Capítulo 57

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La última clase del día, que era de anatomía  estaba terminando, mientras todos mis compañeros salían del aula, Jan pidió que me quedara al final, observé como todo el salón se vació y me acerqué a la mesa en donde ella se encontraba buacando unos papeles que me dio en las manos, eran unas especies de currículums de varios conductores pero que a la vez fuesen pistoleros, ya que en este plan ibamos a necesitar al menos uno extra.

Observé la foto de una guapa mujer pelirroja que estaba en una de las hojas, que tenía una estrellita remarcando que era la mejor en tre todo ese grupo de selectos conductores que me habia puesto Jan

—Ésta chica me ayudó en algunos trabajos antiguos y su trabajo es impecable, además que cobra muy barato, es realmente una gran opción—. Dijo Jan mientras cerraba su mochila con todo adentro y se la colocaba en la espalda para salir de clases—. Incluso si no la quieres para el plan principal, puedes meterla para el plan de emergencia.

—Lo pensaré—. Le dije a Jan quien salió del salón para ir a su carro estacionado en la zona preferencial de los maestros.

El nombre de la chica era Emma Lewis, una británica que parecía tener un buen historial de misiones complejas y bien ejecutadas, además que cumplía con los requesitos que estaba pidiendo en ese momento, así ya estaba planeando cada uno de los puestos de dicho robo según las capacidades de cada uno.

Salí de la escuela mientras veía a lo lejos como Kara me hacia una seña para que fuera a donde estaba, comencé a caminar en dirección a donde ella estaba mientras la veía entrar al carro a los pocos metros de donde yo estaba; al entrar me llegó un olor a café; ya que ella estaba tomando uno.

Me preguntó acerca de mi día y respondí lo de siempre, mientras daba algún dato gracioso sobre lo que habia pasado el día de hoy, ella simplemente me escuchaba mientras manejaba en dirección a casa, le pregunté sobre el paradero de la señora Leo quien según Kara seguia cuidando a uno de sus hijos que estaba enfermo y ella lo estaba cuidando, aunque no estuviese dando su servicio, ella le estaba pagando, ya que era una de sus empleadas de confianza y que tenía esos derechos con ella.

Seguimos platicando acerca de un posible remake de una de sus peliculas favoriras mientras entrábamos a la casa en aquel deportivo de color rojo con  el que me habia recogido de la escuela y lo estacionaba en el garage de la casa, y saliamos las dos en direccion a la puerta, dejandonos en el comedor de la casa.

Me senté en la mesa mientras me extendía un poco trabajando y Kara llegó y me dio un pequeño beso en la sien mientras observaba con detenimiento las cosas que estaban regadas y leía con atención.

—Necesito a un conductor para uno de los puntos del plan—. Le dije a Kara mientras sacaba las hojas que Jan me había dado en a escuela con los currículums de aquellas personas que ella me había recomendado—. Y la más sobresaliente es ella, Emma Lewis.

Le extendí la hoja a Kara quien revisó minuciosamente mientras comenzaba a negar y dejó la hoja en la barra de la cocina en donde estaba a punto de comnezar a preparar la comida de esa tarde.

—No quiero que la contrates—. Dijo Kara en un tono molesto mientras yo me sorprendía y después me sentía confundida.

—¿Te ha hecho algo para que no quieras trabajar con ella?—. Esa pregunta hizo que Kara abriese los ojos y comenzó a suspirar, se estaba enojando y lo peor es que yo no sabía la razón de que ella no quisiese trabajar con aquella pelirroja—. Solo explícame.

—No tengo ganas  de explicar nada—. El tono que estaba usando era hiriente para mi, pero ella parecía que no iba a dejarlo—. Solo no la contrates.

—Simplemente quiero saber por que negarle la oportunidad que es la que mejor currículum tiene y la que menos cobra de toda la lista de personas que he estado viendo—. Dije tratando de explicarle pero vi como ella cruzó sus brazos mientras me miraba con un poco de enojo.

—Si necesitas más dinero yo lo pudo poner.

—Lo único que quiero saber es por que no la quieres contratar—. Moví mis brazos para tratar de dar mi punto—. No es como que quiera más dinero, solo que me parece que ella es la mejor para el trabajo.

