar sus problemas y ofrecerle una solución favorable.

Tom me interrumpió preguntándome que si ya nos íbamos a ir ya que faltaba media hora para la hora de la fiesta, ni me había dado cuenta de eso. Me puse un pantalón negro con agujeros, unas botas negras que brillaban, haciendo que el color de las botas fuese de un negro brillante, una camisa sin mangas y encima una camisa de cuadro, me llevé el pelo suelto y me apliqué un poco de labial, de esos que no se quitaban con tanta facilidad y fui hacia la entrada en donde me esperaba Tom con el carro encendido y arrancó en cuanto entré.

El camino fue corto, y logré ver la casa de Mía, que se encontraba en un fraccionamiento privado en donde tuvimos que hacer varias revisiones por políticas de seguridad del lugar, su casa era la #44B que desde la parte que daba a la calle se escuchaba el ruido y se veía que era una casa enorme, posiblemente con alberca y algún lugar para tomar sombra, había personas tomando en la calle, otros cuantos besándose y miré al carro en donde estaba Tom sonriéndome con un pulgar en alto y después sacó su celular e hizo una seña con sus manos para que le marcara, suponía que cuando yo quisiera irme, le marcaría.

Entré a la casa que estaba decorada con elementos blancos en su mayoría, suponía que para el tema de la luminosidad, estaba llena de personas que no había visto y otras cuantas que identificaba por la vista por que asistían a la escuela, logré encontrar a Mía y Luisa quienes estaban bailando mientras yo traía la comida en las manos y me abrazaron.

—Hola.— Dije mientras le entregaba las cosas a Luisa, Alexis estaba muy animado platicando con varias chicas mientras Eric simplemente sostenía un vaso y tomaba sorbos mientras se reía de las ocurrencias de Alexis.- Iré a saludar a los chicos.

Las chicas siguieron su camino recibiendo a la mayoría de las personas que entraban y les preguntaban cómo estaban y si necesitaban algo, fui con los chicos quienes me saludaron y me presentaron a toda la bolita de niñas que platicaban con ellos, saludé a cada una de ellas con una sonrisa y le pedí a Eric que me acompañara a buscar algo para tomar, él me dijo que si y nos fuimos caminando hacia una mesa en donde habían bastantes botellas con refrescos y snacks en pequeños recipientes de cristal, que posiblemente eran de Mia.

—¿Aguantaste el entrenamiento de la mañana?.— Me preguntó Alexis posiblemente buscando un tema para platicar.

—Me estaba muriendo en ese momento.— Comencé a reírme porque en la mañana de ese día me percaté que mi condición física era nula.- Pero con el tiempo me acostumbraré.

—Tienes que esforzarte para que llegues a ser titular del equipo.— Me dijo él mientras rellenaba su vaso con coca cola.- ¿Quieres que te sirva?

—Si.— Le entregué el vaso mientras él lo rellenaba y me di cuenta de algo.- A un lado de Alexis quien era realmente alto, el se veía más bajo, pero él me sacaba unos cuantos centímetro, y me agrado como venía vestido.- Me agrada la combinación que te pusiste hoy, le doy un 10 de 10.

—Esta es mi ropa usual.— se rió Eric mientras se sonrojaba posiblemente feliz y comenzamos a platicar mientras caminábamos hacia una zona en donde no hubiese tanto ruido como en la sala de Mía en donde estaba la música casi reventándote los tímpanos.

Nos fuimos a la planta superior en donde no había tanta gente, pero habían muchas personas besándose y tragándose en los cuartos de la casa de mía, Eric simplemente hacia caras tan graciosas de asco que me daban muchas ganas de reírme, él lo notaba y se reía conmigo, llegamos al tejado de la casa en donde se veían las estrellas, el cielo se veía tan bonito mientras todo estaba oscuro.

—Mañana iré a Italia.— Dijo Eric mientras le daba vueltas a su refresco como si fuera alguna bebida con algo en el fondo.— Iré con mi padre al cumpleaños de un amigo suyo, para que les avises a los chicos porque suelen ir a desayunar a casa de alguno de los cuatro cada domingo.

—Es una bonita tradición—. le dije mientras abrazaba mis piernas dándome cuenta que hacia frió aunque traía una camisa por arriba.— Yo es diré sobre el desayuno, Mia me comentó saliendo del entrenamiento, gracias por incluirme.

—Siempre es un placer.— Eric seguía siendo el mismo chico que me parecía tímido pero cada una de sus preguntas llevaba una respuesta, era una persona totalmente diferente a las personas que formaban parte de mi ahora círculo de amigos, pero supongo que se complementaba muy bien con ellos.

Me puse a platicar con Eric de muchas cosas, en su mayoría de series en donde los dos coincidíamos en gustos, y estuvimos escuchando desde el celular de Eric que tenía el internet de Mia que se me había olvidado pedir, y escuchábamos música un poco alejados de la fiesta. Tom me marcó que ya era de irnos y que me estaba esperando en donde me había dejado y observé la pantalla en donde se veía el celular del teléfono y ya era tarde. Le dije a Eric que me acompañara a dejarme en la puerta y buscar a los chicos para despedirme de ellos.

Las chicas me agradecieron y se me encimaron mientras hacían como señas de que hubiese hecho algo con Eric y yo simplemente me reía, porque Eric me veía desde la distancia, y no quería herir sus sentimientos y evite que Alexis se metiera un golpe en la nuca porque se subió a una silla y todos se alejaron en vez de tratar de cacharlo para evitar que se rompiera algo. Al salir quien me esperaba tras el volante era Kara y no Tom.

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