L I M E R E N C E [ Choi Beomgyu]

031

—Noona— en cuanto abrí la puerta Kai corrió a abrazarme, sus abrazos eran tan reconfortantes y su olor a bebé era único.

—Holaa— dije mientras acariciaba su espalda.

—Ven, tengo que contarte algo— el alto castaño tomó mi mano y se acomodó en el sillón grande de mi sala. —Sientate aquí— de la pequeña bolsa que trajo sacó dos potes con helado de chocomenta.

—Bueno, ¿qué era ese asunto urgente del que tenías que hablar?—dije mientras metía una gran cucharada de helado a mi boca.

—Pues...lo que pasa es que...okay no te vayas a atorar con el helado ¿Sí?—

—¡Dilo de una vez Huening!—

—Bien— el castaño tomó aire y habló rápidamente —Estoy saliendo con Eunbyol— sus ojos cerrados y sus lindas manos haciendo puño lo hacían ver tan adorable.

—Vaya, vaya— dije riendo.
—¡Felicitaciones! Lograste descongelar el corazón de mi amiga—

—Ahh, noona no sabes lo feliz que soy. Ella es muy bonita y su personalidad me encanta—

—Eun te tiene loquito desde hace mucho ¿verdad?—

—Nunca me rendí, y estuve con ella desde su ruptura con el chico ese del viaje escolar. Nos hicimos muy cercanos y ahora oficialmente estamos juntos—

—No sabes cómo me alegra saber que eres feliz y que ella también lo es— despeiné la suave cabellera mi amigo. —Cuidala mucho, y cuídate tu también, Eun a veces es algo tosca—

—Lo sé, lo sé y por eso me gusta más— Huening apretó los labios haciendo ver un hermosa línea sonriente en su rostro. —Por cierto ¿Cómo van las cosas con Soobin hyung?—

—De maravilla, soy muy feliz con él—

—Ahh, me gusta oír eso. Micha merece todo lo bonito del mundo— mi lindo amigo suspiró y se extendió al rededor del espacio de aquel sillón. —Y dime...¿Beomgyu ya habló contigo?—

—No le he respondido aún, tampoco lo he visto— con la cuchara aplastaba lo poco de helado que quedaba. —¿Sabes lo que pasó?—

—Claro que sí. Es más, cuando nos contó Yeonjun casi se lo agarra a golpes— Huening llevó su mano a mi hombro.
—Mich, él realmente está arrepentido. Habla con él, por favor—su mirada suplicante hacia que mi corazón se derritiera. —Tal vez lo haga o tal vez no. Mi cabeza es un lío ahora, lo pensaré. ¿Está bien?—

Había olvidado comprar las cartulinas para mi trabajo de la escuela. Salí en medio de la noche a la papelería más cercana. Compré rápidamente antes que la lluvia empezara, desde temprano las nubes estaban grises y cargadas.
En cualquier momento me alcanzaría una tormenta.

Mientras caminaba a casa, charlaba con mi novio.

Hace poco se había mudado al edificio de la empresa donde era trainee. Sí, Soobin se convertiría en idol, el idol más guapo de todos.

Cuánto añoraba a un Soobin así, pero todo fue a su tiempo. Tuvieron que pasar muchas cosas para que volviéramos a estar juntos.

—Cuídate Jagi, te llamo más tarde. Te amo—

—Cuídate también, te amo—

La lluvia empezó a caer, saqué el paraguas de mi mochila y empecé a correr. Era gracioso ver a la gente mojar sus costosos uniformes de oficina y ni hablar del sonido del agua cuando un auto pasaba. Muy relajante y divertido.

A escasos metros de mi casa pude ver a Gyu parado afuera de mi casa, mojado como un perrito.

¿Qué está haciendo este tonto?

—Hey— dije y este volteó a verme.

—Mich— dijo mientras tiritaba.

Rápidamente saqué las llaves de mi bolsillo. Y le hice una seña moviendo ligeramente mi cabeza.

—Entra a secarte—

El peliplomo entró mientras se abrazaba a él mismo.

—¿No ves noticias? Dijeron que llovería fuerte hoy—

—No veo televisión hace mucho—

Una sonrisa ladina escapó de mis labios.

—Ten— le extendí una toalla y este alegremente la recibió.

—Mírate, estás todo empapado—

—Eso no importa. Lo que importa es que ahora sí o sí podremos hablar Mich—

—Bien, te escucho— me senté en la extensa alfombra de la sala y esperé por sus palabras.

Este hizo lo mismo que yo mientras secaba su cabello.

—Perdón...—