Xiao Zhan, un chico que es el director de una de las mejores empresas de la ciudad.
Que sufrió el dolor del rechazo de su padre.
❱ Xiao Zhan perdió su casa, todo el dinero que ganaba se lo mandaba a su madre por lo tanto, no tuvo din...
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Le había contado a Yibo todo mi proceso, aunque fue un poco incómodo el contarle que iba de hombre en hombre solo para vivir.
—Así que eras un don Juan... —
—... Se que no hay excusa para lo que hice... —respondí.
Había dejado de acariciar su cabello y miraba a otro lado, la vergüenza que sentía al mirar sus ojos me mataba. Yibo tomó mi rostro y levantó su cabeza para besarme.
—No importa, mientras solo me ames a mi... No mires a otros... Se quedarán sin trabajo si llegas a mirarlos—
—Oye... En tu trabajo hay hombres obviamente tengo que mirarlos—respondí.
—... Voy a despedir a todos y voy a contratar solamente a mujeres—respondió.
—Príncipe... No voy a mirar a otros ahora solo puedo mirarte a ti—comente sonriente—Me enamore completamente de mi amado esposo
Yibo sonrió y cerro sus ojos, abrazo mi cintura, estaba muy feliz por poder estar con una persona así y no estar con él solo por su dinero o para poder vivir si no porque ahora si amo de verdad a alguien... El amor de pareja si existe.
—Al final no cumpliste la promesa a tu madre... Ya hicimos el amor—comento Yibo aún abrazandome.
—Rompí mi promesa por amor... Así que no fue una gran falta—sonreí—Además, ella no sabía que había hecho esa promesa—
Yibo se levantó no sin antes sonreírme y fue a cerrar la puerta, asegurando todo para poder ir a dormir. Yo fui a lavarme los dientes.
—¿Ya te has lavado los dientes?—cuestiona Yibo.
—Lo hice—
—Muéstrame—
«¿Tiene un plan en mente?» lo mire confundido y le mostré mis dientes, el solo rio levemente con un sonrojo y subió las escaleras para ir a la habitación. Apague las luces y fui hasta Yibo.
—¿De qué te ríes?—
Yibo se acostó en la cama y yo cerre la puerta apagando las luces dejando solo encendida la lámpara a lado de Yibo. Me acosté a su lado.
—Me gusta ver tus dientes de conejo—sonríe.
—Um... ¿Cuándo compraremos los consejos?—cuestione.
—Despues de que tengamos a nuestro hijo, así podrá jugar con los conejos—
—Moo~ Ya eres un buen padre antes de tiempo—sonreí y toque su nariz—Adoptemos a uno recién nacido... Sería lindo—
—Lo que pida mi conejito... —sus ojos se cerraban.
—Vamos a dormir príncipe.. —bese sus labios—Buenas noches, mi amor~
