L I M E R E N C E [ Choi Beomgyu]

048

—¿Estás bien?— es castaño de perfilada nariz salía del baño cuando me vio sentado frente a la gran tv de la sala.

—Claro que sí— respondí, mientras intentaba engañarme y al mismo tiempo dejar de pensar en ella.

—Oh, vamos— con sus peculiares pantuflas  se acercó y se sentó a mi lado. Soltó un fuerte suspiro y habló.

—Soobin, yo también la amé y pasé por lo mismo—

—¿De qué hablas?—

—Hablo de la misma chica que nos cautivó con su forma de ser y su belleza.

—¿Cuál es el punto Taehyun? ¿Hacerme sentir aún peor?—

—Soobin, está es la prueba de amor que estás demostrando a Michaela. Dejarla ser feliz, aunque sea sin ti—

—Duele—

—Pero pasará, podrás encontrar a alguien que sea la indicada para ti—

—¿Por qué la vida me quita a las mujeres que más he amado?—

—Soobin, no solo es culpa de la vida. Tu también hiciste mal, y no supiste como controlar la situación. Todo acto tiene su efecto, y en este caso te tocó perderla.—

Quería evitar llorar, porque me encontraba muy roto. Mi corazón dolía, un nudo en la garganta se me formaba. Por más difícil que fuera, Taehyun tenía razón. Dejarla ser feliz con alguien más era una de las pruebas de amor más grande. Me quedaría con los bellos momentos que pasaron en mi memoria, y no solo lo haría por ella si no por mi mejor amigo. Beomgyu merecía ser feliz y estar con la persona por la que estuvo esperando tanto tiempo.

Beomgyu y yo caminábamos por aquel enorme y  colorido edificio de aquel barrio en Daegu. Caminamos largos tramos buscando té de burbujas hasta que llegamos al centro comercial y lo encontramos en una cafetería.

La música de centro comercial era muy particular y relajante. Sus manos y las mías estaban entrelazadas mientras mirábamos ropa para la nueva temporada.

Mientras daba vueltas por la inmensa tienda un enorme cartel de Soobin como modelo de aquella maraca era expuesto. Muchas adolescentes se tomaban fotos, mientras gritaban y saltaban emocionadas.
¿Cuándo habíamos crecido? ¿Por qué el tiempo pasaba tan rápido?  Todos cambiamos, Soobin lo hizo. Mis sentimientos por él, me era imposible encontrar una respuesta para las preguntas que me quitaban horas de sueño. ¿Cuándo dejé de amarlo? ¿Por qué pareció difícil dejarlo ir? ¿Qué era lo que sentía exactamente?

Mientras miraba con atención cada detalle de aquel enorme cartel, Beomgyu llamó mi atención. Su bella sonrisa y su cabello tan sedoso se acercaba a mí con unas cuantas prendas. Me hacía feliz verlo feliz, me transmitía paz y mucha tranquilidad; además que él era tan bueno y paciente conmigo. Mis sentimientos por él eran claros, sí me gustaba. ¿Nunca dejó de hacerlo? ¿O simplemente fingí que ya no me gustaba porque había decido darle una oportunidad a Soobin?

Mi cabeza era un conflicto, pero con un abrazo o una pequeña muestra de afecto como un beso, hacia que aquel nudo se suelte. Aún estábamos empezando, ambos habíamos esperado desde nuestra adolescencia por estar juntos. Habíamos pasado por tantas cosas, pero la vida me empujó hacia él nuevamente. Y me encargaría de no dejarlo ir.

—Micha, mira ropa de pareja—

—Oh, no estarás pensando...—

—¿Quieres...?— sus ojitos brillaban tal cual una estrella.

—Está bien— deposité un pequeño beso en su mejilla y este se sonrojó.

—Me haces muy feliz—

—Y tu a mi—

Countdown to dynamite!
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