—¡Es que no quiero que la contrates! —. Kara levantó la voz mientras le daba un fuerte golpe a la mesa haciéndome enojar aún más—. ¡Esa mujer es un asco y no pienso trabajar en el mismo sitio que ella!

Eso me hizo exasperar, según yo teniamos una buena relación que se contaban todo asi que realmente no comprendía que era lo que estaba ocurriendo, tomé mi celular, y salí de aquella casa muy enojada con ella, no era tan difícil explicarme que era lo que habia sucedido, comencé a caminar y sali de la propiedad mientras caminaba en dirección al centro.

Caminé hasta llegar a una pqeuña cafetería en donde pedí el asiento más alejado del local llevándome a el fondo de este mientras me tomaban la orden, simplemenet pedí un chocolante caliente mientras suspiraba amargamente, comencé a buscar en el telefobo información con aquel nombre, no sabía cuanto timepo pasaba; estaba absorta buscando alguna relación entre Kara y ella, ¿por qué razón Kara se habia enojado ante el nombre de Emma Lewis?

Después de un buen rato tal y como lo había comenzado lo dejé de un lado, no era sposiblem encontar información de ellas por mas que busque, asi que decidí dejarlo por la paz aunque la verdad me carcomía el no saber, observé como Jan estaba enfrente mio y venia alguien detrás.

—¿Qué haces aquí Julia?—. Preguntó Jan con una pizca de confusión en su rostro.

—He tenido ganas de tomar un poco de chocolate caliente—. Mentí mientras levantaba un poco mi vaso apuntando en su dirección—. ¿Quieres acompañarme?

—No,no,no—. Dijo Jan mientras negaba con rapidez y observé como un ente pelirrojo se asomó a un lado de Jan y ella se le ocurrió la idea de presentarnos—. Julia es ella de quien te hable , su nombre es Emma Lewis.

Observé como aquella pelirroja se adelantó y me ofreció su mano mientraa yo la observaba, tenia unos pantalones de mezclilla y yna camisa blanca sin ningún estampado, pero tenía una cazadora de cuero que la hacia ver muy bien; su cabello era espojoso, sus rulos parecian estar bien cuidado, y la sonrisa que esbozó, era digna de envidiarse.

—Espero que hayan sido solo cosas buenas—. Tomé con fuerza la mano de Emma mientras le tendía una sonrisa de la misma forma que ella lo hizo.

—Me comentó sobre tus servicios debido a un plan que estoy estructurando en el que necesito un poco de gente como tú —. Dije con un tono neutral sin ninguna preocupación de tener algún espía o algo de por medio en aquella cafetería—. Pero en general Jan me dijo solo cosas muy buenas sobre ti.

—Me alegro mucho—. La sonrisa que me dio Emma fue tan genuina y luminosa que sentía que me cegaba, pero ella volvió a extenderme la mano mientras hablaba—. Tengo cosas que atender con Jan, pero estoy segura que nos volveremos a ver Julia.

Sentí como alguien tapaba mi campo de visión y olí aquel característico olor a vainilla que Kara tenía, quien habia quitando de un manotazo el agarre que teniamos Emma y yo . Prácticamente la escuché gruñirle a Emma quien se miraba muy sorprendida pero después soltó una sonrisa maquiavélica.

—Aléjate de ella—. Habló con repulsión Kara mientras yo veía como la gente pasaba un poco de nosotras por estar al fondo del local.

—Parece ser tu nueva conquista ¿no es así?—. La risita que soltó Emma me hizo molestar, veía como del cuello de Kara saltaba una vena, pero sabia que no se le golpearía con ella fisicamente; quizás un asalto verbal, pero de eso no pasaría—. ¿Tienes miedo de lo que puedo llegar a hacer?

—Tú no vas a hacer nada—. Dijo Kara mientras apretaba fuertemente sus dedos a sus manos, ella tomó mi mano mientras tenía la intención de salir, observó el vaso que estaba a la mitad de chocolate que en ese momento ya debía de estar frío y dejó un billete de cien dólares para salir a toda velocidad de ese lugar.

Kara prácticamente se metió al auto y yo seguí sus acciones en repetición; ella dio un suspiro antes de encender el carro y salir de aquella cafetería en donde me habia encontrado con aquella pelirroja que parecía ser una especie de molestia para Kara quien suspiraba y maldecía en repetidas ocasiones en el regreso a casa.

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