L I M E R E N C E [ Choi Beomgyu]

015

El pelinegro lucía sorprendido, después de la respuesta que le di. No me dijo nada más, se despidió y en resto del día no lo volví a ver.

¿A Soobin no le agradaba Micha? ¿Por qué no debía juntarme con él?

Tenía muchas preguntas, pero no sabía a quien preguntarle.

—¡Beomgyu!— respondió Taehyun teléfono.

—Hola, amigo— Ya había pasado un tiempo desde nuestra última conversación.

—¿Qué tal, cómo van las cosas por allá?—

—Genial, todo va bien. ¿Cómo estás tu?—

—Estoy muy bien, gracias por preguntar—

—Ahh, que bueno. Emm...yo quería preguntarte unas cosas—

—Oh, está bien. Pero ¿crees que puedes llamar más tarde?. Ahora estoy en medio de algo.— dijo el castaño, la bulla que se escuchaba a través del teléfono me decía que Taehyun estaba en un lugar muy concurrido. 

—¡Está bien! Llámame en cuanto te desocupes.—

—Okay te llamó más tarde, Beomgyu—

La noche había caído, la luz de los faroles y el sonido de los grillos era tranquilizante.

—Escojan a su pareja, jóvenes. Pareja para la caminata, no para otra cosa— dijo el profesor Kim.

Se escuchó un fuerte quejido de parte de todos, fue muy gracioso pues se sabía que en los paseos escolares se formaban algunas parejas de la escuela.

—¡Yo quiero ir con Eunbyol!— dijo Yeonjun.

—¡Yo también!— agregó al instante Hyuka.

—¡Yo no quiero ir con ustedes!— respondió Eunbyeol, provocando risas entre Beomgyu y yo.

—Yo iré con Beomgyu— dije tomando el brazo de este, cosa que le tomó por sorpresa a él. Tenía planeado todo, Eunbyol conocería a alguien hoy.

—¿Y yo?— ahora Eun se quedó sin pareja.

—¿A alguien le falta pareja?— preguntaba un chico super guapo y alto del aula 3. Yo lo conocía, era un amigo de Soobin y actualmente se encontraba solo.

De inmediato Eunbyol levantó la mano. Se había quedado anonadada después de ver al chico.

—Soy Ro Woon— dijo con un bello tono de voz y una sonrisa preciosa.

—Soy Eunbyeol— respondió con timidez mi mejor amiga.

Yeon y Hyuka se quedaron en shock, al ver que a mi amiga le brillaban sus lindos ojos cuando hablaba con el chico.

—Les dije que no se apresuraran— me paré en puntillas y despeiné levemente las cabelleras de mis amigos.

—Vámonos Huening— dijo haciéndose el ofendido Yeonjun, quien tomó del brazo de este y se lo llevó.

—Okay, eso fue raro—

—Muy raro— Beomgyu reía, mientras que yo sin darme cuenta seguía tomada de su brazo.

—Oh, lo siento— dije muy apenada, mientras soltaba su brazo.

—Hey, no. Tranquila Micha, yo...yo quiero ser tu pareja— dijo Beomgyu con algo de timidez.

—Está bien— respondí como si no estuviese  nerviosa, aunque internamente mi corazón estaba por estallar.

—¿Quieres que te cargue?— preguntó Gyu después de verme exhausta.

—No, no es necesario— me puse en pie rápidamente. —Estoy bien—

¿A quien engañaba?, los pies me mataban ya habíamos caminado como dos horas y no encontrábamos la bahía.

—Ven, sube— el peliplomo se inclinó para que suba a su espalda.

—Yaa, no es necesario—

—Hazlo por mí— dijo con tanta seguridad.

No me quedó de otra, quizá él no conocía el poder de un "hazlo por mí" cuando se trataba de la persona que te gustaba.

Subí a su espalda, y me llevó cargada por la orilla del mar.

—¿Soy muy pesada verdad?, en un rato me bajaré. No quiero que después te duela la espalda, porque si te veo adolorido no me lo perdonaría.—

El peliplomo se detuvo, pensé que me iba a bajar; pero de sus labios escuché un:

—No eres pesada, no me provocas dolor y de verdad, estoy amando este momento.—

No sabía que responder ante eso, así que solo callé mientras que Beomgyu seguía avanzando.

—Tengo frío, ¿podrías abrazarme?—

—Oh— me sentía tan nerviosa. —Está bien— dije con miedo. Me acerqué mucho más a él y con mis brazos lo rodeé.

Haces que cada vez te quiera más y más.

A lo lejos, pude ver las linternas de los que ya habían llegado.

—Oh, mira— señalé el lugar con mi dedo índice.

—Parece que este momento acabará pronto— dijo suspirando.

Beomgyu se detuvo, y yo bajé de su ancha espalda.

—Fue un paseo muy lindo—

—Sí que lo fue— dijo con su bella sonrisa.
—Gracias— el peliplomo depositó un pequeño beso en mi mejilla. 

Mis pálidas mejillas sintieron la calidez al instante, estaba oscuro así que no podría ver mi sonrojo. Suspiré y tomé su brazo una vez más hasta llegar a dónde estaban los demás.

Mientras llegaban las parejas, Gyu y yo nos sentamos a admirar el mar. Todo era muy perfecto y agradable.