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—Linda, si lo amas deberías terminar con él. No es bueno para su carrera—

—¿Sabes lo que no es bueno? Que intenten convertir a un idol en su máquina, aprovechándose de sus sueños. ¿Por qué no lo dejan vivir como la persona qué es? Soobin es libre de amar y compartir su vida con la persona que ama, no pueden controlar sus sentimientos— me puse en pie dispuesta a rechazar esa propuesta del manager del grupo. —No dejaré que me controlen, y tampoco a él— dije una última vez antes de salir del establecimiento.



Llegué a mi departamento destrozada, tantas veces había tenido esa conversación con el manager. Ya estaba harta, en estos 4 años que transcurrieron me pidieron que terminara con él y que me pagarían una gran cantidad de dinero si no hablaba con los medios.

La universidad, el trabajo y ahora ellos.
Solo necesitaba de sus abrazos, sus cálidos besos. La última vez que lo ví fue hace dos semanas cuando a escondidas se quedó conmigo. Cuánto lo extrañaba, cuánto extrañaba estar con él.

Yeonjun fue a estudiar danza a Estados Unidos hace dos años, Huening en el conservatorio de música, Eunbyeol en otra ciudad, y Beomgyu...se mudó a Daegu junto a Taehyun. Todos estaban lejos, él único que me acompañaba era mi Soo. 









Mientras terminaba de hacer unos últimos trazos en mi tableta, escuché una llaves tintinear. Miré el reloj, eran las 3am, a esta hora normalmente llegaba Soo. Caminé hacia el pasillo de mi departamento a esperarlo emocionada.

La puerta blanca se abrió y pude ver a un Soobin muy cansado y con muchas ojeras.

—Hola preciosa— dijo con una leve sonrisa.

—Binnie— corrí hacia él y lo abracé muy fuerte.

—¿Cómo estás?— dijo mientras cubría su muy lindo bostezo.

—Estoy bien, pero tú no luces nada bien—

—Últimamente nos quedamos hasta tarde a ensayar para el comeback. Ya sabes, Jagi—

—¿Quieres ir a descansar?—

—Gracias linda— un corto beso fue depositado en mis labios.

—Mi habitación está abierta, tu pijama está en el clóset Binnie—

—Oye— me miró serio.

—¿Sí?— dije mientras sostenía nuevamente mi tableta entre las manos.

—¿Tu no vienes?— con una ceja arqueada y una expresión sería me miró.

—Aun tengo que terminar est...— Soobin me quitó la tableta de las manos y me rodeó con sus grandes brazos.

—No podré dormir si no estás tú—

—Bien, bien. Yo también iré a dormir— dije sonriendo. No teníamos mucho tiempo para pasar juntos, pero cuando se podía debíamos aprovecharlo.


Con las luces apagadas, y solo mi pequeña lámpara encendida; él y yo nos observábamos. Su cálida mano se deslizaba por mi rostro y su dedo pulgar acariciaba mi mejilla.

—Perdóname Mich—

—¿Por qué debería perdonarte Binnie?—

—Por...por no poder estar contigo más tiempo— sus ojitos brillaban, Soobin me extrañaba al igual que yo. Una pequeña hilera de cristal se deslizaba por su pálida mejilla.

—No te preocupes, entiendo el porqué. Después de tus promociones nos veremos seguido, como todas la veces ¿Sí?—

Ninguna respuesta vino de él. Supongo que está muy cansado.

El pelinegro besó mi coronilla mientras yo escuchaba sus latidos. Esto era difícil, pero mientras nos mantengamos juntos todo estaría bien, no importaría cuánto tiempo tenga que esperarlo.





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L I M E R E N C E  [ Choi Beomgyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora