Capítulo 40

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Le digo a Gabo que puedo ir sola, pero el insiste en acompañarme. Dice que por el mensaje de mamá, prefiere estar a mi lado en estos momentos y yo se lo agradezco.

Una parte de mí, no quiere hablar con mamá, pero la otra, necesita saber qué es lo que sucedió para que cambiará de opinión y no llegase a la hora acordada. 

Ambos caminamos de manera rápida. Tras unos minutos, llegamos y vemos a Mamá parada en la puerta de la casa, con las llaves en las manos e intentando abrir la cerradura. 

Cuando estoy lo suficientemente cerca la veo tambalearse.

- ¿Qué te pasa Mamá?, ¿Estas bien?- la sostengo y Gabo se acerca a nosotros

- Esta puerta que no quiere abrirse- dice en un tono raro- ¿Dónde estabas?, estaba muy preocupada- se ríe descontroladamente

Gabo me mira confundido, me acerco a ella y percibo el detestable olor a licor. Ahora lo entiendo.

- ¿Mamá has vuelto a tomar?- le reclamo- no has venido a la casa por ir a beber, ¿Para ti el alcohol es más importante que tu hija?

- Antonella no empieces con tus reclamos. He tenido un mal día...- se acerca a mi pero yo me alejo

- No me toques mamá- grito molesta- ¿Hasta cuando vas a seguir así?, ¿Cada vez que tengas un problema lo vas a solucionar con alcohol?- un nudo se forma en mi garganta- Te llame y  me dijiste que estabas cerca, que ibas a venir, ¡Pero jamás me dijiste que tu destino final era una cantina!

- Todo esto es por tu culpa- su cara se contrae- yo estaba yendo a casa cuando ese...

- ¡Basta mamá!- le interrumpo- ¿Cuándo vas a dejar de echarle la culpa a los demás por tus actos?, ¡Nadie te ha puesto una pistola a la cabeza para que bebas!

- No, no es así- intenta justificarse- yo si iba a cumplir con llegar a la hora indicada, pero me vi obligada a ...- se calla y lleva su mano a la cabeza, sus ojos se entrecierran

Intento ayudarla pero estoy lejos, felizmente Gabo que estás más cerca que yo, logra sostenerla. 

- Será mejor que la llevemos a su habitación- dice mientras me coloco al otro lado de mi madre y entramos a la casa

- Yo... no puedo olvidar esa noche...- dice mamá entre murmullos 

Recostamos a mi madre en su cama, Gabo me ayuda y luego baja a la sala.

- No aguanto más- digo con los ojos húmedos mientras le saco los zapatos a mi madre y la cubro con unas mantas

- Siento mucho todo lo que sucedió- comenta mi gran amigo cuando me siento a su lado

- Créeme que yo lo siento más. Lo peor de todo es que mañana por la mañana ella no quedra hablar del tema- me duele la cabeza- y tampoco se nada de Liam hasta ahora

- La señora B siempre ha sido así. De ahí su apodo- ríe falsamente- al menos con Hannah se comportaba como una madre, claro, siempre estricta y seria. Con respecto a Liam- cambia de voz- el lunes te debe una explicación razonable

- Extraño a Hannah- digo en un hilo de voz- si ella estuviese aquí, te aseguro que nada de esto estaría sucediendo

- Lo sé nena- dice consolándome- yo también la extraño.

Después de despedir a Gabo intento prepara algo para comer, pero la verdad es que no tengo hambre y como estoy segura que mamá no departara hasta el día siguiente, me voy a mi habitación a dormir.

La soledad llega de la mano con Domingo, ya es medio día y mamá aún no se ha levantado. Si que debe haber tomado demasiado.

- Antonella ¿Has visto mis pastillas para la resaca?- pregunta a las dos de la tarde vestida aún con la ropa de ayer

FOREVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora